Después de 40 semanas aproximadamente en las que tu cuerpo ha ido cambiando poco a poco y de experimentar esa maravillosa sensación de ponerle carita y tener a tu bebé en brazos, llega el momento de intentar imponer rutinas, planificaciones y puestas a punto en tu nueva vida como madre. Una de las preocupaciones que suelen tener las madres, sobre todo las primerizas, es saber si van a recuperar su figura anterior al embarazo. Perder peso no debe ser una prioridad en esta nueva etapa de tu vida, pero sí lo es estar sana, a gusto contigo misma y dedicar el máximo tiempo posible a tu bebé. Con estos consejos podrás ir recuperando tu figura poco a poco a medida que avanzan los meses.
Fuera prisas
Nuestra primera recomendación es que te lo tomes con calma y no te desesperes pues es un proceso que requiere su tiempo y en el que, como en todo, cada mujer es un mundo y se recupera de forma diferente. Aunque los medios de comunicación se empeñen en vendernos mujeres con cuerpos milagrosamente recuperados en cuestión de días, la realidad no es la misma y tampoco es lo más aconsejable ni lo más sano. Debemos tener en cuenta que el período de tiempo conocido como "cuarentena", es decir, las 6 primeras semanas posteriores al nacimiento del bebé, no es el más adecuado para empezar a plantearse dietas y/o ejercicios.
La lactancia, clave en la recuperación post-parto
Una de las muchas virtudes que tiene decantarse por la lactancia materna para alimentar a tu bebé es, precisamente, la de ayudar al cuerpo a volver a su peso cuanto antes, dado que la mujer utiliza sus depósitos de grasa acumulados durante el embarazo para la producción de leche. Según la OMS, la lactancia materna ayuda a las mujeres a recuperar más rápidamente su peso anterior al embarazo y reduce las tasas de obesidad, de modo que si queremos regresar a nuestra figura, una de nuestras recomendaciones es disfrutar de una lactancia prolongada.
Debes tener en cuenta que si te decides por la lactancia materna, no es aconsejable hacer dieta de manera incontrolada pues en esta fase de tu vida necesitas pasar muchos nutrientes a través de la leche que generas a tu bebé que podrían perderse si no ingieres los alimentos adecuados. La dieta, ahora más que nunca, debe ser equilibrada y rica en calcio, hierro, yodo, fibra... Tus mejores amigos serán la fruta, la verdura y el agua que te mantendrá hidratada, te ayudará a luchar contra la retención de líquidos y además, a prevenir el envejecimiento prematuro.
En movimiento contínuo
Una vez finalizada la primera fase, la de la cuarentena, llega el momento de plantearse hacer alguna actividad física, pero no todo vale. Tu cuerpo todavía no se ha recuperado y el músculo pélvico, tanto por el peso que ha soportado durante el embarazo como por el esfuerzo realizado en el parto si ha sido natural, sigue debilitado por lo que no es conveniente decantarse por deportes que requieran movimientos bruscos y de impacto como correr o saltar. La introducción del deporte debe ser progresiva siendo aconsejables los paseos cortos para activar la circulación y la musculatura y los ejercicios para recuperar el suelo pélvico.
De paseos cortos a largas caminatas
Desde el primer día de vida del bebé fuera del hospital, es muy recomendable sacarlo a pasear, pues el contacto con el exterior favorece el desarrollo de sus sentidos y, además, es un ejercicio perfecto para la madre. Vuestro compañero ideal para estas salidas será la silla de paseo Echo Deep Blue. Homologada para su uso desde el primer día de vida de tu bebé (0m), cuenta con un respaldo rígido reclinable por completo y con hasta cuatro posiciones y un reposapiés también reclinable en dos posiciones. Su estructura sólida y sus 8 ruedas la convierten en el aliado perfecto para los paseos diarios. Dispone de una capota parasol que puede convertirse en sombrilla y de una barrera transversal protectora. Se pliega fácilmente y es fácil de transportar.
Fortaleciendo el suelo pélvico
En un parto natural, toda la musculatura del suelo pélvico realiza un esfuerzo considerable que puede derivar en un debilitamiento del mismo. Por esta razón, es importante fortalecerla lo antes posible para evitar padecer en un futuro incontinencia urinaria. Los ejercicios de Kegel fueron inventados por el Dr. Arnold Kegel con la finalidad de ayudar a las mujeres a volver a tonificar su musculatura pélvica. La base de estos ejercicios se basa en aprender a controlar y relajar el músculo pélvico con el objetivo de fortalecerlo. Quizás lo más complicado sea identificar el músculo pero una vez localizado podrás hacer los ejercicios dónde y cuándo quieras sin que nadie lo sepa. En este artículo tienes algunos ejemplos prácticos perfectos para principiantes.
Una vez domines los ejercicios de Kegel y los paseos con tu bebé formen parte de tu rutina diaria, puedes probar con otro tipo de deportes como la bicicleta estática o la natación, así como practicar Pilates, deporte perfecto para continuar con el fortalecimiento de los músculos.
Con la ayuda de la lactancia materna y alguna de estas actividades físicas seguro que poco a poco tu cuerpo irá moldeándose, tonificándose y fortaleciéndose hasta recuperar su normalidad.