La tartamudez en la infancia: cómo afecta emocionalmente al niño y qué puedes hacer para ayudarle
A medida que los niños en edad preescolar van ganando soltura y fluidez en su forma de hablar, pueden aparecer ciertos trastornos que siembren dudas en los padres: ¿será normal que repita tanto las sílabas de las palabras? ¿Debo ayudarle si se atasca pronunciando? ¿Cómo saber cuándo los problemas de fluidez son parte normal del desarrollo del lenguaje?
Según datos de la Fundación Española de la Tartamudez, un cinco por ciento de los niños en edad pediátrica tartamudean, aunque hay que saber diferenciar entre la "tartamudez evolutiva" (que desaparece de forma espontánea) y la que no lo es.
En el Día Mundial de la Tartamudez hemos querido hablar con Mar Becher, logopeda y psicóloga de la Clínica CRL, sobre este trastorno del habla que se presenta en la infancia y qué debemos hacer los padres si nuestro hijo tartamudea.
¿Qué es la tartamudez?
La tartamudez o disfemia es un trastorno del habla que afecta a su ritmo y a su fluidez, y que se caracteriza por repeticiones frecuentes o prolongaciones de sílabas o palabras. Esta alteración del lenguaje es más común en la edad pediátrica, y es fundamental un diagnóstico precoz para saber diferenciarlo de cualquier otro problema típico de fluidez verbal.
Mi hijo tartamudea: ¿se trata de un proceso evolutivo o hay algo más?
A partir de una determinada edad, los niños pueden presentar signos de "tartamudez evolutiva", que consiste en las repeticiones o prolongaciones de los sonidos, sílabas o palabras. Este trastorno es muy frecuente en la infancia y tiende a desaparecer por sí solo al cabo del tiempo.
"A esta edad casi todos los niños comienzan el colegio, los centros son más grandes que las guarderías y las demandas sociales de comunicación también aumentan. Todo esto puede propiciar la aparición de balbuceos, repeticiones esporádicas de palabras y frases, vacilaciones y pequeñas prolongaciones propias del desarrollo del lenguaje, y que son meramente evolutivas", destaca la logopeda.
¿Cuándo debemos consultar con un especialista?
A pesar de que la "tartamudez evolutiva" es un proceso normal dentro del desarrollo del lenguaje, si al cabo de un tiempo vemos que no desaparece de forma espontánea, o que a la hora de hablar nuestro hijo presenta determinados signos, hemos de consultar con un especialista.
"Si percibimos tensión muscular a la hora de articular las palabras, rechazo ante el hecho de hablar, tics, cambios de entonación o de volumen de la voz, mal contacto visual o evitación de la mirada, alteración en la respiración... se debe consultar con un logopeda especialista que determine si los problemas de fluidez son evolutivos o síntomas de un cuadro de instauración de disfemia".
La tartamudez y el plano emocional
Mar Becher nos explica que niños que presentan un cuadro de disfemia comienzan a ser conscientes de su tartamudez a partir de los cuatro años, aproximadamente, aunque no será hasta la etapa de Primaria cuando puedan llegar a sufrir emocionalmente por ello.
"Cuando las disfluencias son signo de disfemia o tartamudez, antes de los cuatro o cinco años los niños no suelen tener mucha conciencia de sus dificultades, y los amigos o compañeros del colegio tampoco. Pero a partir de los cinco o seis años la cosa cambia, pues el niño empieza a tener más referencia de su interlocutor, para bien y para mal".
La tartamudez y el área académica
Aunque Mar incide en que la tartamudez no tiene por qué afectar a los resultados académicos del alumno, es importante que los profesores sean conscientes del problema y lo traten con la debida sensibilidad;
"Si los profesores permiten al alumno demostrar sus conocimientos con tacto y, estos niños no tienen mayores dificultades de aprendizaje que cualquier otro niño. Es más, con frecuencia son alumnos brillantes porque tienden a ser muy perfeccionistas y a demostrar, mediante excelentes resultados académicos, que pueden ser mejores que otros chicos sin dificultades en el habla".
Cómo actuar (y cómo no actuar) ante un niño con tartamudez
Estas son las claves que nos aporta la experta para actuar correctamente si nuestro hijo o alumno presenta esta disfunción del lenguaje:
Consultar de manera precoz con un logopeda, para poder comenzar el tratamiento adecuado. Además, si percibiéramos síntomas de estrés o ansiedad también es importante consultarlo con un psicólogo infantil.
Lo que SÍ debemos hacer es actuar de manera relajada, valorando en positivo los intentos de comunicación del niño y dándole tiempo a hablar. En este sentido, es importarte mostrar interés en lo que nos está contando, y no en "cómo nos lo está contando".
Lo que NO debemos hacer es interrumpirle, no dejarle terminar las frases, anticipar lo que va a decirnos o acabar las palabras/frases por él.
¿La tartamudez se supera con la debida atención profesional?
Ante un diagnóstico de tartamudez, el logopeda iniciará un tratamiento específico que dependerá de la edad del niño, del tiempo que lleve tartamudeando y del tipo de tartamudez que presente. Además, el terapeuta deberá trabajar también con la familia, enseñándoles a tratar al niño y a manejar la situación para que no surjan otros problemas.
Fotos | iStock
Agradecimientos | Mar Becher, Clínica de rehabilitación CRL
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