Gracias a que en la época presente hay menos niños pasando hambre, gracias a que las condiciones higiénicas son mucho mejores, y gracias a que contamos con una vacunación sistemática subvencionada por la seguridad social, y que no tenemos que pagar por vacunas como la del sarampión, se ha conseguido acabar en España con la transmisión de este virus que, en ocasiones, puede ser muy peligroso.
Así lo dictaminó la OMS el pasado 26 de septiembre, tal y como se explica desde la Asociación Española de Pediatría, al informar de los logros en la lucha contra el sarampión y la rubeola en Europa.
42 países han logrado controlar el virus
Dicha información presentada resumió las conclusiones que ya se extrajeron en junio en la Sixth Meeting of the European Regional Verification Commission for Measles and Rubella Elimination (RVC), que se celebró en Bucarest, y donde se hizo público que el 79% de los países de Europa, en total 42, habían conseguido interrumpir la transmisión del sarampión.
De todos ellos, 33 habían conseguido mantener el contador de contagios a cero durante al menos 36 meses sucesivos, que son los necesarios para recibir la certificación de país libre de sarampión. España es uno de ellos, siendo la primera vez que lo consigue, junto a países como Croacia, Grecia, Islandia, Lituania, Moldavia, Montenegro, Reino Unido y Suecia.
Por contra, se mantienen en situación de endemia (hay riesgo de infección) 9 países: Bélgica, Bosnia-Herzegovina, Francia, Georgia, Italia, Kazajistán, Rumanía, Serbia y Ucrania.
¿Hasta cuándo será así?
Esta acreditación se mantendrá mientras no se produzcan casos de sarampión originados en el país, y para ello es importante que las coberturas vacunales sigan siendo elevadas, ya que en caso de que desciendan el virus podría reaparecer y generarse nuevos contagios.
En este sentido, la OMS advierte que en los últimos años las coberturas globales en europa han descendido del 95% en 2012 a un 93% en 2016.
En España han aumentado
Por contra, los datos de España hablan de una tendencia al alza, siendo muy importante para haber logrado dicha acreditación.
Como veis en este gráfico, los movimientos antivacunas se hicieron especialmente fuertes en nuestro país en los años 2008-10, y la primera dosis de la vacuna descendió a una cobertura por debajo del 96%, mientras que la segunda dosis llegó a estar por debajo del 91%.
Hacia el 2013 volvió a disminuir el porcentaje de niños vacunados, y desde entonces no han hecho más que aumentar los porcentajes hasta llegar a niveles cercanos a los que teníamos en 2006: para la primera dosis de la vacuna triple vírica (sarampión, rubeola y parotiditis) la cobertura es del 96,7%, y para la segunda dosis es del 94,7%, siendo el ideal que en ambos casos se consigan coberturas por encima del 95%.
¿La razón de las oscilaciones? No soy experto, así que estas conclusiones deberían tomarlas los estudiosos en la materia, pero estoy bastante convencido de que la mayor difusión actual de casos de enfermedad y muertes de niños en todo el mundo, por enfermedades fácilmente controlables como el mismo sarampión, hace que muchos de los que se plantean o no vacunar decidan finalmente hacerlo.
Y es que muchas son enfermedades que hace mucho tiempo que no se ven y les hemos perdido el miedo. Sin embargo, al bajar las coberturas vacunales en muchos países desarrollados, aumentaron los casos de enfermedades relativamente graves, y con Internet hoy en día todo se sabe, aunque no suceda cerca de casa.
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