Papá y mamá “A” tienen un hijo que en septiembre acudirá al colegio por primera vez. Empiezan a mirar colegios para ver cuál les gusta más y cuál se adapta más a su modo de entender la educación. Además les interesa que esté cerca de casa, para facilitar la logística familiar.
Después de visitar varios colegios se deciden por uno, que es el que ponen primero en la solicitud de matriculación. En la segunda y tercera opción ponen los siguientes que elegirían. Llega el día de la resolución y no les conceden el primero colegio, pero como el segundo y el tercero se llenan también con niños cuyos padres los habían elegido como primera opción, les dan un colegio que no tiene nada que ver con lo que habrían elegido y, además, lejos, muy lejos de su casa.
Papá y mamá “B” tienen un hijo en la misma situación que los otros padres. Tras mirar varios colegios saben que el que más les gusta no podrá tocarles nunca, porque no pertenece a su zona, así que deciden poner como primera opción un colegio que saben que les puede tocar, sin ser realmente el que les gustaría para su hijo.
Estas dos historias se llevan reproduciendo años y años en miles de hogares españoles. Cada año miles de padres se dan cuenta de que elegir colegio es, en el fondo, una falacia, porque desde el momento en que existen diferentes zonas en una misma ciudad con diferentes puntuaciones se pierde la capacidad de escoger.
Ahora parece que hay quien se ha dado cuenta de que esto es un agravio para muchos padres porque la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha propuesto la eliminación de las zonas en las ciudades para que los padres puedan escoger libremente el colegio de sus hijos.
El objetivo de dicha medida es solucionar, dentro de lo posible, los problemas comentados hace un momento, o situaciones tan absurdas como que un niño que vive a 100 metros de un colegio no pueda elegirlo, por no pertenecer a su zona, pero sí uno que viva a 3 km del mismo.
De este modo los padres tendrán un abanico de posibilidades mucho más extenso y serán ellos los que tengan que barajar si prefieren apostar por cercanía, por metodología educativa o por ambas cosas.
Dado que, como los padres “B”, muchas parejas acababan eligiendo el colegio menos malo de su zona o aquel en que tenían más probabilidades de entrar, la mayoría de colegios se han ido llenando siempre y no ha habido demasiadas posibilidades de saber qué escuelas gustan más a la población.
Digamos que con esto existía una trampa, porque las noticias llegaban a decir que casi el 90% de los niños entraban en la primera opción escogida por los padres, sin comentarse que la primera opción escogida no era siempre la que realmente los padres habrían elegido de haber tenido libertad.
Creo que es una medida fabulosa que servirá para mostrar los gustos de los padres, pues ahora sí podrá realizarse una elección libre y real. De este modo los colegios menos solicitados deberán trabajar para saber cuál es la causa y para tratar de mejorar.
Ojalá se lleve a cabo (sea por parte del partido político que sea) y ojalá se haga extensivo a toda España. Ya que nuestro sistema educativo público dista mucho de ser ejemplar, al menos que nos permitan a los padres elegir el colegio que consideremos mejor, o el menos malo.
Vía | Pequesymas
Foto | Liz en Flickr
En Bebés y más | Qué hay que tener en cuenta a la hora de elegir colegio (I) y (II), Qué tener en cuenta a la hora de elegir escuela infantil