El otoño se convierte en un momento especial para visitar los numerosos bosques y parajes naturales que pueblan España. Sus colores rojos, dorados y anaranjados proyectan una imagen cautivadora para disfrutar de una excursión en familia y recrear preciosas fotografías con los peques.
Por eso, hoy os proponemos trece parajes naturales que visten impresionantes en esta época del año. Quizá tengas la suerte de vivir cerca de alguno de estos mágicos lugares, pero si no es así no dudes en planear una escapada otoñal con tu hijos y vivir una auténtica aventura.
Fragas do Eume (Galicia)
Con una superficie de más de 9000 hectáreas, el Parque Natural de las Fragas del Eume es un impresionante espacio protegido en la provincia de La Coruña.
Este bosque, habitado por menos de 500 personas, ofrece una vegetación tan densa que en algunas partes ni siquiera deja pasar la luz. Su buena conservación ha hecho posible que se mantenga el manto vegetal típico de los bosques atlánticos. En varios rincones de las Fragas del Eume todavía se pueden contemplar bonitas ruinas de antiguas construcciones: monasterios, molinos, hornos...
Atravesado por el río Eume, esta zona montañosa ofrece desniveles de hasta 300 metros en sus laderas. Gracias al alto nivel de protección, el parque natural alberga numerosas especies de anfibios, como el sapo común, la lagartija serrana, o la salamandra común.
Bosque de Muniellos (Asturias)
La Reserva natural de Muniellos ubicada en el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, en el sureste de Asturias tiene una flora y una fauna únicas en Europa.
Paseando por las coloridas sendas de este parque, es posible cruzarnos con una multitud de aves de tamaños diferentes, desde el carbonero común hasta el águila real. Los mamíferos también tienen su espacio con osos pardos o lobos, zorros y gatos monteses.
Las Tablizas es el Centro de Recepción de visitantes de Muniellos. Acoge a los visitantes, e informa sobre la increíble diversidad biológica del lugar y su preservación. Tras la visita podemos escoger uno de los muchos senderos y descubrir sus innumerables secretos.
Braña de los Tejos (Cantabria)
Braña de los Tejos está ubicado en la comarca montañosa de La Liébana y fundida con el Parque Nacional de los Picos de Europa. Desde él se divisa la montaña Palentina, las sierras costeras de Asturias y Cantabria y, por supuesto, los espectaculares Picos de Europa.
Está considerado como un bosque peculiar por su población de Tejos, una especia robusta y longeva que alcanza más de mil años de edad y que era el árbol sagrado de los cántabros.
Con más de 1400 m de altitud, se puede recorrer en una senda circular de 16 km donde se observan otras especias arbóreas autónomas como robles, castaños, abedules y fresnos, mientras la vista se funde con la imagen de montañas, valles y pueblos costeros.
Parque Natural de Gorbeia (Vizcaya y Álava)
En el Parque Natural de Gorbeia se dan cita paisajes de muy diversa índole, desde rocas escarpadas, hasta zonas suaves de verdes pastos, bosques de hayedos y robledales, y preciosas cascadas con espectaculares saltos de agua.
Un buen ejemplo de ello es la Cascada de la Gujuli, en la que el río Jaundia se precipita al vacío desde un escarpe calizo de más de 100 metros de desnivel, creando un espectáculo sorprendente.
El macizo de Itxina es otro de los puntos de interés de este Parque Natural. Se trata de un espacio protegido que podremos descubrir mediante excursiones, senderismo y actividades espeleológicas en las diferentes cuevas que lo integran.
La selva de Irati (Navarra)
En los Pirineos navarros hay un lugar que parece sacado de un cuento de hadas. Además, en otoño, con todas las hojas de los árboles cayendo y cambiando de color el espectáculo natural de la selva de Irati es impresionante.
La zona está muy bien preparada para recibir visitas de todo tipo. Hay senderos interpretativos para descubrir cómo se gestionaban los recursos forestales, se pueden ver caballos, ovejas y vacas, antiguas carboneras y pasarelas por encima de arroyos. También hay rutas para bicicletas, y una gran variedad de setas para los aficionados a la micología.
Puedes preparar tu excursión visitando su página web. ¡Seguro que no os dejará indiferentes!
Parque Natural Sierra de Cebollera (La Rioja)
La Sierra de Cebollera es un enclave geológico privilegiado dentro del Sistema Ibérico. Es famosa por sus glaciares, sus bosques naturales de pino silvestre, haya y roble rebollo, sus arroyos y cascadas.
No es difícil dejarse invadir por la magia otoñal de este privilegiado entorno, que podemos descubrir gracias a las exposiciones y actividades educativas que se programan en el Centro de Interpretación del Parque Natural, y a los paseos y marchas guiadas que organiza el Parque, y que además nos permite descubrir todos los detalles de la flora, la fauna y las transhumancia.
Bosque de Gamueta de Ansó (Huesca)
Situado en el Pirineo aragonés, el Bosque de Gamueta de Ansó está reconocido como uno de los bosques atlánticos mejor conservados. Poblado por miles de hayas y abetos, en otoño se convierte en un espectáculo de colores diversos que convierten su recorrido en un momento mágico.
Se trata de uno de los últimos refugios para plantas y animales en peligro de extinción, y del mayor conjunto de árboles monumentales de Aragón. El hayedo de Gamueta es un paraje con escasa intervención humana que conserva las características originales de estos entornos naturales.
Con unas 100 hectáreas de extensión, en él se puede disfrutar de diferentes sendas, la más conocida parte desde el refugio de Linza. Desde ellas se puede apreciar el espléndido valle, el barranco y el circo. Durante el paseo, el visitante puede acceder desde el barranco a la cascada de Gamueta que, tras época de lluvia, forma un bonito salto de agua.
Para terminar, muy cerca está la localidad de Ansó, considerada como uno de los villas más bonitas de España y que bien merece una visita.
Parque Natural del Monasterio de Piedra (Zaragoza)
El Monasterio de Piedra y su entorno es considerado como una de las excursiones más bellas de Europa, y no falta razón. El Parque Natural del Monasterio de Piedra se encuentra ubicado en Nuévalos, Zaragoza, y es el lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza en estado puro.
A la visita al monasterio, con 800 siglos de historia, se suma un recorrido por la naturaleza plagado de sorpresas: cascadas, arroyos, grutas, lagos y el cantar de más de 20 especies distintas de aves.
Proponemos este viaje como una forma de deleite de los sentidos. ¡Y es que no encontrareis paseo en familia que pueda fascinar tanto a grandes y pequeños.
Hayedo de Montejo (Madrid)
Situado en el extremo norte de la comunidad de Madrid, se trata de un hayedo primigenio. Es decir, que esta zona ha sido completamente preservada de cualquier actividad humana, y nunca fue explotada o reducida.
Declarado de Interés Nacional, las visitas al Hayedo de Montejo están limitadas para preservar la diversidad de la naturaleza presente. Podemos entrar en el bosque, pero siempre mediante reserva y acompañado por un educador, que nos enseñará lo más destacable de este entorno y cómo protegerlo.
Debido al pequeño tamaño del hayedo de Montejo su fauna es atípica: podemos observar pájaros carpinteros, jabalíes, corzos, nutrias… Algunas hayas tienen su propio nombre: la más conocida es la Roca, con más de 250 años.
El Parque Natural de la Pedriza (Madrid)
En Manzanares el Real se encuentra el Parque Natural de la Pedriza, en plena Sierra de Guadarrama. Este espacio tiene un gran interés geológico, donde escaladores, senderistas y excursionistas se dan cita para disfrutar de su paisaje rocoso.
Con una superficie de 33.960 hectáreas, la Pedriza ofrece múltiples posibilidades y escenarios, gracias a sus macizos rocosos, su gran cantidad de saltos de agua, sus cascadas y sus piscinas naturales, siendo la más famosa la de la Charca Verde.
Pero además de disfrutar de sus ríos y su diversidad geológica, los niños podrán admirar la riqueza de su flora y su fauna, destacando especialmente las más de 100 especies de aves, los mamíferos ibéricos, los anfibios y reptiles, y el hermoso espectáculo de metamorfosis que nos dejan los insectos en esta época del año.
El Hayedo de la Pedrosa (Segovia)
El Hayedo de la Pedrosa se encuentra a poco más de 9 km del municipio de Riaza, en Segovia. Este grandioso espacio natural cuenta con más de 1930 hayas, un sitio ideal para descubrir todo los colores que puede adoptar el bosque en otoño: amarillo, marrón, rojizo, ocre.
Hay diversas rutas por dentro del hayedo que varían en distancia y en dificultad. En la Oficina de Turismo de Riaza nos proporcionarán todos los datos para llevarlas a cabo fácilmente con los niños.
El Parque Natural Cañón del Río Lobos (Soria y Burgos)
Ubicado en las provincia de Soria y Burgos, El Parque Natural Cañón del Río Lobos cuenta con un relieve espectacular; no en vano, está considerado como uno de los paisajes más bellos de España.
Cuenta con muchas rutas de senderismo, fáciles para realizar con los peques y así recorrer extensos bosques de sabinas y pino laricio o contemplar su variada fauna, como buitres leonados, águilas reales, halcones, corzos, jabalíes, ardillas, nutrias, gatos monteses...
Desde la ermita de San Bartolomé, de origen templario, apreciamos este singular cañón en todo su esplendor.
Bosque de los Alcornocales (Cádiz)
Entre Cádiz y Málaga, se extiende el increíble Parque Natural de los Alcornocales, que se prolonga a lo largo de casi 170.000 hectáreas de terreno. Es una de las poblaciones de alcornoques más grande del mundo, donde la riqueza en humedad del suelo ha dado lugar al nacimiento y buena conservación de una flora muy singular, la Laurisilva, donde tienen una presencia relevante el laurel, rododendro, el acebo o el aliso.
Este alcornocal tiene especiales peculiaridades como sus árboles de gran altura (a diferencia de otros alcornocales más bajos) que forman grandes bosques. Una masa forestal en la que habitan multitud de aves como cigüeñas, milanos o águilas que reposan en este bosque para luego migrar y cruzar el cercano Estrecho de Gibraltar.
Agradecimientos | ColorBaby
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