Amigos con hijos y amigos sin hijos‏

Amigos con hijos y amigos sin hijos‏
20 comentarios

Cuando devenimos padres nuestra vida cambia radicalmente, tanto, que muchas de las cosas que hacíamos antes de ser padres quedan en el olvido o temporalmente aparcadas hasta que pueden retomarse cuando los niños crecen.

Una de ellas, y aunque suene algo mal, son los amigos y, sobretodo, los amigos sin hijos. Sucede algo parecido a cuando tienes 15 años y uno de tus amigos se “echa novia”. Por arte de magia desaparece. Ya no viene a jugar los partiditos de fútbol de los viernes, no quiere venir al cine a ver películas de acción porque ha quedado con su novia para ver una romántica (o para no verla, vete a saber) y no sale de fiesta contigo porque ya tiene otros planes.

Al final te acabas por acostumbrar a que los amigos vayan desapareciendo a medida que se echan novia, hasta que tú también te la echas y os juntáis todos de nuevo porque ahora ya eres del club de las parejas.

Pues bien, esto mismo sucede cuando uno de tus amigos tiene un hijo, desaparece. O bien, desapareces tú porque has sido padre. Ya no te interesa salir de fiesta (ni te quedan ganas probablemente), las once de la noche te empieza a parecer tarde y te das cuenta de que chutar una pelota es algo bastante ridículo y absurdo si tu hijo no está cerca para hacerlo contigo.

Así empiezas a dejar de ver a tus amigos de siempre y haces nuevos amigos que tienen como característica común el hecho de ser padres. Hablas con ellos de los temas de siempre (el fútbol sigue siendo fútbol aún siendo padre), pero añades comentarios acerca de la última película infantil que se ha estrenado, lo bien que te lo puedes pasar en el zoo, el estado en que se encuentran los columpios de los parques o el último libro de crianza que te has leído, temas que tus amigos sin hijos desconocen por completo.

amigos-con-hijos2.jpg

Con el tiempo tus amigos sin hijos empiezan a tenerlos y, como con las novias (y como sucede con el del anuncio de los turrones), vuelven a casa (por Navidad). Poco a poco os vais reencontrando para recordar viejos tiempos y para compartir nuevos momentos, dentro de un horario más adecuado a la vida diurna.

Ahora bien, esto es lo que sucede porque solemos pensar que nuestros amigos sin hijos se aburrirán estando con nosotros viéndonos correr detrás de nuestros hijos, darles de comer, interrumpir la conversación porque hay que acompañar a uno al water a hacer caca, porque hay que buscar toallitas “que mira como lleva las manos” o porque hay que cambiar la camiseta “que se ha echado el agua encima”, entre otras doscientas cosas, y en alguna ocasión me he encontrado con algún amigo que me ha dicho que quiere vernos a todos, que no le importa quedar cuando aún es de día, que le parece bien comer en vez de cenar y que sabrá disfrutar del momento aún cuando tengamos pocos minutos para hablar.

¿Es posible entonces la conciliación entre amigos con hijos y amigos sin hijos? A saber. Lo mejor es probarlo, si no te vuelven a llamar, ya sabes, no fue buena idea. Si vuelven a hacerlo, les ha gustado tanto que quizás hasta estén pensando en convertirse en amigos con hijos.

Fotos | Flickr – normalityrelief, Claus Rebler

Temas
Comentarios cerrados
    • interesante

      Yo conservo algunos amigos sin hijos, pero no de los de salir de copas, sino de los que me aportan cosas interesantes y compartimos opiniones o proyectos mas serios. La mayoría, es verdad, tienen hijos, y los he conocido al tomar un rumbo en la crianza poco habitual. Son los mejores, como hermanos, leemos juntos, escribimos, nos apoyamos, nos aconsejamos, nos entendemos. Otros amigos, los últimos en llegar a mi vida, son jovenes que han sido criados y educados por familias de mi círculo más cercano, adolescentes de 14 y 15 años que me consideran amiga y a los que aprecio ya no como niños, sino como compañeros en la vida y compartimos muchas conversaciones y aprendizajes. Ahora empiezo a tener otro rango de amigos: los padres de los amigos que elije mi hijo. Suele tener muy buen ojo, si los hijos son personas respetuosas y cariñosas sus padres suelen tener mucho que aportar. Luego recuerdo que tenía amigos que tenían hijos. Los dejé de ver muy felis porque no me gustaba como trataban a sus hijos.

    • Pobres, Meredia, tienes razón, somos muy plastas... en serio, yo lo admito, aburro a cualquiera...

    • Ojo, yo tengo buenos amigos sin hijos, hoy me ha llamado un amigo a contarme que ha sacado superbuenasnotas en la oposicón a profe de filosofía. Pues se había leido los artículos sobre los azotes y de eso ha estado pensado en si la bondad humana es innata o somos violentos por naturaleza por lo que la crianza a azotes o la crianza empática solamente trataría de cambiar algo natural en el ser humano, que es ser un asesino... me ha dado la vuelta a todo. Ha sido fascinante.

    • ¡¡Pues nosotros tenemos más vida social que antes!! Yo me vine a vivir a 600km de mis amigos cuando me casé y los amigos de Miguel son unos solteros empedernidos, como mucho quedan un par de veces al año, ellos solos, a mi no me importaría quedar con ellos pero me tienen alergia o algo. En las clases de preparación al parto conocimos a una pareja que nos cayó muy bien, ella también es de fuera y les pasaba lo mismo. Quedamos casi cada fin de semana, y además nuestros hijos que se llevan diez días, se lo pasan fenomenal juntos.

    • Pues la verdad es que nosotros somos padres desde hace algo más de siete meses, y en ese aspecto apenas ha cambiado nada. Quizá la frecuencia con la que quedamos con otros amigos, que se ha reducido, pero aparte de eso quedamos tanto con amigos con hijos como con amigos sin hijos, eso si, adecuándolo todo un poco a nuestra situación, es decir, si antes quedábamos a cenar, ahora solemos quedar a comer, para no trastocar demasiado los horarios a la peque, y nuestros amigos encantados, se lo pasan bomba jugando con la nena (que es muy simpática y se va con cualquiera) y la peque más encantada todavía porque le gusta muchísimo que le digan cosas y le hagan carantoñas, y claro, con tanta gente reunida, nunca falta alguien para cogerla y hacerle cuatro monerías ;)

    • Muy buena la comparacion a la adolescencia, cuando tus amigos se hechan novia! Nunca lo habia pensado, pero realmente los sentimientos son muy parecidos. La mayoria de mis amigos son sin hijos, y tengo de todo, desde los que solo los veo si salgo a patir de las doce de la noche (con lo cual hace años que no los veo) a los que les encanta quedar para jugar con Leo.

    • Armando,

      Me alegra que saques este tema, porque a mí, me entristece, ya que "hemos perdido" a varios amigos a consecuencia de que les incomodan los niños. Una vez, una nos lo dijo directamente: "la próxima vez, mejor sin niños" Me dejó tan bloqueada que no me dio tiempo de reaccionar y de preguntarle qué sugería que hiciésemos con ellos...

      Los demás, no hace falta decirlo: se nota. Por ejemplo, cuando conseguimos quedar, se van en cuanto pueden, y nos quedamos las parejas con niños. Así que ellos nos han dejado de llamar, y nosotros a ellos, también, porque para tener la sensación de que estorbamos, prefiero ahorrarme el mal rato.

      Sé que los que no tienen niños quedan "a nuestras espaldas"; y los que tenemos niños quedamos por nuestra cuenta alguna vez.

      En fin, como he dicho, muy triste, pero la vida es así...

      Saludos

    • Pues me siento tan identificada con el tema.... Supongo que esta situación está agrabada en mi caso porque tengo tan solo 23 años. Con lo cual tengo mas "amigos" si se les puede llamar así, sin niños que con niños. Incluso hay muchos solteros todavía, sin pareja

      Normalmente, quedamos con tres o cuatro parejas alternativamente, ya que es difícil ponernos de acuerdo para quedar todos juntos. Tan solo dos de ellas tienen niños y con las que tienen niños tenemos más cosas en común como es lógico, hablamos de cosas en común de los peques y eso. Con los que no tienen niños, he de decir que con los que quedamos, les encantan con lo cual mi niña hace las delicias de todos, se la rifan vamos.

      Luego con los demás pues los veo si salgo de noche (bien tarde), y como no salgo hace mil pues el contacto es por internet, cada vez menos y con algunos perdido definitivamente. Claro que no me importa mucho, simplemente, ahora no tenemos aficiones comunes. Cuando los veo hablamos algo y les dicen 4 cosas a mi niña y listo. Una pena porque casi todos son amigos de la infancia pero mira oye que yo no he perdido na, al revés he ganado una niña preciosa y una pareja espectacular.

    • cuánta razón tienes armando.

      un saludo

    • jeje qué gran tema. ttengo unos amigos que hacen vida de teenager, asi que quedamos de vez en cuando para que nos cuenten sus conquistas. Ha cambiado el sitio; suele ser en casa o en una terracita y el horario; ahora algo más pronto y con hora límite.

      Pero también ha traido el bebe un cambio positivo; en las clases de preparto conocimos otras mamas, que tienen maridos y con quien nos entendemos genial. Compartimos cambios de pañales, noches sin dormir, primeras palabras, fiebres, salidas de dientes y .... paseitos, meriendas, ....

    • Me identifico totalmente, Armando! Lo que pasa también es que cuando tienes hijos estás tan cansado que es muy poca la energía que te queda para socializar. A mí a veces me cuesta seguir el hilo de una conversación de lo cansada que estoy! Pero cuando veo a mis amigos sin hijos me lo paso muy bien, a lo mejor porque hacen el esfuerzo de ponerse a mi nivel, jejeje!

    • Pues en nuestro caso no lo hemos notado. Claro que nuestros amigos sin hijos estaban buscando y les gustan muchísimo los niños. Lo único que ha cambiado es que antes quedábamos para cenar y ahora... para merendar. Por lo demás, todo igual.

    • Real como la vida misma !

    • armando, estas hablando de mi acaso? jeje pues bueno, soy madre soltera de 24 años. mis amigos cercanos son todos solteros, algunos más farreros que otros. la verdad si he "perdido" algunos amigos, pero a los que han quedado los valoro más, y me hace pensar que los que se fueron tal vez no eran tan amigos como yo pensaba. miro a mis padres y tios y me doy cuenta que son pocos los amigos que conservan de toda la vida. x eso creo q es mejor tener ahora amigos que se cuentan con los dedos de la mano a llenar un bus de "amigos" que luego se iran x otra carretera.. y sq asi es la vida, debemos valorar a los que tenemos, sean nuevos o viejos, son los que estan y estan los que son..

    • Hola!, aquí una "amiga sin hijos" (de momento). Escribo para comentaros la versión opuesta a vuestros comentarios.

      No tengo ningún problema en quedar con mis "amigas con hijos", pero lo que acaba conmigo es que las conversaciones sean monotemáticas: los hijos. Hasta cierto punto lo puedo llegar a entender, pero comprended que es aburridíiiiisimo para alguien que no tiene hijos tener que estar oyendo las batallitas de los hijos ajenos, consejos, anécdotas...constantemente, que quieras cambiar de tema y ni te escuchen porque lo primero es hablar de sus hijos, a la media hora ya estoy bostezando. Y que siempre tengas que responder a la dichosa preguntita de..."y tú cuándo te animas???" y que te miren con cara de suficiencia.

      Sí, yo a veces digo que no voy a las quedadas con "amigas con hijos". Y creo que los "culpables" de esta separación somos todos, los "amigos sin hijos" y los "amigos con hijos".

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de meredia Respondiendo a meredia

      Meredia,

      Tienes razón en todo lo que dices, y sé que es una de las causas del distanciamiento. Pero, realmente, aunque intento que no, yo vivo bastante desconectada del mundo, los hijos absorben tiempo y energía, sobre todo, cuando son pequeños. Por eso, me gusta quedar con otras personas, para que me cuenten cosas de ese otro mundo que existe, pero, claro, se cae el peque, o pega a su hermano, y te rompe la conversación...

      Yo sólo pido que entendáis que no lo hacemos a posta...

      Por cierto, que yo intento no hacer nunca comentarios de esos que tú dices porque me parece de lo más indiscreto e inoportuno meterte en la vida de los demás, y en su intimidad.

      Un cordial saludo

    • Avatar de meredia Respondiendo a meredia

      Estoy contigo,mi pareja tiene dos amigas con hijos, con una fantástico hablamos de todo, con la otra... para empezar cuando se casó me empezó a dar de lado por no estar casada y ahora con su primer hijo casi no me habla cuando la visitamos, supongo que por que no soy madre, y cada visita a su casa es una pesadilla...

      H

    • Aunque haya pasado mucho tiempo desde que se publicó este post quiero aportar mi granito de arena que es un punto de vista un poquito distinto: Soy mamá desde hace casi 11 meses, podría decirse que casi la única del grupo de amigos. Es, junto con casarme con mi marido, lo mejor de mi vida, y tengo claro que no lo cambiaría por nada, pero en mi caso, el precio que he pagado, y sigo pagando, por tomar estas decisiones, matrimonio y maternidad, ha sido perder amigos. Soy perfectamente consciente que la maternidad, sobre todo en los primeros meses, acapara la mayoría del tiempo de los padres, que es inevitable que los hijos aparezcan en muchas, o casi todas nuestras conversaciones, que sean nuestra prioridad absoluta, pero eso no significa que sea monotemática y que de lo único que sepa hablar sean bebés, pañales, etc etc etc. Me gusta seguir siendo mujer, es más, necesito seguir siendo mujer con todo lo que implica. Quizá ya no salgo por la noche (aunque mi marido y yo intentemos hacernos alguna escapadita de cuando en cuando que es necesario), quizá a las once de la noche esté ya dormida incluidos fines de semana, quizá marco mi agenda en base a mi hija, pero me gustaría que mis amigos siguieran contando conmigo de vez en cuando. Desde el momento que me embaracé (cierto es que fue un embarazo regular), empezaron a decidir por mi a qué actividades podía acompañarlos y a cuáles no. No había ni hay opción, como tampoco había, ni hay, voz o voto. Es super triste y turbador vivir uno de los momentos más maravillosos de tu vida y sentirte tan solo y abandonado. NO es solo la necesidad de compartir ese sinfín de sensaciones con alguien más que el padre de la criatura, o los abuelos, es la necesidad de tener a tus amigos cerca, de contarles, pero también de que te cuenten. No se trata de seguir viviendo tu vida igual, porque de hecho no lo es, ni de vivir en piel ajena, es simplemente lo que comentaba antes, la NECESIDAD de tus amigas. Nos sentimos inseguras, vulnerables, es una montaña rusa de hormonas. Las amigas son un apoyo fundamental del que carecemos habitualmente. Como ya no puedes quedar con ellas como antes se produce un distanciamiento brutal. Se acostumbran a que no estés. No voy a decir que lo entenderán cuando sean madres, porque quizá así sea, o quizá no. Esta es mi realidad, aunque si debo decir que a otra chica amiga de ellas, conocida mía, vi como le sucedió lo mismo con este mismo grupo de personas. No quiero que esto sirva de excusa para mi, como he comentado, es mi realidad. Adoro a mi hija, y es mi prioridad, pero de la misma forma que tengo claro que mi marido y yo necesitamos tiempo para la pareja a parte de nuestra hija, mi marido necesita a sus amigos y yo a los míos...aunque al parecer ellos a mi no... Un saludo para todos

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de deb.bueno.7 Respondiendo a deb.bueno.7

      Sólo puedo mandarte mucho ánimo Déborah. Veo que es un tema que te está afectando mucho y espero que un día puedas verte con tus amigos y puedas decirles cuánto les echas de menos y cuánto les sigues necesitando.

      En mi caso, con cada nueva vivencia, mis amigos han ido variando. No es que los pierda del todo, no es que desaparezcan, pero hay un distanciamiento evidente cuando te das cuenta de que de repente existen intereses diferentes. Así que con el tiempo he ido haciendo nuevos círculos de amigos según el momento vital en que me he encontrado.

    • Cerrar respuestas
    • Muchas gracias Armando. Ójala algún día, como bien dices, pueda hacerles saber cuánto los echo de menos, aunque llegados a este punto lo dudo porque es algo que he intentado en varias ocasiones sin éxito alguno. Evidentemente me afecta, porque los apreciaba mucho, los sigo apreciando! Sino, no existirían estos comentarios,obviamente, y duele, aunque vayas haciendo nuevos amigos y sigas manteniendo a otros que, aunque sean conscientes de la diferencia de intereses, siguen estando ahí...por qué unos sí y otros no? Las echo de menos, está claro, y me duele la situación, está claro, tan claro como que la vida sigue, con o sin ellas, pero a veces es inevitable acordarse... :)

    Inicio
    ×

    Utilizamos cookies de terceros para generar estadísticas de audiencia y mostrar publicidad personalizada analizando tu navegación. Si sigues navegando estarás aceptando su uso. Más información