Karina White es una mujer de 32 años y 1,10m de estatura. Padece una enfermedad llamada Spondyloepiphyseal Dysplasia Congenita (SEDC) y está embarazada de 32 semanas. Esto hace que se vaya a convertir en la mamá más bajita de Inglaterra.
La familia de Karina no tiene esta enfermedad, y su marido tampoco. Sin embargo les informaron, antes de ser padres, de que el bebé tendría un 50% de probabilidades de nacer con la misma enfermedad que tiene su madre.
En un primer momento el médico se opuso a un posible embarazo ya que sus pulmones podrían no ser lo suficientemente fuertes para soportar un embarazo. Además, al tener escoliosis le dijeron que no podría soportar el peso del futuro bebé. Sin embargo la pareja no se dio por vencida y se efectuaron más estudios para determinar el riesgo potencial del embarazo. Finalmente le dijeron que sí podía ser madre. Y Karina se quedó embarazada.
A las 20 semanas supieron que el bebé será una niña y un mes después les informaron de que la niña había heredado el mismo síndrome que la madre.
Ante esto Karina asegura: “Nosotros nos negamos a ver esto como un problema. Yo le hice frente a ser pequeña y ella también lo hará.”
El bebé nacerá el mes que viene por cesárea, ya que la pelvis de Karina es demasiado pequeña para tener un parto vaginal.
Esta es una de las típicas noticias que generan dudas sobre la conveniencia o no de tener el bebé: "si sabía que había ese riesgo, ¿por qué se quedo embarazada?", "si ella ya es así, ¿podrá cuidar igual al bebé?", "sabiendo que va a tener el síndrome, ¿por qué tenerlo?".
Ante todo esto sólo puedo dar mi opinión. Lo más probable es que Karina, pese a sus 110 centímetros de estatura sea una persona con mucha autoestima que se sabe diferente pero no se siente como tal. Esto hace que se vea capacitada para cuidar y criar, junto con su marido, a una niña con el mismo síndrome para que sea tan feliz como lo habrá sido ella, o más.
Vía | Rosario 3 En Bebés y más | Noticias de embarazo