El test de embarazo puede ser algo engañoso, buscar un resultado positivo cuando el embrión todavía está atravesando unos días muy cruciales es algo que muchas futuras mamás suelen hacer. Por esta razón, no se considera aborto si se produce después de un resultado positivo del test.
Se dan casos en los que un test da positivo y pasados unos días, cuando la futura mamá acude al ginecólogo, éste le comunica que no está embarazada a pesar de que el test dio positivo. Durante las primeras semanas de gestación, sin motivo aparente, a causa de la selección natural, la evolución humana y concretamente, es algo que tiene que ver con la reproducción humana, se puede perder un embarazo nada más concebirlo, por eso no es bueno abusar de la información proporcionada por un test de embarazo.
Según las estadísticas, tan sólo 3 de cada 10 embarazos llegan a término, la mitad de los embriones detienen su formación antes de que la futura mamá tenga su primer retraso menstrual. El 50% de los embriones se pierde antes de que se dictamine un embarazo, según los especialistas esto es muy normal. Los nuevos sistemas y el rápido diagnóstico de un test de embarazo, puede provocar que una mamá ilusionada se lleve una desgraciada sorpresa, entonces, si es así, quizás deberían cambiar el sistema de los test o por lo menos indicar a partir de que fecha se puede realizar. Para una mujer hacerse ilusiones y tras ellas afrontar una realidad bien distinta, puede ser causa de nostalgia y tristeza y no hay por qué pasar por ello, ya que es algo natural que se da en el proceso biológico de la concepción.
Según los expertos, la fecundidad humana es imperfecta y además, conforme avanza la edad de una mujer, lo es más, así lo asegura Eduardo Lombardi, presidente de la SAEGRE (Sociedad de Endocrinología Ginecológica y Reproductiva).
Los expertos aconsejan calma frente a la alegría que pueda dar un test de embarazo, ya que los niveles hormonales pueden jugar una mala pasada, por tanto si tienes un resultado positivo del test, es bueno esperar unos días y cerciorarse nuevamente.
Vía | El Once