En los posts anteriores hemos visto qué es el estrés, cómo puede afectar en el embarazo y cómo prevenirlo. Pero ¿qué pasa si a pesar de todo nos sentimos estresadas? ¿Qué podríamos hacer?
Pues bien, llegados a ese punto siempre podremos considerar la opción de buscar la ayuda de un profesional que nos enseñe a combatirlo. Y ¿en qué consistiría esa ayuda? ¿Cómo se trata el estrés?
En este post trataremos de dar respuesta a esa pregunta.
Tratamiento del estrés
Todos los consejos del post anterior para prevenir el estrés durante el embarazo nos sirven también para combatirlo, pero si a pesar de ello nos sentimos estresadas o por lo que sea no somos capaces de ponerlos en marcha es aconsejable acudir a un psicólogo que nos enseñe nuevas habilidades y técnicas de afrontamiento.
Como dice la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS) si un individuo tiene buenas estrategias de afrontamiento puede estar mejor preparado para afrontar el estrés, pero en algunas ocasiones es posible que las demandas superen sus recursos. Por eso es bueno tener un repertorio de habilidades diverso y flexible.
Cada mujer embarazada tiene sus propias circunstancias, así que lo primero es identificar las causas de su estrés. En función de lo que averigüemos en este rastreo estableceremos un plan de acción orientado a mejorar su estado general.
Una completa evaluación psicológica es fundamental para establecer objetivos y técnicas de intervención adecuadas y personalizadas en cada caso. Además, es frecuente que junto con el estrés aparezcan síntomas depresivos, que también deberán ser atendidos.
No siempre podemos eliminar lo que nos estresa. Un jefe demasiado exigente, problemas en el embarazo, económicos, familiares… ¿quién no tiene problemas? En esos casos, es más útil aprender a manejar la situación que no podemos cambiar, de tal forma que podamos convivir con ella sin que condicione nuestra vida. Siempre podemos aprender a afrontar las cosas de otra manera.
Otras veces, sin embargo, sí podemos hacer algo para cambiar las cosas, pero no sabemos qué o nos sentimos bloqueadas. En estos casos un entrenamiento en solución de problemas puede ayudarnos a dar con la clave.
En la terapia cognitivo conductual, existen programas de reducción del estrés que han demostrado su éxito también durante el embarazo. Veamos uno de ellos.
Entrenamiento en Inoculación de Estrés
Uno de los procedimientos que más se emplea en la Terapia Cognitivo Condutual es el llamado Entrenamiento en Inoculación del Estrés. Engloba un conjunto de técnicas destinadas a preparar a las futuras madres a identificar y enfrentar situaciones de estrés. Estas técnicas abarcan tanto los síntomas cognitivos, como los físicos y conductuales.
No se trata de enseñarlas a superar una situación concreta con un plan específico, sino de aprender recursos para resolver esa y otras futuras situaciones.
Incluyen la preparación al fracaso: aprender a identificar las claves que anuncian un fracaso para planificar qué hacer. El fracaso puede ser un momento para aprender.
Los paquetes de Entrenamiento en Inoculación del Estrés constan de tres fases: una fase educativa, donde se explicaría teóricamente qué es el estrés, su influencia y cómo abordarlo; una segunda fase de adquisición de habilidades, donde tiene lugar el entrenamiento en las estrategias de afrontamiento presentadas en la fase anterior (incluyen técnicas como la relajación, la imaginación guiada, la meditación, el manejo de los pensamientos negativos, etc.) y una tercera fase de aplicación, donde se pondría en práctica lo aprendido en las situaciones reales de estrés.
Así que ya sabes, si te sientes estresada y notas que por ti misma no puedes combatirlo, no dudes en consultar con tu médico la opción de acudir a un profesional especializado en el manejo del estrés. Siempre es bueno adquirir nuevas habilidades y no olvidemos que nos pueden servir para abordar futuras situaciones.
Fotos | josemanuelerre, Jorge González Chau, en Flickr. En Bebes y mas Consejos para calmar la ansiedad en el embarazo, Documental del Punset: educación emocional desde el útero