Podíamos resumirlo en dos únicos consejos: mantente cerca del aire acondicionado o viaja a latitudes más frías, pero seguro que me pondréis pegas diciendo que si los gases contaminantes o lo lejos que queda Laponia de la playa, que si no ponen "Verano azul" o que no saben preparar una paella.
Así que hoy traemos cinco consejos para mantenernos fresquitos este verano.
Si estáis embarazadas, la expectativa de pasar vuestro último trimestre de embarazo a una temperatura media de 35 grados es posible que no sea todo halagüeña, es más, probablemente alguna sopese la idea de que el bebé nazca sietemesino (si lo has pensado, olvídala, hay mejores soluciones contra el calor). Lo primero es aceptar que llevas una bolsa de agua caliente de varios litros en tu interior y que si bien viene fenomenal en las frías noches invernales, no es lo mejor para llevar en las noches estivales, por no nombrar los recados vespertinos con 30 grados a la sombra.
Si eres un bebé, bien, es posible que no sepamos lo que piensas sobre pasar tu primer verano a la sombra, pero está claro que a muchos el calor no os sienta nada bien.
Lo primero a tener en cuenta es conocer a nuestros amigos, que serán: el agua, otros líquidos fresquitos, las ensaladas, los centros comerciales y edificios oficiales, los castaños de indias y plátanos de paseo.
Y nuestros enemigos: el sol, la excesiva concentración de seres humanos en recintos cerrados, las comidas copiosas, el alcohol y los sofás de escay.
Pues una vez conocidos a unos y a otros, lo suyo sería arrimarse a los primeros y evitar a los segundos. Lo sé, decirlo es fácil pero otra cosa es poder cumplirlo.
Evitar sillas de plástico o similares
¿Recordáis cuando eráis pequeños y os poníais a ver la tele en el sofá del abuelo, lo que sucedía al levantaros? Media epidermis me dejé yo en ellos. Pues ese es el efecto que pueden provocar las telas plásticas de muchas sillas en verano, aunque si que es cierto que cada vez son menos las que no van revestidas de materiales transpirables.
Muchas veces colocamos cubrecolchones de plástico en las cunas de nuestros bebés o en las camas de los mayores que están en proceso de aprendizaje para abandonar el pañal. Es mejor colocar empapadores que transpiran un poco mejor.
Las cunas de viaje pueden tener colchones cuya tela exterior es plástica. Si es así lo mejor es colocar una toalla entre la tela y la sábana.
Moverse lo imprescindible en las horas de más calor
Si estás embarazada intenta no hacer demasiados esfuerzos, o mejor aún, ningún esfuerzo en las horas del día de mayores temperaturas. Intenta que alguien lo haga por ti o bien realizar lo que sea que tengas que hacer a primera hora de la mañana o a partir de las siete de la tarde. Si durante los meses anteriores solías salir a correr o pasear a media mañana es mejor que ahora madrugues un poco más y no esperes a que el amigo Lorenzo te de directo en el cogote.
Para los niños tampoco es bueno un exceso de ejercicio a pleno sol y con altas temperaturas, corren el peligro de sufrir una insolación o un shock. Los niños ya sudan simplemente con parpadear, al menos los míos, así que procuremos proponerles actividades más sosegadas durante esas horas, juegos de mesa, pinturas, incluso podría ser una buena oportunidad para permitirles esos momentos de juego con consolas o de televisión que tanto les gustan, eso si, habría que intercalarlos con otro tipo de entretenimientos.
Hidratación, hidratación y más hidratación
Recordemos que en verano nuestra mejor amiga es el agua, en todas sus modalidades. Una botella de agua debería ser un "must" como dicen los ingleses, es decir, algo que venga con nosotros si o si. Beber nos hace sudar más, es cierto, pero no olvidemos que el sudor es el mecanismo de defensa contra el calor que tiene nuestro cuerpo y uno de los peligros a los que nos enfrentamos es a una posible deshidratación.
Si el agua se nos hace muy insípida podemos preparar una riquísima limonada casera.
Cuidado con los helados industriales y su alto contenido en azúcar, una buena alternativa sería preparar nuestros propios helados caseros.
Refrigerarse
Un pequeño apunte con esto del sudor. Se ha demostrado que sudar no produce un adelgazamiento significativo ya que en cuanto volvemos a beber se recupera todo lo perdido, por lo tanto evitad y volvemos al punto anterior, hacer ejercicio en las horas de máximo sol por eso de que "así se suda más", porque así lo único que se consigue es que te de una lipotimia y parecer Heidi después de haberse pasado con los rayos UVA.
Si el calor empieza a ser molesto puedes meter un fular durante unos minutos en el congelador, pasado el tiempo lo sacas y te lo pones alrededor del cuello. También masajearse los tobillos, piernas y abdomen con hielo reduce la sensación de calor y alivia pies hinchados tras un largo día.
Si no podemos dormir, un truco que podemos usar es el de meter la almohada en el frigorífico o en el congelador tal como hicimos con el fular anteriormente. El problema de esto es que o bien tienes un frigorífico industrial o una almohada muy pequeña y la nevera vacía.
La piscina o la playa, una gran amiga: probablemente muchos niños estarán de acuerdo conmigo. Nada mejor en el verano que un baño fresquito para bajar la sensación térmica y si estás embarazada, para aliviar un poco ese exceso de peso.
Nebulizadores para crear ambiente: tener un buen sistema de nebulización que mantenga una agradable temperatura en casa no está al alcance de todos los bolsillos, pero si el fabricarse uno casero con botes de spray o "fru fru" que llamamos en mi casa, que puedes encontrar en cualquier todo a un euro. Los llenas de agua fría y los tienes en las zonas de la casa donde suelas estar.
Usa ropa de tejidos naturales y ligera
Intenta usar ropas de algodón o lino, transpirables y ligeras. Que no te pueda el pudor, en casa ponte todo lo cómoda que quieras, no hay que dar explicaciones a nadie. Incluso estar desnudos o en ropa interior en casa puede enseñar a vuestros hijos que nuestro cuerpo no es algo que haya que esconder y que hay situaciones que son perfectamente normales a las que no hay que darles mucha importancia.
Estoy seguro que os conocéis muchos más trucos para manteneros fresquitos en verano, ¿cuál es el vuestro?
Foto | thinkStock
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