Hace poco os hablábamos de los accidentes infantiles en la población española y cómo, en general, los padres no nos sentimos responsables de ellos, incluso aunque en ocasiones se deja a los niños pequeños solos en el hogar.
Pues bien, se trataba de reflexiones acerca de un estudio sobre los accidentes en la población infantil realizado por la Asociación Española de Pediatría de Atención primaria y la Fundación Mapfre y con este motivo la AEPap ha elaborado su decálogo de la prevención de accidentes infantiles.
Forma parte del conjunto de documentos que, bajo el título de “Decálogos”, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria está creando en el ámbito de la promoción y educación para la Salud.
Se editan en formato de carteles y tarjetas para su difusión desde las consultas de pediatría de Atención Primaria y en documento pdf descargable desde la web Familia y Salud y de la propia AEPap.
También desde aquí nos hacemos eco de estos interesantes decálogos avalados por profesionales, como el dedicado a la alimentación infantil, los decálogos de la fiebre y la tos, decálogo del asma...
Cómo prevenir los accidentes infantiles
Veamos a continuación cuáles son los diez puntos para la prevención de accidentes infantiles enlazando a nuestros archivos para que ampliéis información sobre cada tema:
Los accidentes son una de las causas más frecuentes de muerte en niños: están entre las tres primeras causas en menores de 14 años. Sin embargo, la mayoría de accidentes infantiles son evitables. En caso de emergencia llama al 112.
En cada edad la forma de prevenirlos es diferente. En los niños pequeños la casa ha de ser un espacio seguro y vigilado por los adultos. No dejes nunca solo en casa a un niño pequeño. A los niños mayores hay que enseñarles a protegerse.
En casa: protege las ventanas con rejas o cierres de seguridad y no pongas sillas ni muebles bajos delante. Pon barandillas en las escaleras. Protege los enchufes, estufas y braseros. Usa los fuegos de detrás en la cocina. No cocines con el niño en brazos. Ten cuidado con la temperatura del agua del baño y no dejes solos a los niños pequeños en la bañera. Protege las esquinas de mesas y muebles. Pon topes a las puertas...
Con los objetos que les rodean también se accidentan. Pueden: caerse del cambiador, la trona o la sillita de paseo. Atragantarse con partes pequeñas de juguetes o con un globo. Tragarse una pila de botón. Revisa los juguetes, envoltorios y otros objetos con los que juegan los niños. Consulta la guía de seguridad de productos infantiles potencialmente peligrosos.
Los medicamentos y tóxicos: no los dejes donde un niño pueda alcanzarlos. No le digas que los medicamentos son caramelos. Usa siempre el medidor del jarabe en vez de cucharas de cubertería. Nunca guardes productos de limpieza o tóxicos en envases de agua o refresco, ¡los niños pueden beberlo! No dudes en llamar al teléfono de Información Toxicológica: 91-5620420 si el niño ha tomado algo.
En otras casas y lugares donde el niño acuda con frecuencia: en casa de los abuelos, de otros familiares, en la guardería, en la escuela. Asegúrate de que en todas ellas el entorno es seguro.
En el coche: utiliza siempre y correctamente una sillita o sistema de retención homologado y adecuado a su peso y estatura. Ha de estar bien instalada. No debe haber holguras entre el cinturón y el cuerpo del niño, por eso es mejor que no lleve puestas prendas gruesas. Si van en transporte escolar, deberían llevar sistemas de retención. Dale buen ejemplo poniéndote el cinturón siempre.
En los espacios de ocio: el parque, polideportivos, plazas, los columpios, juegos, porterías, deben estar bien anclados y cumplir con las normas de seguridad. El suelo en los espacios para niños pequeños debe ser de materiales blandos.
En bicicleta o andando: ponle el casco para montar en bici, y dale buen ejemplo poniéndotelo tú también. Sé prudente y paciente y enséñale a cruzar la calle correctamente tanto en bici como andando.
En piscinas, playas y otras zonas de baño: no pierdas de vista a los niños pequeños. Las piscinas privadas deben vallarse por todos sus lados y mantener la puerta cerrada cuando no esté un adulto vigilando.
En fin, recordamos que la mayoría de accidentes infantiles son evitables, ¿no harías algo por prevenirlos? Mucha precaución, vigilancia y prudencia para seguir este decálogo de la prevención de accidentes infantiles.
Vía | AEPap
Foto | Thinkstock
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