De momento es sólo un concepto, pero desde luego, un artículo como Sikker, una pulsera para controlar al bebé cuando duerme, es algo que no compraría nunca pues no le veo ninguna utilidad.
Sikker (que en danés significa “seguridad”) es un monitor inalámbrico compuesto de dos pulseras. Una la lleva la madre o el padre y la otra el bebé (al que por empezar no le pondría una pulsera tan pequeño). Ésta última controla signos vitales del niño mientras duerme como el pulso y la temperatura e informa los valores a la pulsera del padre imagino (digo imagino porque la información no lo precisa) que haciendo sonar una alarma si hubiera algo anormal.
También funciona como intercomunicador. Se puede escuchar al bebé, hablarle para tranquilizarlo o reproducirle una nana de forma remota desde la pulsera de los padres.
El dispositivo también funciona como reloj despertador para la mesita de noche y ya que estamos, también como radio.
Habrá padres que vean en Sikker un artilugio interesante para controlar al bebé que duerme en otra habitación. Personalmente, no considero imprescindibles este tipo de dispositivos ni mucho menos, como así tampoco el intercomunicador, salvo alguna excepción.
Creo que no hay nada mejor y más fiable para controlar al bebé que tenerlo cerquita cuando duerme.
Vía | Gizmodo
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