Así como hemos dado consejos para la embarazada en verano, queremos hoy ocuparnos de los más pequeños, quienes también requieren cuidados especiales en esta época del año. Por eso, reunimos en estos diez consejos para los bebés en verano aquellas cosas que debéis tener en cuenta en los meses estivales.
1) Mantener al bebé hidratado
Los bebés son más vulnerables a la deshidratación que los adultos dado que la proporción de agua en su cuerpo es mayor y su equilibrio más débil. Una excesiva pérdida de líquidos puede tener graves consecuencias para su organismo, es por ello que hay que tener especial precaución en verano.
Si toma pecho no hace falta darle agua, pero es recomendable aumentar la frecuencia de las tomas. Si toma biberón habría que ofrecerle agua mineral para reforzar las tomas. Otras recomendaciones a seguir son: mantener su piel hidratada, vestirlo con ropa fresquita, cubrirle la cabeza, no exponerlo al sol durante las horas centrales del día y ofrecerle alimentos frescos, como por ejemplo las refrescantes frutas de verano.
2) Disfrutar de los juegos al aire libre
El juego es la esencia de la infancia, y si es al aire libre, además de aprender, desarrollarse y entretenerse disfrutan de todo lo que la naturaleza tiene para ofrecerles. La playa, la piscina, el parque, la montaña son los mejores espacios para el juego al aire libre de los niños.
El buen tiempo que ofrece el verano propicia momentos de esparcimiento y diversión. Aparte, siempre con precaución, la exposición al sol es una excelente fuente de vitamina D, que favorece la absorción del calcio y mejora la salud ósea de los pequeños.
3) Extremar la precauciones de seguridad
Siempre que hay agua y niños, toda precaución es poca. El riesgo de ahogamientos en verano es muy alto. No es por asustar a nadie, pero en verano hay que extremar las precauciones de seguridad en piscinas y en el mar.
Los bebés no deben quedar sin vigilancia ni por un segundo, si váis a la playa o a sitios con mucha gente es conveniente colocarles una pulsera de seguridad con el número de teléfono de los padres. También es importante tener en cuenta los riesgos de los manguitos, los flotadores y demás juguetes hinchables.
4) Flexibilizar las rutinas
El verano, especialmente las vacaciones de verano, son la época ideal para descansar en familia y olvidarse de horarios y de rutinas. Si somos más flexibles, tanto en esto como con respecto a los deseos del bebé, los días de vacaciones serán disfrutados por todos por igual. Que no pasa nada porque un día el bebé no se bañe o no duerma la siesta a la hora que lo hace habitualmente.
5) Protegerlo del sol
La piel del bebé es extremadamente sensible a las radicaciones solares. Es imprescindible protegerlo del sol con sombreros, gafas de sol para evitar problemas oculares, ropa transpirable y por supuesto, crema con factor de protección solar. Debe usarse el fotoprotector más adecuado para su tipo de piel, siendo el recomendado para los bebés una protección no menor de FPS 20 e idealmente de 40 o 50.
Tan importante como elegir la protección solar más adecuada es aplicar correctamente la crema solar al bebé, siempre 30 minutos antes de la exposición al sol y evitando las horas de sol más directo.
6) Buena alimentación
Es probable que durante la época de verano el niño tenga menos apetito o coma menos de lo habitual. Como nos sucede a los adultos, el calor no nos da ganas de grandes comilonas. Estar bien alimentado no significa alimentarse mucho, sino adecuadamente. No te preocupes si no ingiere primer plato, segundo plato y postre. Se pueden suplantar comiendo más veces al día y por supuesto, bebiendo mucho líquido.
Hay que respetar al bebé si quiere comer menos, pero es importante mantener una alimentación variada, rica en frutas, verduras y cereales que ayudarán a mantenerlo hidratado y con energía. Aprovecha las frutas de temporada para prepararle zumos o batidos y cambia las comidas copiosas por otras más frugales.
Si el bebé tiene menos de seis meses y aún no se le ha introducido la alimentación complementaria, como hemos dicho más arriba las tomas del pecho deberían ser más frecuentes y las de biberón reforzadas con agua mineral.
7) Evitar intoxicaciones alimentarias
En verano aumentan las posibilidades de sufrir una intoxicación alimentaria pues las bacterias proliferan con el calor. Por eso, hay que cuidar que los alimentos no pierdan la cadena de frío y extremar las precauciones en el transporte y almacenaje de la comida del bebé.
No es conveniente llevar el alimento del bebé a la playa o la piscina si no es en una conservadora de frío. Hay que aumentar las medidas de higiene a la hora de prepararlos, así como escoger alimentos siempre frescos y lavarlos muy bien.
8) Evitar un golpe de calor
Los bebés son más proclives a sufrir un golpe de calor debido a que su mecanismo de regulación corporal es aún inmaduro. El golpe de calor es la consecuencia de la exposición a temperaturas muy altas y necesita atención urgente para intentar bajar la temperatura corporal, además de tratamiento médico.
Para evitarlo, hay que proteger al bebé del rayo de sol directo, cubrir siempre su cabeza con una gorra, evitar las horas de más calor del día, permanecer en un lugar fresco, beber agua y tomar alimentos frescos. Y por supuesto, nunca dejar al bebé en el coche a pleno sol.
9) Prevenir una otitis
El verano es la época propicia para que el niño sufra una otitis "de piscina", llamada así porque la humedad y el calor son el caldo de cultivo para que se produzca una inflamación en el conducto externo del oído provocada por hongos y bacterias.
Para evitarla hay que recordar algunas sencillas medidas como secar bien las orejitas después del baño en la piscina o en el mar y mantenerlas siempre limpias y secas. Si fuera necesario, porque el bebé es muy propenso a las otitis, se le pueden colocar tapones de cera para proteger los oídos del agua.
10) Dedicarles tiempo
Por úlitmo, un consejo para los padres. Disfrutad de vuestros bebés y permitidles a ellos disfrutar de vosotros. Por lo general, el ritmo frenético de la vida cotidiana desciende en verano y las familias suelen tomarse unos días de vacaciones. Ya sea que tengáis la suerte de hacer un viaje o no, aprovechad a pleno las buenas condiciones que ofrece el verano para pasar tiempo de calidad con vuestros hijos y recuperar el tiempo perdido a lo largo del año.
Foto | jonny2love en Flickr En Bebés y más | Diez consejos para disfrutar de las vacaciones con los niños