A pesar de que, por desgracia, cada año nos llegan noticias de niños que mueren ahogados en piscinas, el riesgo y las tragedias siguen existiendo porque el agua, aunque divertida, es muy peligrosa.
Lo es, porque para flotar los niños necesitan saber nadar, o bien hacer uso de dispositivos que les permita flotar y cuyo uso requiere de nuestra continua supervisión.
Ahora parece que los riesgos podrían disminuir gracias a Antonio Ibáñez, según leemos en El Mundo, un ingeniero que ha inventado el agua flotante, precisamente para acabar con los ahogamientos en niños.
"Una familia destrozada por un minuto de despiste"
Así es como Ibáñez resume los riesgos del ocio en el agua, con mucho acierto: un minuto de despiste (o incluso menos) es suficiente para que ocurra un accidente en el agua que pueda acabar en tragedia, y con una familia totalmente destrozada por la pérdida y la culpa que va asociada.
Por eso decidió centrar sus esfuerzos en intentar evitar dichos episodios, y desde hace 20 años ha desarrollado diferentes soluciones.
Primero creó una piscina antiahogo cuyo suelo se eleva cuando un peso permanece un tiempo determinado (si alguien ahogado llegara al fondo, este sube hasta la superficie):
Este desarrollo obtuvo en 2003 el Primer Premio Internacional en el salón de la Feria de Barcelona a la Innovación Tecnológica.
El agua flotante
Tras esa solución pensó que podría ser interesante que los niños se pudieran bañar en un medio menos peligroso, y así inventó el agua flotante, cuyo diseño acaba de mejorar.
Mediante productos que la hacen inocua, el ingeniero ha conseguido aumentar la densidad del agua para aumentar la flotabilidad hasta el punto de hacerla mucho menos peligrosa.
Aunque Ibáñez asegura que gracias a su patente "los padres podrán estar tranquilos mientras sus hijos se divierten en la piscina", y pese a que el sistema parece que funciona, como veréis en el vídeo posterior, siempre debe quedar claro que el mejor salvavidas de los niños son los padres observando cómo se bañan sus hijos.
Un avisador de ahogamientos
Pero esto no es todo. Este ingeniero presentará este año una serigrafía incolora que se aplica en la nuca y permite controlar, en tiempo real, el tiempo de inmersión de la persona o niño que la lleva.
Este dispositivo podrá avisar a los padres en caso de que el niño lleve más tiempo del previsto bajo el agua, para que actúen.
De nuevo, un invento que seguro que será muy útil, pero que nunca debería sustituir la presencia y la vigilancia activa de los adultos, máximos responsables de la seguridad de nuestros hijos, incluso cuando se están divirtiendo y es verano, y estamos todos descansando un poco de nuestras responsabilidades y obligaciones. De todas, menos de una, la seguridad de los pequeños.
Foto | iStock
En Bebés y más | Las terribles imágenes de un niño ahogándose en una piscina de Finlandia sin que nadie haga nada, ¿Cómo disfrutar de la piscina con los niños y sin riesgos?, No te fíes nunca del socorrista de la piscina