Podríamos sumar a las diez cosas que debemos saber sobre las vacunas las seis ideas falsas extendidas sobre la vacunación, señaladas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos y que la Organización Mundial de la Salud reproduce en sus páginas para informar a profesionales y padres preocupados por el tema.
Es habitual escuchar opiniones en contra de la vacunación, más o menos argumentadas, y es que cuando los padres sentimos que nos "imponen" algo para la salud de nuestros hijos consideramos que se está produciendo una intromisión.
Y no está mal que los padres nos informemos al respecto, y no creamos a ciegas todo lo que nos proponen (en ningún ámbito), aunque tampoco deberíamos caer en ideas falsas que, como vemos, están bastante extendidas en una especie de "rumorología" sin fundamento real.
Por lo que conozco a algunos profesionales de la salud, se produce cierto choque cuando unos padres acuden a la consulta del Pediatra y se oponen a vacunar a su bebé. La confianza entre el médico y la familia se ve menoscabada, creo que en parte porque, en ocasiones, unos y otros se niegan a escuchar sus argumentos.
Esto lo he vivido en mi propia experiencia cuando no hemos puesto ciertas dosis de vacunas no incluidas en el calendario de nuestra Comunidad, y eso que no eran de las "obligatorias". Afortunadamente, el pediatra es bastante respetuoso aunque eso no me impedía notar su desacuerdo con nuestra decisión.
El objetivo de uno y otro, pediatras y padres, no debería ser convencerse mutuamente, pero sí el especialista está en la obligación de ofrecer una información veraz y completa para que los progenitores puedan adoptar una decisión informada.
También sería sumamente positivo que el pediatra escuchara y tratara de comprender las preocupaciones, temores y creencias de cada paciente acerca de la vacunación y tenerlas en cuenta cuando se disponen a vacunar al paciente.
Sin embargo, parece que hay ciertos argumentos a favor de la vacunación difíciles de rebatir, o, enfocando la cuestión desde el otro ángulo, ciertas ideas en contra de la vacunación fácilmente rebatibles porque se han demostrado que son falsas. Estas ideas suelen ser esgrimidas frecuentemente por quienes están en contra de vacunar a sus hijos o a sí mismos.
Seis ideas falsas acerca de las vacunas
"Las enfermedades ya habían comenzado a desaparecer" antes de la introducción de las vacunas debido a la mejora de las condiciones higiénico-sanitarias. Si bien es evidente que los avances en dichos ámbitos hicieron que en muchos lugares la incidencia de las enfermedades contra las que hoy nos vacunamos descendiera, ni mucho menos estaban erradicadas ni controladas, un control que sólo llegó tras las campañas de vacunación masivas.
"La mayoría de las personas que enferman han sido vacunadas". Esto puede ser explicado por dos factores. En primer lugar, ninguna vacuna tiene una eficacia del 100%, y por razones relacionadas con las características propias de cada individuo, no todas las personas vacunadas desarrollan inmunidad. En segundo lugar, en muchos países las personas vacunadas son muchas más que las que no han sido vacunadas, por lo que cuando hay una epidemia es fácil que el número de personas enfermas que sí recibieron la vacuna sea mayor. Pero mientras que seguramente la totalidad de no vacunados sí enferma, un número muy bajo de vacunados lo hará.
"Existen "lotes defectuosos" de vacunas asociados con un número mayor de incidentes adversos y defunciones que otros. Los progenitores deben averiguar los números de estos lotes e impedir que sus hijos reciban vacunas pertenecientes a los mismos". Según el Centro de Prevención de Enfermedades, la existencia de un informe de un incidente adverso tras la vacunación no implica que el acontecimiento haya sido causado por la vacuna, sino que puede haber muchos factores relacionados.
"Las vacunas ocasionan numerosos efectos secundarios perjudiciales, enfermedades e incluso la muerte, por no mencionar los posibles efectos a largo plazo que ni siquiera se conocen aún". Ya hemos hablado de los efectos adversos de las vacunas, la mayoría de ellos leves. Antes de administrarlas a nuestros hijos, es conveniente que nos informemos sobre cada vacuna en cuestión, especialmente de los posibles efectos adversos y cómo actuar ante ellos. Pero existen muy pocas pruebas que vinculen la vacunación con problemas de salud permanentes o con fallecimientos. Los acontecimientos más graves son muy poco frecuentes, tanto, que de algunos no es posible evaluar el riesgo de forma exacta. En cuanto a las defunciones que se pueden atribuir de forma plausible a las vacunas son también tan escasas que es difícil evaluar estadísticamente el riesgo. Los expertos en salud aseguran que es mucho más probable que la salud de un niño se vea gravemente afectada por alguna de las enfermedades contra las que previenen que por cualquier vacuna.
"En mi país, las enfermedades evitables por vacunación se han eliminado virtualmente, luego no es necesario que vacune a mi hijo". Ya vimos que la globalización actual, la facilidad para viajar, es otra razón que haría que las enfermedades que sí están presentes en otras partes del mundo se trasladaran con facilidad a nuevos ámbitos si la población no está vacunada. A pesar de que las vacunas hayan reducido la incidencia de la mayoría de las enfermedades evitables por vacunación a niveles muy bajos en la mayoría de los países, algunas de estas enfermedades aún son frecuentes (incluso epidémicas) en otras partes del mundo. Cuantas menos personas vacunadas haya contra la enfermedad,más fácil será que se produzcan contagios.
"La administración simultánea a un niño de varias vacunas para enfermedades diferentes aumenta el riesgo de efectos secundarios perjudiciales y puede sobrecargar el sistema inmunitario". Pero los datos científicos disponibles indican que la vacunación simultánea con vacunas múltiples no ocasiona ningún efecto perjudicial para el sistema inmunitario normal del niño. Se han realizado estudios para analizar los efectos de la administración simultánea de diversas combinaciones de vacunas y éstos han mostrado que las vacunas recomendadas son tan eficaces en combinación como de forma individual y que las combinaciones no aumentan el riesgo de incidentes secundarios adversos.
Volveremos sobre estos puntos más adelante, ideas falsas extendidas acerca de la vacunación que se dan por válidas en muchos ámbitos como argumentos contrarios a las vacunas pero que, como tampoco las ideas que hablan de los beneficios de las vacunas, no deberían aceptarse sin cuestionárselos como verdades absolutas.
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