En nuestro entorno, el momento en el que un niño empieza a ir al colegio suele ir teñido de más o menos emoción asociada a la separación y el crecimiento, y normalmente guardamos un recuerdo en forma de fotografías. En otras culturas, la importancia de empezar el cole va más allá y se realiza una ceremonia de ofrenda a los dioses.
En la India todos los niños que van a pisar las aulas pasan por el “Aksharabhyasam”, un acontecimiento en el que se “bendice” al niño o niña y lo “preparan” para ir al colegio por primera vez. Si no se lleva a cabo esta ofrenda, el niño no está preparado para ir al colegio, porque no ha sido guiado por los Dioses.
Lo que se hace en esta ceremonia es una “pooja” u ofrenda (comida, flores, saris…) colectiva, ya que el “poojari” o sacerdote habrá citado a varias familias con sus niños el mismo día y a la misma hora para hacerla. Esta cita no es casual, pues dependiendo del día de nacimiento de cada niño el sacerdote decide la fecha más idónea para el Aksharabhyasam.
En el día señalado, cada familia lleva una pizarra y pequeños cuencos con comida y flores (cada familia mezcla lo que quiera o pueda ofrecer) para realizar la pooja. Piden al Dios por el éxito en la educación de su hijo sobre la pizarra donde se mezclan esas ofrendas.
Después, el poojari, pasará con un cuenco lleno de arroz y ayudará al niño o niña a escribir las letras A, B y C sobre el arroz: son las primeras letras del niño. A continuación, se escribe en la pizarra el nombre de un Dios, y se hace que el niño imite las letras.
De este modo el niño ya está listo para recibir sabiduría, y a partir de ese momento los padres podrán llevarlo a la escuela cuando deseen. Sin duda se ha teñido de majestuosidad un momento tan importante y crucial en la vida de un niño, que pasa mucho más desapercibido para muchas familias en otros lares.
Incluso aunque hagamos fotografías, da la sensación que el colegio a veces se entiende simplemente como una ayuda para poder trabajar, cuando no una “vía de escape” para que los niños estén atendidos por otros. Pero no olvidemos que son muchas horas para niños tan pequeños, en ocasiones pasan más horas con sus maestros que con sus padres, y que el camino que inician en la escuela va a marcarles profundamente.
Esto es lo que celebra el Aksharabhyasam, pidiendo además que al niño le vaya bien en esta aventura. Esta ceremonia de preparación para el cole tuvo lugar este agosto en Hyderabad y la hemos conocido gracias a las vivencias en la India de “Buscando trufas”.
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