Pegar a los niños, ni que sea en el culo, ni que sea en el pañal, ni que sea porque es un cachete "educativo", el que llaman "cachete a tiempo", es delito. Pero da igual, porque muchos padres lo siguen haciendo. Pegar a los niños es un error educativo que tiene pocos beneficios y muchos posibles perjuicios. Pero da igual, porque muchos padres lo siguen haciendo.
Nos dicen los científicos que no lo hagamos, porque el maltrato transforma el cerebro. Nos dice la pedagogía que no lo hagamos porque puede tener consecuencias negativas en la personalidad de los niños y adultos, dicen los estudios que pegar hace que los niños sean más agresivos. Da igual, los padres lo siguen haciendo.
Por eso, de un tiempo a esta parte, mi argumentario en contra del cachete a tiempo, del cachete educativo, de los azotes, como lo queráis llamar, se ha simplificado muchísimo. Ya no necesito citar estudios, ya no necesito hablar de consecuencias, ya no tengo que nombrar a pediatras, filósofos, pedagogos, autores ni científicos. Con una sola frase lo digo todo, y para explicarla me ayudaré del vídeo que tenéis arriba en que se ve claro: ni siquiera a los perros les parece bien pegar a los niños.
Perros que no ven bien pegar a los niños
El vídeo es una pasada. Una madre se enfada con su hijo y decide enseñarle lo que está bien y lo que está mal castigándole a base de zapatillazo, un método de lo más tradicional que indica que hay personas que no han evolucionado nada, por no tener ni más recursos, ni más ideas que las que tuvieron sus padres. Porque oye, los tiempos cambian, nuestra generación tiene más estudios, somos más capaces de solucionar las cosas hablando o pensando soluciones, y tenemos la ventaja de haber vivido experiencias negativas perseguidos por nuestros padres zapatilla en mano. Pues nada, parece que nada de eso sirve cuando uno tiene un hijo y, en vez de demostrar que somos los adultos y que tenemos capacidad suficiente como para encontrar otras vías educativas, resulta que acabamos con el método salvaje, el de hacer daño al niño indefenso.
Pues eso, que la mujer levanta la zapatilla decidida a hacer daño al niño y el niño, lógicamente asustado y muy probablemente confundido, porque se supone que "no se hace daño a las personas que quieres", se cobija en un rinconcito, con las manos protegiéndose, esperando que no le pase nada.
Y los perros, increíbles. Los perros muestran tener más sentido común que la madre y le recriminan que tenga intención de dañar al niño. No le dejan, y ella no se atreve a dar el paso porque en cierto modo tiene miedo de que ellos hagan con ella lo mismo que ella está intentando hacer con su hijo: daño. Se frena, en muchos momentos le frenan: "si le pego, me van a morder... si le castigo, me van a castigar". Pero ellos no están ahí para hacer justicia. Están ahí porque no les gusta lo que ven. Porque ellos entienden que no es una actitud correcta. Como digo, ni siquiera a los perros les parece bien pegar a los niños.
Cuál es mi argumento para explicar por qué no hay que pegar a los niños
Los perros no saben nada de estudios científicos. No han leído a Alice Miller, ni a Carlos González, ni a Rosa Jové, ni a ningún filósofo, psicólogo ni enfermero en Bebés y más hablando de ello. Ni lo han hecho ni lo harán jamás. Ni siquiera han visto en la televisión ningún programa que diga que pegar a los niños está mal y que como adultos tenemos que encontrar otras maneras de educar a nuestros hijos. Pero a pesar de ello, tienen claro que está mal.
Pues este es mi argumento: "A los niños no se les pega, porque pegar está mal". Frase que se compaña con cara de "¿Pegas a tus hijos, pero qué me estás contando?" y que, si hace falta, continúo con un "a mí nunca me gustó que me pegaran, a mí no me gusta que me peguen y a las personas que quieres no se les pega... es que, ni que me dijeras que mi hijo va a ser más inteligente por pegarle. Ni loco le hago daño yo a un niño. Eso no se hace".
Y eso es todo. Eso no se hace porque está mal. Eso es lo que saben los perros, que no se hace porque está mal. No necesitan saber más. Pues como defender el cachete a tiempo y llevarlo a cabo es un acto de no pensar demasiado, de no ser capaz de idear otra estrategia, de no tener la inteligencia suficiente como para asumir que hacer daño a alguien no puede ser beneficioso, la estrategia tiene que estar al mismo nivel, un argumento que no requiera pensar demasiado: "A los niños no se les pega, porque pegar está mal".
Vídeo | YouTube
En Bebés y más | ¿Un cachete a tiempo?, La violencia afecta de manera negativa al cerebro de los niños, Cuando veo que un padre le pega a su hijo, ¿que debo hacer? (I)