En noviembre de 2018 se desató la polémica cuando el investigador chino He Jiankui anunció el nacimiento de las primeras gemelas a las que había alterado genéticamente para hacerlas inmunes al virus del Sida.
Los expertos no tardaron en criticar su acción e incluso poner en duda su credibilidad, tanto por sus implicaciones médicas como éticas.
Hoy, la agencia de noticias estatal Xinhua informa que, tras una investigación preliminar sobre los supuestos 'bebés modificados genéticamente', el Gobierno chino ha concluido que el investigador realizó ilegalmente el experimento en busca de fama y lucro personal.
La modificación genética está prohibida en China
Un equipo de investigación de la provincia sureña china de Guangdong ha determinado que:
"He Jiankui eludió la supervisión, recaudó fondos y organizó a investigadores por su cuenta para llevar a cabo la investigación de modificación genética de embriones humanos con fines reproductivos, algo que está prohibido por la ley china".
Así de contundente se muestra la agencia de noticias Xinhua, que explica que además del nacimiento de las gemelas, Lulu y Nana, el experimento generó otro embrión que todavía no ha nacido y otros cinco que no fueron fertilizados.
Los tres seguirán en observación médica con consultas regulares supervisadas por las agencias sanitarias gubernamentales.
Lo que hicieron los investigadores chinos fue utilizar una técnica novedosa, llamada CRISPR, que consiste en cortar, pegar y modificar material genético en el ADN de la célula. Se logró modificando un gen llamado CCR5 que, cuando presenta una mutación conocida como "delta32", vuelve a la célula inmune al ataque del VIH.
El informe no aclara qué leyes podría haber violado el científico, pero asegura que se inventó una revisión ética de otros colegas para defender su proyecto:
“Este comportamiento viola seriamente la ética y la integridad de la investigación científica, es una grave violación de regulaciones nacionales relevantes y crea una influencia perniciosa en el país y en el extranjero”.
También recuerda el informe que la seguridad y la eficacia de las tecnologías que usó no son fiables y la creación de bebés modificados genéticamente para la reproducción está prohibida por decreto nacional.
De hecho, tal y como explica la agencia AP, la edición genética con fines reproductivos está prohibida en la mayor parte de de Europa, incluida España, y en la mayor parte del resto de los países, como Estados Unidos. Y en China, las normas prohíben la investigación con embriones que “viole principios éticos o morales”.
Los archivos ya están en poder del Ministerio de Seguridad Pública chino, que decidirá qué sanciones y penas aplicar tanto a He Jiankui, como a quienes colaboraron en su engaño.
Vía | South China Morning Post
Foto | iStock
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