Está circulando por las redes la dura carta de un profesor de Huelva que denuncia la estafa del bilingüismo en la educación pública andaluza, aunque precisamente porque afecta también a nivel nacional, el escrito remitido al periódico Huelva Información se ha viralizado rápidamente entre profesores y padres.
Su nombre es Francisco Silvera, profesor de Filosofía desde hace 20 años y aunque también tiene título de "profesor bilingüe", reconoce que no tiene nivel para serlo. Es un revés en toda regla para el sistema andaluz de educación que pone en entredicho uno de sus estandartes. No os la perdáis porque no tiene desperdicio, y seguro que en muchos de sus puntos estaréis de acuerdo.
La carta: "La estafa bilingüe"
"Si cree usted que sus churumbeles van a hablar inglés cuando salgan a la Universidad, siento defraudarle pero no. El bilingüismo es la gran estafa de la Educación andaluza, yo llevo 20 años en esto y, salvo hijos de familias mixtas emparentadas con la pérfida Albión o de elevadísimo nivel sociocultural, jamás he conocido a nadie capaz de mantener una conversación en inglés con una cierta altura. Si uno entra en una clase de Bachillerato supuestamente bilingüe y dice demasiado rápido "Hello" ya no te siguen, y ésta es la realidad educativa diaria.
Yo, también supuestamente, soy un profesor bilingüe pero confesaré que no soy capaz de leer al Shakespeare original (no conozco a nadie capaz sin años de estudio); por supuesto, no puedo dar una clase de Aristóteles o de Lógica o de Antropología en inglés, me falta nivel y todo ello adobado con mi titulación B2 que es la que me puso en esta tesitura, porque como hay tan poco profesorado estable que la tenga: para evitar que una línea bilingüe de alumnado perdiera su diploma (que tampoco sirve para nada) tuve que aceptar impartir esta mentira. Digámoslo claro, a la Consejería mientras los papeles y las puertas de los institutos recen "Bilingüe", lo que ocurra en los interiores le da igual; bilingüismo es repartir una fotocopia en inglés de vez en cuando (eso ya lo hacía yo con David Hume, por ejemplo), porque no olvide que no supone mayor número de horas lectivas ni puede el trabajo realizado en inglés ser menoscabo de la nota que en esas materias tienen los demás: esto es, si una hija suya es bilingüe, recibe menos horas directas de materia para poder así justificar que "habla inglés", aprende menos y saca la misma nota (raro ¿no?). Nosotros tenemos una sesión cada quince días para disfrutar de una profesora nativa (compartida con el colegio del pueblo); en realidad supone una quiebra en el ritmo de unas clases en las que no damos abasto para impartir el currículo que pedirán en la evaluación final o reválida; estoy por decirle que tome café en esas horas, que yo la invito pero que no se entere la Administración, por el bien de los bachilleres, claro.
Hasta el curso pasado por ser profesor de esta élite (qué vergüenza) teníamos una hora para preparar materiales, ya no: lo que supone una pérdida de un par de profesores por centro educativo andaluz... Añadamos: antes había una hora semanal para papeleos de tutoría, ya no: otro par de profesores por centro... Y recuerden que ahora damos más horas de clase (menos profesores aún) y la ratio por aula ha aumentado hasta extremos de hace 30 años... Sumen la ilegalidad de que la media hora de desayuno en los horarios oficiales de docentes no se contabilice (la Consejería vuelve así a ahorrar profesores)... Para que doña Adelaida nos diga que no. Ésta es su política, esto es lo que les importa el futuro. Imparable... 750.000.000 euros, seis años de cárcel..."
No sólo en Andalucía
Se considera que un colegio bilingüe es aquel cuyo programa educativo se reparte al cincuenta por ciento entre los dos idiomas. ¿Realmente nuestros hijos aprenden inglés con un nivel bilingüe?
Muchos lo dudan. La carta se ha hecho viral incluso más allá del territorio andaluz porque expresa lo que piensan muchos padres y profesores españoles.
Una muestra de elllo es el editorial de Javier Marías en el periódico El País titulado "Ni bilingüe ni enseñanza" en el que se pregunta, por ejemplo, "¿No sería más sensato –y mucho menos paleto– que los chicos aprendieran Ciencias por un lado e inglés por otro, y que de las dos se enteraran bien?".
También hay una tajante crítica de Susana de la Nuez, madre de dos niñas en una carta titulada "El timo de la enseñanza bilingüe en la Comunidad de Madrid" en la que relata su experiencia tras la instauración de la enseñanza bilingüe en el colegio de sus hijas.
¿Hablarán inglés nuestros hijos?
Los idiomas, especialmente el inglés, son una asignatura pendiente en nuestro país, sobre todo en las antiguas generaciones. A duras penas, un 40% de los españoles de entre 25 y 64 años alcanza un nivel medio en ese idioma.
Según datos de Eurostat del año 2013, a pesar de que el inglés es la lengua más estudiada en España (el 99% de los alumnos españoles de primaria y primer ciclo de secundaria y el 97% de los de segundo ciclo de secundaria estudian inglés como lengua extranjera), sólo el 51% de los adultos españoles asegura saber otra lengua, cuando la media europea se sitúa en el 66%.
Por eso, queremos que nuestros hijos aprendan inglés a un nivel superior con conocimientos sólidos como para mantener una conversación fluida en ese idioma y que el día de mañana pueda serle útil también en su vida laboral.
Pero, ¿vamos en la buena senda o es un reclamo utilizado por los colegios para alardear de ser bilingües cuando en la práctica realmente no lo son?
Vía | Huelva Información
En Bebés y más | Los alumnos del programa bilingüe tienen un nivel más bajo que los que estudian en castellano, según la Universidad Carlos III, Las ventajas del bilingüismo