Los adolescentes están en una etapa en la que, muchas veces, tienden a encerrarse en sí mismos y a no querer expresar sus sentimientos. También en función de su personalidad (si son más introvertidos), puede que te encuentres con que te cuesta horrores sacarle más de una palabra a tu hijo.
"Sí", "no", "no sé...", y poco más. ¿Te suenan estas respuestas? ¿Te gustaría saber qué pasa por la cabecita de tu hijo? Si tu hijo adolescente te responde con monosílabos, quédate porque te damos siete frases que puedes usar para fomentar una comunicación más fluida con él.
Siete frases que puedes decirle a tu hijo adolescente para que se abra a ti
Para incitar a nuestros hijos a abrirse a nosotros y contar poco a poco más cosas, podemos utilizar frases que demuestren interés en lo que nos cuentan y que fomenten la confianza.
También, preguntas abiertas, para evitar que nos respondan con monosílabos. Con ellas, el mensaje que queremos transmitirles es que somos un "lugar" seguro para que depositen sus inquietudes o todo aquello que deseen compartir, y que pueden confiar en nosotros.
1. "Cuéntame más"
Parece una frase sencilla, ¿no? Y efectivamente lo es, pero también es muy efectiva. Es una frase que indica que estamos aplicando la escucha activa, y que invita al interlocutor (en este caso, nuestro hijo) a abrirse más, a no responder solo con un "sí", "no" o "tal vez".
Indica interés genuino y ganas de saber del otro; es, por lo tanto, una invitación a la apertura, a seguir manteniendo la comunicación. Si la utilizas, es probable que tu hijo se anime a contarte un poco más.
2. "Aunque a veces sientas que no te entiendo, estoy aquí para lo que necesites"
Y es que, no hace falta entender a las personas para acompañarlas. Lo importante es no juzgar y estar abiertos a escuchar. Y esto es lo que necesita escuchar tu hijo adolescente para abrirse a ti. Saber que, aunque muchas veces sienta que no le entiendes, puede contar contigo para desahogarse, buscar consejo, hablar...
3. "Me apetece hacer algo juntos, ¿qué te gustaría hacer?"
Una frase en la que, no le solicitamos explícitamente que nos cuente algo, pero sí le invitamos a hacer un plan juntos. Y ese plan puede llevar a lo otro, a que se abra y nos cuente sus cosas.
La idea de hacer cosas juntos es crear un espacio que permita forjar la confianza mutua, para que, desde ahí, sea más fácil abrirse. Todos necesitamos confiar para poder abrirnos, y los adolescentes, que suelen ser muy recelosos con su intimidad, aún más.
4. "¡Qué interesante! ¿Y qué pasó luego?"
Hay adolescentes que, debido a sus inseguridades, pueden pensar que al otro, en realidad, no le interesa tanto lo que explica (aunque el otro sean sus padres). Por eso debemos darles "pistas" de qué sí, a fin de fomentar la fluidez en la comunicación. Con esta frase de ejemplo fomentamos ese interés y les invitamos a seguir el relato.
5. "¿Y tú, qué opinas?"
Otra frase sencilla pero que también, estimula la comunicación, porque es una pregunta abierta. Si ante este tipo de frases contestan con "no sé", podemos compartir nuestra opinión y otra vez, rescatar algo del discurso o del tema en cuestión que tal vez, sea de su interés. "¿Y esto qué te parece? Yo lo veo así XXX".
Recuerda que no se trata de interrogarlo, sino de compartir tú también cosas con él y de, poco a poco, animarle a que se abra a ti mostrándole interés hacia sus cosas, pero sin invadir su espacio.
6. "Yo nunca te juzgaré"
Los adolescentes, como todos, necesitan sentirse seguros para poder abrirse. Y sentirse seguros pasa por saber que no serán juzgados al contar cosas que quizás les generan vergüenza, culpa o inseguridad, complejos, etc.
Si les juzgamos, rápidamente se cerrarán y tardarán mucho en volver a confiar en nosotros. Por eso, una frase como esta es una puerta a la apertura; eso sí, importantísimo no solo decirlo, sino también, lógicamente, cumplirlo. Recuerda que el hecho de que se sientan aceptados de forma incondicional les ayudará a mostrar un poco más su mundo interior.
7. "Puedes confiar en mí"
Todo aquello que nos cuente nuestro hijo adolescente tiene un gran valor, y como tal, debemos cuidarlo y protegerlo como si de un tesoro se tratase. Ellos necesitan saber que "sus cosas están a salvo" con nosotros, es decir, que les guardaremos "el secreto" (o cualquier cosa que nos cuenten, aunque sea menos trascendental).
Por ello, esta frase es una muestra de aquella confianza que les ofrecemos y que necesitan para abrirse. Recuerda que el lenguaje es importantísimo para poder crear estos espacios íntimos con tu hijo.
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