Ayer pudisteis ver un vídeo en el que una mamá mostraba su barriga cuatro días después de dar a luz y comentaba que se estaba poniendo, o que tenía intención de hacerlo, porque por la cara con que lo decía no parecía acabar de seguir la recomendación, una faja para después del parto que le ayudara a ir bajando la barriga.
Cuando mi primer hijo nació varios profesionales le recomendaron a mi mujer que se pusiera una faja durante un mes, y lo hizo, con buenos resultados. Con los otros hijos algunos le recomendaron que no se pusiera faja, y no lo hizo, con también buenos resultados. Ante esta disyuntiva, vamos a tratar de responder a la pregunta que muchas madres se harán: usar faja después del parto, ¿sí o no?
No está demostrado que ayuden a recuperar la figura
Volviendo al vídeo que vimos ayer, si leéis los comentarios en YouTube podréis ver a varias madres recomendando el uso de la faja para reducir la barriga y recuperar antes la figura.
Sin embargo, no está demostrado que el uso de una faja tras el parto ayude a una mujer a recuperar antes su figura (es decir, a las que les ha ido bien seguramente les habría ido bien también el no usarla), aunque sí es cierto que ponerse faja ayuda en la contención de la barriga y otorga una mayor sensación de seguridad a la hora de hacer según qué movimientos.
Usar sí, abusar no
Como he comentado más arriba, cuando tuvimos a nuestro primer hijo, hace más de seis años, fueron varias las personas que le recomendaron a Miriam el uso de una faja, al menos durante el primer mes. Pasado el tiempo esta recomendación ha ido desapareciendo por una razón muy simple: si se utiliza mucho los músculos del abdomen y la espalda no se ejercitan tanto y la cintura tarda más en tener una movilidad fluida y fiable.
Es como si después de dar a luz, para descansar, una mujer decidiera hacer vida en silla de ruedas (bien, no es lo mismo, pero exagero para ejemplificarlo). Pasado el primer mes tendrá las piernas descansadísimas, pero a la hora de caminar de nuevo seguro que tendrá muchos más problemas que si hubiera caminado cada día un poco más desde el primer día.
Por eso ahora se dice que la faja se puede utilizar unos días si la madre se siente más segura y más a gusto con ella (sujeta la barriga, presiona el abdomen de nuevo hacia el cuerpo y sujeta la zona lumbar), pero no demasiados para que después toda su musculatura empiece a trabajar por sí sola con los movimientos habituales del cuerpo y no se atrofie o acomode a la sujeción que aporta una faja.
¿Y si la mujer da a luz por cesárea?
Si una mujer da a luz por cesárea parece que el uso de una faja está todavía más aconsejado, pero la respuesta es la misma. Los primeros días puede agradecerse mucho, porque el abdomen no está para mucha juerga (normal teniendo en cuenta que lo han cortado), pero pasados unos días es mejor no abusar de una faja para que, como si la mujer hiciera rehabilitación, los músculos vayan cogiendo tono y elasticidad y pueda, entre otras cosas rutinarias, caminar erguida y en definitiva hacer vida más o menos normal lo antes posible.
Foto | remysharp
En Bebés y más | Faja para cesárea, Dolor de espalda durante el embarazo, Dieta para recuperar la forma después del parto, pero también ejercicio