Es frecuente escuchar aquello de que "los bebés son muy aburridos" y que más allá de satisfacer sus necesidades básicas de hambre, sueño e higiene, poco se puede hacer para disfrutar de sus primeros meses de vida.
Pero lo cierto es que esta creencia es errónea, pues no solo es posible disfrutar enormemente de la compañía de tu bebé, sino que es muy necesario hacerlo cada día de forma consciente, pues esta conexión favorece el desarrollo de tu pequeño y fortalece vuestro vínculo.
Si acabas de ser mamá o papá, te contamos cómo puedes conectar diariamente con tu bebé y hacer que esos momentos juntos sean inolvidables.
Colocar al bebé sobre tu pecho
No hay sensación más maravillosa, placentera e inolvidable para una madre o padre que colocarse a su bebé sobre su pecho y olvidarse del mundo. Y es que cuando sientes a tu bebé sobre ti, escuchas su pausada respiración y los latidos de su corazón, todo lo que hay fuera deja de tener sentido, pues lo único que verdaderamente importa es tu pequeño.
Si es posible, mi consejo es que te descubras el pecho o desabroches la camisa y desvistas a tu bebé, para que ese contacto sea directamente sobre la piel, y así beneficiaros ambos de esta maravillosa práctica.
Hablarle desde el primer momento
Aunque tu bebé no entienda lo que le dices, no dejes de hablarle cada día cuando estés a su lado. Explícale lo que vais a hacer ("vamos a salir a pasear", "te voy a cambiar el pañal"...), cuéntale cómo te sientes, dile lo mucho que lo amas...
Recuerda que durante los nueve meses de embarazo tu bebé ha escuchado tu voz a través del útero, por lo que una vez fuera, continuar escuchándote le ayudará a estar más tranquilo, calmado y confiado.
A medida que tu bebé vaya creciendo comenzará a emitir sus primeros sonidos. Corresponder a esos sonidos, sonreírle y entablar un diálogo bidireccional con él/ella, no solo estimulará su desarrollo neuronal, social y emocional, sino que le ayudará posteriormente en la adquisición del lenguaje.
Acariciarle
Las caricias son un poderoso y potente gesto de conexión que aporta calma y bienestar, tanto al que las recibe como a quien acaricia. Así, cuando acariciamos a nuestro bebé, le estamos transmitiendo a través del tacto que estamos a su lado, que lo amamos y lo protegemos, haciéndole sentir seguro y confiado.
Cualquier momento es bueno para conectar con nuestro bebé a través del tacto. Por ejemplo, acariciándolo mientras toma pecho o biberón, tocando suavemente su cabecita cuando le porteamos, poniendo nuestra mano sobre la suya mientras está durmiendo...
Darle un masaje
El masaje es una práctica con grandes beneficios para todos, entre ellos el fortalecimiento de los vínculos y la comunicación a través del sentido del tacto. Para el bebé, los masajes también le ayudan a calmarse, aliviar cólicos y favorecer la rutina de sueño.
Así pues, siempre que tu bebé se muestre dispuesto (hay algunos a los que no les agrada esta práctica), busca un momento y lugar adecuados para disfrutar de esta conexión única y déjate invadir por los efectos positivos de una buena sesión de masaje infantil.
Besarle
Al ver a nuestro bebé nos derretimos de amor por ese ser que hemos creado y gestado. Nos parece un milagro tenerlo ahora en nuestros brazos, tan pequeño, tan perfecto... Es difícil describir con palabras los sentimientos que nos despierta y el amor tan profundo que sentimos y nos desborda del pecho.
Una de las muchas formas de manifestar a nuestro bebé el amor incondicional que sentimos es a través de los besos. Los besos, al igual que mencionábamos antes con los abrazos, son una necesidad básica del bebé y una poderosa herramienta de conexión con innumerables beneficios.
Cantarle una canción
Ya sean las clásicas nanas, canciones de moda o tus canciones favoritas. Todo vale cuando se trata de conectar con tu bebé a través de la música; considerado como un "lenguaje universal".
Son varios los estudios que han demostrado que cantar al bebé tiene grandes beneficios para su desarrollo, además de favorecer su relajación.
Obsérvale mientras duerme
Eso de aprovechar para hacer cosas mientras el bebé duerme está muy bien, pero también merece la pena pararnos de vez en cuando y observarle atentamente, dejándonos llevar por la paz que transmiten cuando están plácidamente dormidos.
Sus suspiritos, pequeños sobresaltos, muecas e incluso sonrisas involuntarias son algunas de las cosas que podrás contemplar mientras velas sus sueños, y que te harán morir de amor.
Mirarle a los ojos
Durante los primeros meses de vida la vista del bebé no está apenas desarrollada, por lo que alcanzan a ver poco y a corta distancia. Pero esto no significa que no nos vea cuando le sostenemos en brazos.
De hecho, poco a poco el bebé irá fijándose en más detalles de nuestro rosto, familiarizándose con él y relacionando las sensaciones placenteras que le ofrecen nuestros brazos o nuestro pecho, con el aspecto de nuestro rostro.
Por eso es tan importante mirar directamente al bebé a los ojos cuando le tenemos en brazos o o le alimentamos. Además, nuestra mirada le hará sentir seguro, atendido y amado.
En cuanto a la mamá o al papá, mirar directamente a los ojos de su bebé fortalecerá su conexión emocional, y si esta práctica se mantiene a medida que el niño que vaya creciendo se sentarán las bases para una comunicación positiva y respetuosa entre ambos.
Sonreírle y corresponder a sus sonrisas
La sonrisa es una de las primeras conductas sociales que manifiesta el bebé. De este modo, cuando nuestro peque comienza a sonreírnos de manera voluntaria no solo estará expresándonos sus emociones, sino manifestándonos lo importante que somos en su vida y la necesidad de interaccionar con nosotros.
Es fundamental corresponder a sus sonrisas para fomentar su desarrollo emocional y social, así como para potenciar su comunicación.
Pero la sonrisa sincera no solo es una vía de expresión y comunicación, sino sobre todo de conexión. Es una forma potente y sencilla de demostrar a la otra persona o que nos importa, que nos hace sentir bien y que puede confiar en nosotros.
Bailar con tu bebé en brazos
Tanto sostener en brazos a nuestro hijo como bailar en familia son dos prácticas con grandes beneficios para el desarrollo del niño, por lo que no es difícil imaginar los aspectos positivos que tiene aunar ambas actividades en una sola.
Y es que mecer suave y rítmicamente al bebé al compás de la música -tanto si le sostenemos en nuestros brazos, como si le porteamos - no solo proporciona al bebé un momento de relajación, sino que también mejora el estado anímico del adulto, favoreciendo por tanto la conexión y la comunicación entre ambos.
Jugar con él
Los padres somos los mejores juguetes para nuestros hijos. Ellos adoran jugar con nosotros, que estemos a su lado y que correspondamos a sus llamadas de atención.
Quizá no sepas cómo jugar con tu bebé mientras es pequeño, pues el concepto de "juego" que a veces tenemos los adultos se suele corresponder con una mayor edad. Pero lo cierto es que hay muchas formas de interactuar con el bebé a través del juego, siendo todas un potente gesto de conexión con importantes beneficios.
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