Tres cosas que cambian a mejor en la relación de pareja cuando llegan los hijos

Tres cosas que cambian a mejor en la relación de pareja cuando llegan los hijos
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Siempre se habla de cómo afecta, en negativo, la llegada de los hijos para la relación de pareja. Noches sin dormir, crisis de pareja, cansancio acumulado, poco tiempo para estar a solas con la pareja... Sin embargo, también hay cosas positivas para la relación, que llegan con este cambio de vida radical.

¿Quieres conocerlas? Traemos tres de ellas y cómo facilitar su llegada, aunque seguro que, cada pareja podrá contar las suyas propias.

Tres cosas que cambian a mejor en la relación de pareja cuando llegan los hijosDestacar que estas cosas no llegan solas, sino que, muchas veces, se necesitará esfuerzo, compromiso y constancia para obtenerlas. Y también, ¡un poco de paciencia! Compartimos estos tres alicientes y algunas ideas que pueden ayudar a la pareja:

1. Una experiencia que une: el poder hacer equipo

Ahora tenéis una responsabilidad común muy grande: criar un hijo. ¿Qué puede unir más que eso? Por ello, si lográis encontrar el equilibro, podéis hacer equipo para criar a vuestro hijo (además, ¡el amor se multiplica!). De este modo, la relación puede incluso salir fortalecida.

Si lográis encontrar el equilibro, podéis hacer equipo para criar a vuestro hijo (además, ¡el amor se multiplica!). De este modo, la relación puede incluso salir fortalecida.

¿Cómo hacer equipo, unirse más en pareja en este momento tan lleno de cambios? Algunas ideas que pueden ayudaros:

  • Repartir las tareas de crianza y del hogar equitativamente.
  • Identificar qué es mejor que haga cada uno (a quién se le da mejor qué, qué rol adquirirá cada uno en la nueva paternidad, etc.).
  • Ser compasivos el uno con el otro; donde no llega uno, llega el otro (complementaros).
  • Utilizar la empatía: entender que a veces uno no estará a tope, o tendrá miedo, le asaltarán dudas durante la crianza... y es totalmente normal.
  • Transmitir confianza en el otro; "confío en ti para esto".
  • Poner en común por qué crees que sois un buen equipo; podéis destacar qué os gusta del otro (os ayudará a cuidar la relación).

2. Descubrir nuevas facetas de la pareja

Otro aspecto positivo que puede traer la maternidad y la paternidad, sobre todo en los papás y mamás primerizas, y si se pone conciencia en ello, es que se descubren miles de facetas nuevas en el otro.

Lo vemos, por primera vez, en el rol de padre o madre (también podemos ser ya papás y seguir sorprendiéndonos, porque cada hijo saca una versión nueva de nosotros mismos). Esto conlleva miles de aprendizajes y de registros, ya que tener un hijo requiere poner en práctica mil dones que es probable que desconocierais ambos. Y, ¿por qué no?

Puedes enamorarte aún más de esa nueva faceta de tu pareja, ese rol más cariñoso con vuestra criatura, más tierno, más cuidadoso, más amoroso... un rol que quizás te sorprenda para bien.

Puedes enamorarte aún más de esa nueva faceta de tu pareja, ese rol más cariñoso con vuestra criatura, más tierno, más cuidadoso, más amoroso... un rol que quizás te sorprenda para bien.

Entonces, ¿cómo llegar a este cambio positivo en la pareja? Aunque este aspecto, en realidad, se da de forma natural, hay algunas ideas que pueden facilitarlo:

  • Tan solo observa a tu pareja. Observa su comportamiento, sus actitudes... Adquiere una mirada sensible y curiosa cuando lo/la mires.
  • Pregúntate qué sientes al mirarlo ejercer como padre o madre.
  • Identifica sus fortalezas en esta nueva tarea de crianza y de conciliación con otras áreas de su vida. ¿Qué te gusta de él/ella?
  • Comunícaselo: dile qué te gusta, qué te emociona. Hacerlo es una forma de cuidar la relación y generar intimidad.

3. Disfrutar juntos de esta experiencia única

Una tercera cosa positiva que trae, para la pareja, la llegada de un hijo en común, es el disfrute de esta experiencia única, juntos. Es algo que puede parecer muy obvio, pero a veces se nos olvida de lo mágico que es haber tenido un hijo con la persona que amas. Un hijo que tiene un poco de cada uno.

De las tres cosas mencionadas, tal vez esta es la más fácil, y a la vez más difícil de conseguir: el poder disfrutar. Dejaros emocionar por la experiencia, estar abierto a lo que os trae, luchando, también, contra el cansancio acumulado, las noches sin dormir, el miedo, las dudas... En cierta forma, se trata de:

  • Tratar de descansar, en la medida que podáis, para poder recargar pilas (por ejemplo, cuando el bebé duerme).
  • Cuidaros mucho (uno mismo y a la pareja); alimentaros bien, beber mucha agua, salir a caminar...
  • No hacer caso a los comentarios o consejos no pedidos; saber filtrar.
  • Conectar con parejas que están en la misma situación que vosotros (os puede ayudar a compartir dudas, sentiros menos solos...).
  • No compararos con otros papás, porque cada paternidad es un mundo.
  • Tan solo, disfrutar de las pequeñas alegrías del día a día, de esta nueva vida en común.

Foto | Portada (Freepik)

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