¿Has notado alguna vez que durante una discusión acalorada o al recibir una mala noticia que te impresiona, se produce una subida de leche inesperada? Una eyección de leche súbita, fuerte y momentánea, que no influye en la producción posterior sino que se limita a unos pocos segundos.
El reflejo de eyección o reflejo de salida de la leche, lo que coloquiamente conocemos como "subidas o bajadas de leche", es una parte necesaria y normal de la lactancia materna. Las hormonas (prolactina y oxitocina) controlan el reflejo y permiten que la leche producida en las glándulas mamarias sea liberada dentro de los conductos galactóforos.
Hay determinadas situaciones establecidas que hacen que se produzcan estas subidas de leche, sin embargo quería comentar algo que, puesto en común con otras mamás, también les ha sucedido. Se trata de unas subidas de leche inesperadas, que no vienen dadas por los mecanismos habituales.
Las subidas de leche se producen, de manera habitual, en las siguientes situaciones:
Cuando el bebé succiona al mamar, hay unos impulsos sensoriales sobre el pezón que provocan la salida de la leche. Es la química del bebé y la mamá durante la lactancia. El estímulo del pezón produce, por vía de un reflejo neuro-hormonal (se estimula la glándula pituitaria) la liberación de prolactina y oxitocina dentro del flujo sanguíneo. Cuando éste llega al seno, la oxitocina hace que los diminutos músculos concentrados alrededor de los alvéolos, que están repletos de leche, se contraigan. Así, la leche es empujada hacia los conductos lácteos que lo transportan hasta los senos lactíferos ubicados justo bajo la areola. Sobre todo al principio de la toma es habitual percibir la subida fuerte de leche, especialmente en el pecho que no está tomando el bebé, e incluso puede salir un chorro de leche visible si el pecho está desnudo. Las madres notan esta eyección como una pequeña punzada o presión.
La oxitocina es también llamada la hormona del amor y está implicada activamente en nuestra vida sexual, incluido el parto. El placer sexual provoca variaciones en la secreción de prolactina y oxitocina, de modo que durante el orgasmo se facilitan las contracciones uterinas y la eyección de leche. En el momento del clímax se pueden notar estas eyecciones y también puede salir algún chorro de leche.
El reflejo eyectolácteo puede llegar a ser un reflejo condicionado que se desencadena con el llanto e incluso la sola presencia del niño, o al prepararnos para darle el pecho. Yo notaba esto sobre todo al inicio de la lactancia con mis dos hijas: era oírlas llorar y se producían las subidas.
Sin embargo, no he encontrado información acerca de este "efecto secundario" de una situación de alteración al recibir una impresión fuerte (una mala noticia que nos afecta) tal vez acompañada de un vuelco en el estómago o en el corazón y sofoco; o por estar inmersa en la tensión de una discusión que produce efectos similares.
Quiero pensar que podría tratarse de una respuesta instintiva del organismo que actúa del mismo modo que cuando se produce la subida de leche al escuchar el llanto del bebé: sabemos que tenemos que cuidarlo y nuestro cuerpo se prepara para ello. Ante una situación que nos impresiona o altera, puede que el reflejo de eyección de leche sea un modo de prever la posible necesidad del bebé ante una situación de "alerta".
El reflejo es tan fuerte que lo notas durante esos segundos en los pechos de manera intensa, llegando en ocasiones a empapar la ropa notablemente.
Después, todo pasa y la producción de leche se estabiliza, sin afectar a las tomas posteriores. Se trata de una eyección puntual que percibimos de igual modo a cuando uno de los pechos expulsa leche debido a la succión en el otro, aunque se nota en ambos pechos. ¿Habéis notado estas subidas inesperadas de leche?
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