Sabemos que durante sus primeros tres años de vida, el cerebro del niño forma mil conexiones nuevas por segundo, un ritmo que no se vuelve a repetir en otra etapa de su desarrollo y por lo cual es importante estimular su aprendizaje. Sin embargo, nunca es tarde para comenzar a enseñarle en casa habilidades que le ayudarán en el futuro.
De acuerdo con un estudio reciente, los niños de edad preescolar que reciben un buen aprendizaje en casa, se verán beneficiados en su desempeño académico durante la adolescencia.
Estimular el desarrollo de nuestros hijos durante sus primeros años de vida es algo que como padres tenemos la responsabilidad de hacer. Actividades como leerles un libro, jugar, cantar y conversar con ellos pueden parecer simples, pero en realidad, hacen mucho por su desarrollo, e incluso, podrían beneficiarles al llegar a la adolescencia.
Publicado en la revista School Effectiveness and School Improvement, una nueva investigación analizó los efectos positivos que tenía el haber tenido un buen aprendizaje en casa durante los primeros años de vida de los niños, en los resultados que obtenían en pruebas académicas al llegar a la adolescencia.
En total, se le dio seguimiento al desarrollo de 554 niños desde que tenían tres años, hasta que llegaron a la adolescencia. Se les realizaron exámenes anuales de sus habilidades de lectura y numeración durante sus tres años de preescolar (en los que tenían de 3 a 5 años de edad) y posteriormente en la adolescencia temprana (a los 12 y 13 años de edad).
De acuerdo con el estudio, los niños de edad preescolar que recibieron estimulación de forma temprana por parte de sus padres en casa, obtenían mejores resultados en pruebas de matemáticas y lectura al llegar a la adolescencia.
Específicamente, encontraron que aquellos niños a los que se les estimuló en cuanto a lenguaje, literatura y matemáticas durante su etapa de edad preescolar, mostraban mejores resultados en habilidades de lectura y matemáticas en la escuela secundaria, independientemente del aprendizaje que llevaran en casa durante la adolescencia.
Este estudio prueba que a pesar de que los niños sean pequeños, nunca es demasiado temprano para comenzar a hacer actividades que sean beneficiosas para su desarrollo, como leer en voz alta o conversar con ellos aunque aún no puedan darnos respuestas extensas.
Ellos siempre atentos a lo que hacemos y en constante aprendizaje, y con este estudio, se prueba la importancia que tiene la educación en casa durante los primeros años, en el desarrollo y habilidades que tendrán en el futuro.
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Vía | Eurekalert