Hace un tiempo vimos los tipos de fotoprotectores que existen, y hoy vamos a centrarnos en cuál es el protector solar más adecuado para los bebés.
Partimos de la base de que pasear a un bebé de pocos meses bajo la luz solar intensa sin protección es peligroso debido a las sensibles características de su piel. Por ello habremos de tener precaución, y se considera esencial usar una indumentaria protectora al tiempo que fresca (sombrero, camiseta con manga corta... prendas de fibras naturales transpirables), así como hidratar al niño con regularidad.
Factor de protección según el tipo de piel.
También la fotoprotección es muy importante, más para los pequeños de piel clara. Para niños con piel oscura podría ser suficiente un factor de protección 20 (piel de tipo mediterráneo), pero para la piel y cabellos claros podemos llegar hasta la 40 o 50, del mismo modo que para los bebés pelirrojos y con tendencia a tener pecas.
Ello es debido a que, cuanto más clara tenga el bebé la piel, menos melanina tendrá para absorber rayos UV y protegerse contra los efectos nocivos del sol. Por el contrario, cuanto más oscura sea la piel, más melanina tendrá para protegerse.
Otros factores a tener en cuenta para escoger fotoprotector.
Otro factor a tener en cuenta es la zona en que vivimos, no es lo mismo vivir en latitudes extremas con poco sol que en lugares con muchas horas y muy intensas de sol. También la latitud es importante (a más altura, mayor efecto nocivo del sol) y la estación del año en que nos encontramos.
Tipos de fotoprotector más adecuado.
En cuanto al tipo de fotoprotector, lo mejor es utilizar las cremas o lociones, ya que son las más hidratantes para la piel de bebés y niños que otras variedades de protector solar (geles, barras o sprays).
Hay muchos tipos diferentes de cremas de uso infantil, incluyendo formulaciones para pieles sensibles, o para los niños algo mayores marcas con olores atractivos para ellos como a fruta, o a chicle... Son interesantes especialmente las versiones de larga duración, resistentes al agua y al sudor si vamos a estar en playa, piscina o expuestos a mucho calor.
Pero en lo que realmente habremos de fijarnos es en el FPS (Factor de Protección Solar), también conocido como IPS (Índice de Protección Solar), que es el número (20-50) al que hemos hecho referencia más arriba. Y no olvidar reponer la aplicación de crema cada cierto tiempo.
¿Protección solar para todos los bebés?
Aunque hemos de recordar que no todos los especialistas se ponen de acuerdo en si hay que poner protector solar a los bebés menores de seis meses, ya que consideran que a esa edad las cremas pueden causar irritaciones en su piel, habremos de consultar a nuestro médico y ser muy prudentes con el sol si nos desaconsejara el uso de fotoprotección en crema. Además recordemos que siempre conviene probar la crema de protección solar de modo escueto en una franja específica de la piel del bebé para observar si se produjera alguna reacción alérgica.
En cualquier caso, tengamos en cuenta la recomendación de que estos productos no contengan PABA y seguir nuestro sentido común a la hora de exponer a los pequeños al sol más intenso y a las horas más calurosas durante largos periodos de tiempo, algo que hay que evitar hasta que los niños crezcan.
Finalmente, recordamos que, a pesar de que todos necesitamos exponernos al sol, ya que es nuestra principal fuente de vitamina D, que nos ayuda a absorber calcio para tener los huesos fuertes y sanos, exponer a los pequeños al sol sin protección es peligroso.
Más peligroso si cabe para aquellos niños con lunares (o cuyos padres son proclives a desarrollar lunares), piel y pelo claros o antecedentes familiares con cáncer de piel. Así que todos estos consejos que os hemos ofrecido sobre la protección solar más adecuada para los bebés deben ser especialmente puestos en práctica con meticulosidad en dichos casos.
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