Si ya de por sí el periodo de adaptación a la guardería o escuela infantil es un proceso muy especial para los pequeños, en esta vuelta al cole tan atípica, en plena pandemia mundial, lo es aún más. Por eso, nuestros hijos necesitan una dosis extra de comprensión y todo nuestro apoyo para que estos días sean lo más llevaderos posible. ¿Cómo podemos ayudarles desde casa?
Prepara a tu hijo para la vuelta
Los días previos debemos ir preparando a los niños sobre lo que vendrá, ya que este año será bastante diferente a otros comienzos tras seis meses sin asistir a la escuela. Ve hablándole sobre cómo será la vuelta al cole, con naturalidad, sin asustarle.
Muchos niños comienzan un nuevo curso, y les ha tocado hacerlo en un momento en el que deben intentar evitar, dentro de lo posible, el contacto estrecho con otros compañeros. Si bien los más pequeños se moverán en "grupos burbuja" (grupos de convivencia estable), explícale que evite compartir objetos personales (como el vaso, el chupete, la ropa, la almohada de la siesta, etc.), enséñale a saludar de lejos con la mano o con el codo.
Explícale que los profesores llevarán mascarilla, que les tomarán la temperatura cada día, que las mesas estarán separadas y que es muy importante que se lave las manos con frecuencia.
Hay libros muy útiles que pueden ayudar a tu hijo en la vuelta al cole. A través de los cuentos y los personajes, los niños podrán identificar emociones, situaciones y rutinas que les ayudarán a afrontar la vuelta al cole de manera positiva.
Acompáñale en todo momento
Procura hacer un periodo de adaptación en el que puedas acompañar a tu hijo el tiempo que necesite. En muchas escuelas infantiles apenas permiten a los padres estar con ellos, y puede que este año sean aún más estricto por las medidas antiCovid.
El momento de dejarle el primer día es el más difícil. Si no permiten a los padres quedarse, dale un beso y un abrazo, espera hasta que se calme y hazle saber que no le abandonas, que papá y mamá estarán esperándole cuando salga.
Un buen truco es buscar recursos que hagan que el niño se sienta acompañado aunque no estén con él. El botón de los abrazos es una gran idea que ha tenido una madre para ayudar a su hijo a superar la angustia de separación. Es muy sencillo: dibujó un corazón en la palma de la mano de su hijo y otro en la suya, y cada uno podía presionarlo cuando echara de menos al otro enviándole un abrazo.
La seguridad que le brinda la compañía de los padres le ayudará a una mejor adaptación. La cercanía y el cariño de los padres siempre ayuda a una mejor comprensión del mundo que les rodea.
Despídete, no desaparezcas
Hay padres que creen que desaparecer es la mejor estrategia para que el niño no sufra su ausencia, pero no es una buena idea. Lo más recomendable es despedirse del niño y explicarle lo que va a suceder para no causarle una angustia añadida al hecho propio de la separación.
Dale tiempo para que se adapte
Hay niños que entran el primer día como si llevaran todo el curso andado, pero para otros, probablemente la mayoría, la adaptación lleva su tiempo. Es importante acompañar a tu hijo en este proceso, hasta que acabe sintiéndose seguro en ese sitio al que va todos los días, aunque papá y mamá no estén.
Habla con él sobre lo que hacen cada día, aunque sin agobiarle. Hay muchas formas de preguntar cómo les ha ido en el cole, sin hacerlo directamente. Aquí tienes unas cuentas ideas.
Habla de la escuela de manera positiva
Evita hacer comentarios alarmantes o negativos sobre esta vuelta al cole delante de tus hijos. Si ven que sus padres están asustados o preocupados, les transmitimos esa sensación de miedo, y es lo último que queremos.
Hazle saber que los profesores cuidarán de ellos presentándolos como personas de confianza en la que pueden apoyarse si lo necesitan. Cuéntale que podrá volver a ver a sus amigos, hacer amigos nuevos y jugar con otros niños, algo que necesitan tras tantos meses sin socializar con sus pares.
Permanece atento a sus emociones
Especialmente este año tan convulso, debemos estar atentos a las emociones de nuestros hijos y ser aún más comprensivos. Puede que cuando creamos que está súper contento y adaptado, tenga una regresión o que le cueste más que a otros niños. Cada niño tiene su ritmo y no debemos comparar.
Lo fundamental es tenerles mucha paciencia y comprender el momento por el que están atravesando. También es difícil para nosotros separarnos de ellos. Hablad con vuestro hijo y permitidle que exprese sus emociones, que os cuente qué ha hecho, cómo lo ha pasado en el cole, etc.
Mantén comunicación con la escuela
Es fundamental mantener una buena comunicación con los profesionales que cuidarán del niño. Tú eres quien mejor le conoce y eres el nexo entre las necesidades del pequeño y sus nuevos cuidadores. Cualquier información que proporcionéis ayudará en la adaptación del pequeño.
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