Hemos visto que la tendencia en mobiliario para niños son piezas decorativas, pero que a la vez cumplen una función lúdica, como Max in the box, un sistema modular ideal para la habitación infantil o el cuarto de juegos.
Consiste en dos cubos de madera de abedul contrachapada que se pueden combinar de diferentes formas. Las opciones son múltiples, precisamente es lo que más me gusta de este tipo de muebles-juguetes, que no tienen un único uso definido, sino que puede transformarse en lo que la imaginación de los niños desee.
Max in the box puede servir de escritorio, de mesa, de estantería, de sillón, de banco o puede convertirse en un barco, en una casita o en un fuerte, lo que a ellos más les guste. Las piezas incorporan múltiples ranuras para que los niños puedan encajarlos entre sí y crear las formas que deseen.
El pack está compuesto por dos piezas del mismo color (hay varios colores para elegir) y cuestan 150 euros.
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