Uno de los grandes interrogantes que nos hacemos los padres cuando no queda otra que volver a trabajar es con quién dejaremos a nuestro bebé, quien a esa altura como mucho contando la baja maternal y vacaciones tendrá unos cinco o seis mesesitos.
¿Es preferible dejarlo en casa a cargo de una niñera o llevarlo a una guardería?(bueno, a una escuela infantil, para que no se moleste nadie).
Yo misma me he hecho la pregunta cuando tuve que decidir, aunque lo tuve más fácil porque mi niña tenía ya casi año y medio. Personalmente, prefiero la escuela infantil, por varios motivos que explicaré a continuación.
Por empezar, y lo más importante, porque es preferible que se relacione con otros niños de su edad antes que con una niñera, sinceramente eso creo, si no voy a ser yo o los abuelos quien l@ cuide, prefiero que esté con otros niños. Aunque no dudo del cariño que pueda darle una cuidadora, me quedo con la sociabilización temprana del bebé y con la enorme cantidad de estímulos que recibe en el ámbito de la escuela.
Eso sí, hay que asegurarse de que el sitio donde dejamos a nuestro hijo sea de absoluta confianza y luego pasar el mal trago de la adaptación. Es normal que al principio al niño le cueste quedarse en un sitio que desconoce, pero si se lo pasa bien, estará mejor allí rodeado de sus pares, jugando, pintando y cantando, que en casa.
Ya sabemos que en casa está rodeado de sus cosas, de sus juguetes, tiene atención exclusiva, duerme la siesta en su cuna mientras que en la escuela las cosas son distintas. Hay otros niños que atender (pero eso le enseñará a compartir desde temprano y a fomentar su autonomía) o duerme en un colchón en el suelo (a mí eso me daba una pena terrible, pero un día fui a verlos para quitarme la angustia y duermen perfectamente… y enseguida).
Una de las contras de la guardería es que ese contacto con otros niños tiene sus beneficios pero también provoca contagios de enfermedades de todo tipo. Los muy pequeñitos suelen pescarse de todo, cada dos por tres, caen, y los mocos son una constante. (lo digo por experiencia)
Ante ese imprevisto de que el niño esté malito y tenga que quedarse en casa hay que tener un “plan B”, es decir, alguien que pueda venir a casa a cuidarlo si los padres no pueden faltar al trabajo.
Pero claro, tampoco hay que descartar que la niñera por el motivo que sea no pueda venir a cuidar al bebé, y ahí lo mismo, tenemos que recurrir al “plan B”.
Por otro lado, hay un factor que influye (y bastante) a la hora de tomar la decisión que es la parte económica, que cada cual conocerá su situación. Una persona que cuide al niño en casa significa una buena cantidad de dinero, probablemente más que una escuela privada y seguramente bastante más que una pública.
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