Son muchos los padres y muchas las madres que se preocupan por el lenguaje de sus hijos. Cerca de los once meses la mitad de los niños ya dicen mamá y papá sabiendo que se refieren a ellos y no es hasta los 16 meses que lo hace el 95% de ellos. La adquisición de nuevas palabras, lógicamente, es también igual de variable y claro, cuando los padres se ponen a comparar, unos hablan muchos y otros hablan muy poco.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Standford ha realizado un estudio reciente con el que han logrado explicar qué pueden hacer los padres para lograr que los niños desarrollen mejor sus habilidades lingüísticas. Me ha parecido un método tan económico, tan simple y tan al alcance de todas las familias, que os lo explico como el método definitivo porque reúne las tres "Bs": bueno, bonito y barato.
Datos acerca del estudio
El estudio en cuestión se llevó a cabo con 29 niños de 19 meses de familias de origen hispano con ingresos bajos. Cada uno de los niños llevó una pequeña grabadora de audio con la que se registraban los sonidos que el niño escuchaba durante el día en casa.
Dichas grabaciones fueron analizadas para distinguir los momentos en los que los cuidadores y los adultos se dirigían a los niños y los momentos en que hablaban, pero no se dirigían a ellos (otras conversaciones, llamadas telefónicas, etc.). Esto sirvió para observar tremendas diferencias entre unas familias y otras. Por poner un ejemplo, un niño escuchó más de 12.000 palabras dirigidas a él en un día, mientras que otro tan sólo escuchó 670.
En palabras de Anne Fernald, una de las autoras del estudio: "Eso es apenas 67 palabras por hora, menos que las que se escuchan en un comercial de 30 segundos".
Cinco meses después de la grabación, contando los niños ya con 24 meses de edad, los investigadores hicieron pruebas para conocer el nivel de habilidad lingüística de cada niño. Observaron que los que habían recibido más palabras, aquellos a los que los adultos se habían dirigido con más frecuencia, tenían un vocabulario más extenso que los que habían recibido menos palabras.
Pero qué tontería de método, ¿no?
Pues sí, no porque sea tonto, sino porque es de cajón, lógico, y sin embargo muchos padres no se dan cuenta de que esto es así. Cuando más se le habla a un niño, cuanto más tiempo se pasa con él dialogando, explicándole cosas, contándole historias, leyéndole cuentos, preguntándole y en toda interacción que se os ocurra en la que les digáis cosas, más hablarán ellos, más rico será su vocabulario y, lo que me parece más importante, antes serán capaces de expresar sus inquietudes, emociones y sentimientos.
Se sabe que muchos niños de 2-3 años tienen problemas de conducta, tipo rabietas y similar, por no ser capaces de hacerse entender, por no ser capaces de explicar lo que necesitan o sienten. Cuando son más hábiles, cuando pueden explicarse mejor, es más fácil que les entendamos y más fácil solucionar los conflictos incluso antes de que aparezcan.
Así que si queréis que vuestros hijos hablen más y mejor ya sabéis, habladles más. Dicen por Internet que Einstein dijo una vez que "si quiere que su hijo sea inteligente cuéntele historias... si quiere que sea aún más inteligente, cuéntele aún más historias". Si lo dijo o no, no lo sé, pero tiene una lógica aplastante, visto el estudio.
Vía | Medline Plus, Estudio en Pubmed Foto | Dean Wissing en Flickr En Bebés y más | Los bebés tienen más facilidad para aprender idiomas que los adultos, Desarrollo del lenguaje en el niño: de uno a dos años, De niños que hablan solos (y que además no se callan)