Si vuestros peques ya han empezado el curso escolar, seguro que os encontráis ante uno de los dilemas más frecuentes tras terminar las vacaciones escolares: ¿conviene que apunte a mi hijo a actividades extraescolares tras las clases? A continuación os damos algunas pautas para ayudaros a decidir y pequeños consejos para que los peques también disfruten en esos ratitos de actividades extraescolares eligiendo aquellas que más les pueden gustar.
Extraescolares sí, en su justa medida
Con el inicio del curso escolar, muchas familias tienen que hacer auténticos malabares para conciliar la vida laboral y familiar. Para poder organizarse un poco mejor y ocupar las tardes, o incluso fines de semana de los niños, muchos padres se plantean recurrir a las clases extraescolares.
Las extraescolares pueden resultar muy beneficiosas para los niños si se plantean adecuadamente y en su justa medida, teniendo en cuenta sus necesidades. Conviene, ante todo, que seáis conscientes que, tras la larga jornada escolar, los niños suelen traer deberes para hacer. De esta manera, el horario de estudio resulta bastante largo y agotador, por lo que no es recomendable saturarlos demasiado ni sobrecargar el resto del día.
Los niños deben, sobre todo, jugar y pasárselo bien, siendo lo realmente saludable para ellos que tengan tiempo libre. Por eso, no deberían tener más de una o dos extraescolares, intentando no ocupar más de tres tardes a la semana. El resto del tiempo, que no es mucho, pueden ir al parque, en bici, quedar con los amigos o jugar en casa.
¿Cómo elegir?
Inglés, fútbol, natación, música, informática, danza… Hay muchísimas opciones donde elegir, pero, ¿cómo hacerlo? Lo primordial es que os decantéis por algo que motive al pequeño. Si decidís por vuestra cuenta matricularlo en una clase sin consultarle, corréis el riesgo de que ir a mitad de curso se resista a ir. Lo mejor es preguntarle qué le gustaría hacer y escoger juntos, también en función de la agenda familiar y del presupuesto.
Es posible que lo que a priori puede ser una buena opción para él, le resulte muy aburrido al probarlo. No pasa nada, es normal e incluso aconsejable que pruebe distintas actividades, pero conviene que termine el curso para no acostumbrarse a dejar las cosas a medias y que adquiera el hábito del compromiso y la responsabilidad. Si este año decide que la música no es lo suyo, quizá el curso próximo puede probar el ballet o el baloncesto.
Si no tiene las ideas claras, podéis guiarle para que realice alguna actividad que le beneficie. El inglés o la música son algunas de las actividades más demandadas, pero lo ideal es que la clase extraescolar combine la actividad intelectual con la física, intentando que el juego sea la base para que los niños se diviertan mientras aprenden.
Las actividades deportivas también resultan muy apropiadas ya que los índices de obesidad infantil en nuestro país resultan cada vez más alarmantes. Si los niños se pasan largas jornadas en las aulas, es lógico pensar que lo que más les conviene al terminar las clases es hacer algún deporte y no una actividad sedentaria.
La planificación es importante
Aunque apuntar a vuestros hijos a actividades extraescolares os pueda parecer la solución perfecta para organizaros mejor y tener más tiempo, la realidad es que también deberéis realizar un esfuerzo para sincronizar la agenda semanal familiar, especialmente si tenéis más hijos. Al menos los primeros días del curso es interesante que anotéis de manera detallada los horarios y peculiaridades de cada actividad extraescolar. Si además lo imprimís y colocáis en un lugar visible haréis partícipes a toda la familia de la agenda familiar.
Al regresar a casa es muy recomendable lavar la ropa sucia o húmeda tratándola con un producto específico, como Neutrex con lejía para la ropa blanca o Neutrex Oxy Color, para las prendas de color. Si viene de la piscina o lleva toallas en la bolsa de deporte, conviene sacar el material húmedo lo antes posible y tenderlo. De esta manera, evitaréis que empiecen a oler a humedad, señal que se están formando bacterias y hongos.
Usando Neutrex con lejía para la ropa blanca conseguiréis un blanco radiante además de eliminar las manchas difíciles, como por ejemplo las de césped o barro. Esto también será fundamental en la limpieza de otro tipo de prendas, como por ejemplo los baberos o batas, si realizan manualidades o talleres de artes plásticas.
Como veis la actividad extraescolar perfecta no existe, todo depende de vuestras necesidades y las de vuestros hijos, que son principalmente aprender jugando y realizar actividad física a lo largo de la semana. Hagan lo que hagan, siempre encontraréis maneras para organizaros lo mejor posible y que las nuevas rutinas no os sobrepasen ni os supongan una carga excesiva de trabajo en casa.
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