Cada vez que empieza un nuevo curso académico, muchas familias se plantean en qué guardería o colegio escolarizar a sus hijos. Muchos colegios y centros preescolares ofrecen un enfoque diferente durante los primeros años de la educación de los niños y cada centro defiende los beneficios de su programa escolar.
Un tipo de educación que se ha popularizado en los primeros cursos de la educación primaria es el aprendizaje basado en los juegos. La ciencia muestra que el aprendizaje basado en juegos mejora los resultados académicos de los niños y su desarrollo en cuanto al aprendizaje. También puede hacer que tu hijo tenga éxito en el siglo XXI si aprende las habilidades relevantes para los tiempos que corren.
¿En qué consiste el aprendizaje basado en juegos?
Los niños están motivados de forma natural a jugar. Este tipo de aprendizaje se basa en dicha motivación y utiliza los juegos como forma de aprender. En este contexto, los niños pueden explorar, experimentar, descubrir y solucionar problemas de forma imaginativa y lúdica.
Un enfoque basado en juegos incluye un aprendizaje iniciado por los niños y supervisado por los profesores. El profesor estimula el aprendizaje y las preguntas de los niños a través de interacciones que buscan ampliar su capacidad de pensamiento.
Por ejemplo, cuando los niños juegan con bloques, un profesor puede hacer preguntas que les animen a resolver problemas, predecir posibles situaciones y crear hipótesis. El profesor también puede hacer que el niño se de cuenta de ciertos conceptos matemáticos, científicos y literarios, permitiéndole utilizarlos mediante un aprendizaje práctico.
Todavía hace falta más investigación sobre las relaciones de causa y efecto entre el juego y el aprendizaje, pero la mayoría de los estudios que se han realizado hasta la fecha apoyan el valor de los programas de calidad basados en los juegos durante los primeros años de escolarización.
¿Cómo se diferencia de la enseñanza directa?
El aprendizaje basado en juegos ha sido el enfoque pedagógico tradicional de los profesores en los programas de educación preescolar en Australia y se ajusta a los marcos de enseñanza temprana tanto a nivel nacional como estatal.
Las investigaciones han demostrado los beneficios a largo plazo de los programas de guardería basados en una educación de calidad basada en juegos donde los niños están expuestos al aprendizaje y a la resolución de problemas a través de actividades que realizan por iniciativa propia y con la supervisión de los profesores.
A diferencia del aprendizaje basado en juegos, existen enfoques que se centran más en la figura del profesor que enseña a los niños pequeños las competencias académicas básicas. Aunque este tipo de enseñanza y aprendizajes más estructurado es el enfoque tradicional de los programas de educación primaria, la ciencia está demostrando que el aprendizaje basado en juegos es más eficaz en los programas de educación primaria. En estos estudios recientes, los resultados académicos de los niños son mejores en los programas educativos basados en juegos que en el caso de los enfoques centrados en la enseñanza directa.
Las investigaciones también han identificado que los programas de enseñanza directa en niños pequeños pueden tener efectos negativos, entre los que se incluyen estrés, falta de motivación para aprender y problemas de comportamiento. Esto se refleja especialmente en los niños que todavía no están preparados para una enseñanza académica más formal.
¿Qué se puede obtener con los programas basados en juegos?
Al igual que pasa con los enfoques tradicionales, los programas basados en juegos durante los primeros años se centran en enseñar y aprender. En dichos programas, los juegos pueden ser juegos libres (actividades realizadas de forma espontánea y dirigidas por el niño) o juegos asistidos (también dirigidos por el niño, pero donde el profesor se involucra en la actividad como compañero de juegos) con una enseñanza deliberada. Ambos métodos son beneficiosos para el niño y la mejor solución sería un programa basado en juegos con opciones tanto para juegos libres como juegos asistidos.
En los juegos constructivos, los niños cooperan y solucionan problemas, relacionándose con conceptos matemáticos y espaciales para diseñar y crear construcciones tridimensionales con su imaginación.
Involucrarse en los juegos estimula la curiosidad del niño y le motiva a tener más dominio sobre su entorno, lo que promueve el interés y la concentración. También le permite al niño desarrollar procesos del pensamiento flexibles y de alto nivel tan esenciales para el aprendizaje en el siglo XXI. Estas capacidades incluyen resolver, analizar y valorar problemas, así como aplicar sus conocimientos y la creatividad.
Los juegos también fomentan las actitudes positivas hacia el aprendizaje, entre las que se encuentran la imaginación, la curiosidad, el entusiasmo y la perseverancia. El tipo de procesos de aprendizaje y habilidades que se estimulan con los juegos no se pueden replicar con el aprendizaje basado en la memorización donde el énfasis está en recordar datos.
La experimentación de los juegos se ve reforzada por las interacciones sociales de los profesores y los niños. Los profesores adoptan un papel activo a la hora de guiar las interacciones de los niños durante los juegos y a los niños se les ayuda a la hora de desarrollar habilidades sociales como cooperar, compartir y responder a ideas, negociar y resolver conflictos.
Los profesores también pueden usar la motivación y el interés de los niños para experimentar con diferentes conceptos e ideas. De esta manera, los niños adquieren y practican con algunas de las competencias académicas más importantes y aprenden en un contexto lúdico.
Por ejemplo, la ciencia indica que la alta complejidad del lenguaje en los procesos de aprendizaje utilizados por los niños en los programas basados en juegos está asociada a un alto nivel de alfabetización que incluye la comprensión de la estructura de las palabras y los significados de las palabras.
Otro estudio encontró que el vocabulario de los niños y la capacidad de contar una historia eran mejores en las clases con programas basados en juegos que en las clases tradicionales.
Los métodos de enseñanza dirigidos por un profesor o la enseñanza directa también tienen su lugar en los contextos educacionales. Sin embargo, la evidencia señala que existen beneficios en los programas de calidad basados en juegos para los más pequeños. En dichos programas, el tiempo que se pasa jugando es importante para el aprendizaje y no solo una forma de premiar el buen comportamiento. En este tipo de clases los niños contribuyen más a la hora de decidir qué aprenden y cómo lo aprenden.
La investigación demuestra que los programas basados en juegos para niños pequeños pueden proporcionar una base sólida para un éxito posterior en la escuela. Estos programas fomentan el desarrollo de alumnos con buenas competencias sociales que son capaces de enfrentarse a retos y crear soluciones.
Autoras: Natalie Robertson, Profesora de Educación Infantil, Deakin University; Anne-Marie Morrissey, Profesor titular de educación preescolar, Deakin University y Elizabeth Rouse, Profesor titular, Educación de la primera infancia, Deakin University.
Este artículo ha sido publicado originalmente en The Conversation. Puedes leer el artículo original aquí.
Traducido por Silvestre Urbón.
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