En el octavo mes de embarazo, el parto es la idea más recurrente. Hay que seguir prestando atención a los cambios corporales (como ya se mencionó en el último post de esta serie) pero empezarán a ser especialmente importantes las sensaciones emocionales y el estrés previo al desenlace del embarazo.
Vamos a centrar la reflexión de este periodo del embarazo en las actitudes y hábitos que pueden facilitar la vida de la embarazada y en la situación que vive el feto con un tamaño cada vez mayor en un espacio cada vez menor.
La situación de la mamá en el octavo mes de embarazo
A la dificultad creciente de realizar las actividades ordinarias se añade el nerviosismo porque todo salga bien, y como las posibilidades de moverse son menores, es más fácil caer en pensamientos repetitivos, dudas y temores.
Es frecuente escuchar a las madres en su segundo o tercer embarazo, que no han tenido tiempo de ponerse nerviosas porque los hijos mayores no las han dejado. Parece razonable entonces que sea positivo encontrar una ocupación que permita pasar el tiempo de la forma más rápida y placentera posible.
Los paseos breves y en varias ocasiones a lo largo del día pueden ofrecer la oportunidad de distracción combinada con el efecto facilitador de la circulación de retorno que tiene el caminar.
Los baños de contraste con dos palanganas, una de agua fría y otra de agua caliente también son una buena opción para mejorar el descenso de inflamación en los tobillos. Si hay posibilidad de caminar con el agua por debajo de las rodillas (por la orilla del mar o en piscinas infantiles), la presión del agua será beneficiosa para que la circulación venosa y linfática se reactiven. Hay que tener muy en cuenta que es peligroso utilizar diuréticos porque pueden alterar el equilibrio hídrico del cuerpo. Podéis encontrar algunas entradas de nuestro blog centradas en el edema o la retención de líquidos.
Otro factor importante es el que se refiere al descanso. En la página web KindsHealth hacen una revisión completa de los aspectos que pueden interferir con un sueño reparador y se pueden extraer unas ideas para intentar que sea lo más satisfactorio y funcional posible: orinar antes de acostarse ya que la necesidad de ir al baño aumenta durante el embarazo, adoptar una postura lateral durante el sueño para aliviar las presiones (como ya se apuntó en "Bebés y más"), utilizar una almohada entre las piernas para favorecer una postura más relajada en la cadera... Es importante plantearse todos estos cambios sin agobios: el sueño es una actividad natural y no podemos pretender controlar la postura durante tres o cuatro horas seguidas ya que es normal moverse, pero quizá nos ofrezca alguna ayuda para sacarle un poco más de rendimiento.
El feto crece pero el espacio no
El movimiento es vida, pero disminuyen las posibilidades de flotación del feto por el descenso de espacio en el útero. La actividad cotidiana de la madre ayudará a aliviar esta situación ya que indirectamente, cuando se mueva ella, moverá al bebé.
Sus comportamientos son ya muy sofisticados y comienza a estar preparado para el nacimiento, aunque se adelantara.
Consideraciones médicas
La proximidad del parto nos debe hacer pensar sobre cómo facilitar la asistencia al centro médico. Debemos negociar con los familiares o con la pareja como solucionar la salida en caso de alguna situación de emergencia o duda.
Es preciso encontrar un equilibrio entre pecar de hipocondríacos y saturar el servicio médico y llegar en el último momento impidiendo una atención serena y tranquila. Debemos concretar con el ginecólogo y la matrona que han llevado el embarazo cuáles son signos de emergencia en los que debamos acudir a revisión y cuáles son los normales de esta situación tan avanzada. En mi opinión, en caso de duda es mejor acudir al hospital y que nos manden para casa que quedarnos con la inquietud de no saber si hacemos lo correcto o no (como dice el refrán: "entre que vas y vienes, por el camino te entretienes"). Seguro que el personal del centro sanitario lo ve como un incordio pero tampoco es que se de a luz todos lo meses.
Este octavo mes es un periodo especialmente conveniente para cuidar a la madre y hacer su experiencia satisfactoria y rica con la intención de que esté preparada anímica y físicamente para el último esfuerzo: el parto.
Foto | Flickr (Dizznbon) En Bebés y más | Calendario de embarazo: de la semana 33 a la semana 36 , Problemas de sueño en el embarazo,