La popularidad de Internet es más que notable y muchos niños comienzan a temprana edad su andadura por la red, ayudados en la mayoría de ocasiones por sus padres.
Y como padres, nuestra primera tarea es educar a los niños sobre los posibles riegos existentes por la gran cantidad de contenidos inapropiados que la red puede presentar. Hay que tener clara una cosa, antes o después el niño puede terminar accediendo a esos lugares inapropiados, y mucho más si los dejamos solos, ya que grandes aliados se encargarán de ello, la curiosidad y las ansias de conocer.
Anuncios, enlaces, publicidad intrusiva, pop-ups... se aglutinan en páginas que a primera vista parecen realmente inocentes, evitar posibles y futuros problemas es verdaderamente sencillo. Existen diversas herramientas o utilidades capaces de filtrar los contenidos, pero también existe el llamado control parental, un recurso con el que se gestionará el acceso a determinadas páginas web. Además de poder obtener diversas herramientas dependiendo del servidor de internet que poseamos, como por ejemplo Canguro Net de Telefónica o el Centinela de ONO, podemos también recurrir a nuestro propio navegador de la red, por ejemplo, quien tenga Explorer, podrá acceder al menú de opciones del explorador y generar una lista con las direcciones web que serán permitidas y otra con las direcciones web restringidas para salvaguardar a los niños.
Seguramente quienes mejor nos podrían explicar los pasos que se deben realizar en los diversos navegadores con el control parental, serían nuestros compañeros de Genbeta, especialistas en todas las cuestiones relacionadas con el software e internet.
Opciones existen varias, vetar las ansias de aprendizaje del niño no es recomendable, por ello la mejor solución es guiarle.
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