Tras aproximadamente 40 semanas en las que tu bebé ha estado viviendo dentro de ti y está acostumbrado a oir los latidos de tu corazón, en el momento de nacer, como es lógico, sigue necesitando sentirte cerca, de manera instintiva, para sentir seguridad a la vez que se va adaptando a su nueva vida. Y es que tu bebé no solo descansa cuando duerme, también le hace falta relajarse el resto del día y una de las mejores maneras de conseguirlo es notando que estás presente la mayor parte del tiempo.
Piel con piel desde el primer minuto de vida
Además de para facilitar la instauración de la lactancia materna, un recién nacido necesita sentir cerca a su madre desde el primer minuto de vida, para tener esa sensación de protección que tenía cuando estaba envuelto en el vientre materno. Por eso les suele calmar el contacto directo, piel con piel, porque les ayuda a regular su temperatura, y refuerza el vínculo que nos une.
Las primeras semanas de vida tu bebé pasará la mayor parte del tiempo durmiendo y alimentándose, pero a partir de los dos meses, aproximadamente, estará más tiempo despierto y podrá comunicarse contigo a través de la mirada y emitiendo sus primeros sonidos.
Por ese motivo, para el bebé es importante poder establecer contacto visual contigo en la mayor medida posible, ya que si respondes con una mirada, una sonrisa o una caricia a sus primeros intentos de interacción, además de estimular su comunicación, conseguirás que se sienta tranquilo, seguro y feliz y, además, aumentarás su autoestima.
También se ha demostrado, recientemente, que tu bebé es capaz de discriminar tu voz del resto de sonidos desde el nacimiento y que, por eso, es muy importante que le hables mucho puesto que al oirte, le despiertas afecto y emociones, le ayudas a desarrollar la memoria e impulsas su habilidad para comunicarse.
Así que, siempre que puedas, debes intentar mantenerte cerca de tu bebé para interactuar con él cuando está despierto. Aunque estar a su lado no siempre es una tarea sencilla ya que el día tiene 24 horas y hay muchas más cosas que hacer.
Cómo tenerlo siempre cerca
Llevar a tu bebé en brazos es una bonita manera de mostrarle afecto y protección. Le encantará estar tan cerca de ti, pero a medida que va creciendo, su peso y sus movimientos hacen que te sea complicado realizar ciertas tareas con tu peque en brazos.
Hablamos de actividades tan cotidianas como vestirte, ordenar tu casa, darte una ducha, preparar la comida, practicar yoga… Para estos casos podrías acomodarlo en su cunita, si está despierto y lo que tienes que hacer es en esa misma habitación, porque dejarlo en el suelo no es nada recomendable si no puedes estar pendiente de él en todo momento. Otra solución más viable es colocarlo en una hamaca especial para bebés en la que lo puedas transportar de una habitación a otra con suma facilidad.
La hamaca Pocket relax de Chicco tiene un asiento grande y cómodo gracias a la entrepierna acolchada que asegura la máxima comodidad para tu bebé. Tiene una posición fija y otra de balanceo gracias a sus pies modulares y un respaldo reclinable en tres posiciones que la hace perfecta para transportar a tu bebé de hasta 6 meses de habitación en habitación e ideal para llevártela de vacaciones.
De escapada como en casa
¿Qué puedes hacer para seguir manteniendo ese vínculo al que has acostumbrado a tu bebé, si planeas una escapada a la montaña, una excursión o una salida a un parque? La hamaca Pocket relax de Chicco se pliega en 3D quedando compactada fácilmente a lo ancho. Como puedes comprobar en el video que tienes a continuación, es muy sencilla de plegar y desplegar gracias a sus dos botones y trae consigo una práctica bolsa de viaje con asa para trasladarla de un lado a otro.
En definitiva, cuando te apetezca hacer este tipo de planes con tu bebé en los que pueda entrar en contacto con la naturaleza y agudizar sus sentidos gracias a los nuevos sonidos que oirá, a las nuevas formas y colores que descubrirá, a las texturas que palpará y a los nuevos olores que notará, descúbreselas de la misma manera que cuando estás en casa con él, es decir, manteniendo contacto visual y sonoro directo para que pueda desarrollar su conocimiento y, al mismo tiempo, sentirse feliz y seguro al ladito de ti.
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