No es que sea yo muy fan del programa de Ana Rosa Quintana, ni que siga la vida de las personas que allí salen (ni mucho menos), pero quiero hacerme eco de este vídeo porque después de hablar hace cinco meses de lo que nunca se debería decir a una mujer que ha sufrido un aborto y después de hablar con Transi Álvarez, que nos explicó en una entrevista todo lo que ella ha vivido al padecer tres abortos, esta señora ha soltado, en cuatro minutos, que es lo que dura el vídeo, todo lo que no se debe decir a una mujer que ha sufrido un aborto.
El aborto espontáneo lo sufrió hace unos días Jessica Bueno, pareja de Kiko Rivera (más conocido como Paquirrín). Estando esta chica ingresada, sin saber todavía el desenlace y estando confirmado el diagnóstico de amenaza de aborto, la presentadora habló vía telefónica con Anabel Pantoja, prima (si no me equivoco), de Kiko Rivera.
En el momento en que le dice a la presentadora que es una amenaza de aborto y que están todos muy preocupados la presentadora empieza su exhibición de empatía (lo digo irónicamente, claro) haciendo un gesto de hombros (el típico de "bueno...") y con una frase colosal:
Bueno, está de muy poco tiempo, es muy joven, estas cosas pasan.
No es que yo sea un defensor de la familia Pantoja ni tenga nada que ver con el embarazo de esa chica ni con su aborto, pero el programa de Ana Rosa es uno de los más vistos de la televisión y esta señora tiene la capacidad de ofrecer opinión a la sociedad. Que estaba de poco tiempo lo saben sus familiares y sobretodo Jessica Bueno, que es muy joven es algo evidente, y que estas cosas pasan, pues también. Son obviedades que sobran precisamente por eso, por obvias y que sobran porque muestran que no estás queriendo saber lo que esa familia siente con la pérdida ni lo que estaba sintiendo, en forma de ilusión y esperanzas, cuando pensaban que ese bebé nacería algún día.
Seguimos, de todas maneras, porque esto es solo un anticipo. Sigue la frase diciendo lo siguiente:
Todas las mujeres, las que tenemos hijos y las que no, en algún momento han vivido esta situación.
Yo entiendo que las intenciones de Ana Rosa Quintana son las de quitar hierro al asunto, las de decir "tranquila, que no pasa nada", pero como hemos dicho en otras ocasiones, decir "tranquila", no suele tranquilizar, y minimizar los sentimientos de las demás hace que se sientan incomprendidas ("nadie entiende mi dolor"), cosa que, de hacerse extensiva a la mayoría, además de incomprendidas se sientan diferentes: "seré rara, por sentirme mal... seré rara por sentir dolor por la pérdida del bebé que nunca tendré".
Por eso estoy aquí hablando de Ana Rosa y sus frases, porque nadie, absolutamente nadie, debería intentar minimizar el dolor de otras personas, nadie debería decir "tranquila, no pasa nada", pero ella lo dice incluso antes de que se haya producido el aborto. Y la cosa no queda ahí, porque el vídeo sigue...
Llega un momento en que Anabel Pantoja, hablando por teléfono, empieza a llorar, expresando la ilusión que todos tenían en ese bebé (lícita y lógica, faltaría más), instante en que Ana Rosa interviene para reconducir el momento y, en vez de ponerse al lado de la chica, en vez de mostrar su apoyo y entender su dolor, vuelve a las andadas:
Pero vamos a ver, Anabel, que tú eres muy jovencita, que esto es un embarazo incipiente, que en los tres primeros meses el riesgo de aborto es altísimo, es una pareja muy joven, y además te digo una cosa [...] suponiendo que el desenlace no sea el deseado [...] siempre dicen que "mujer legrada, mujer embarazada".
Esto es una niña de catorce años que le dice a su madre que está destrozada... le gusta un chico de la clase y éste le ha dado calabazas. Qué digo calabazas, le ha dicho en pocas palabras que "dónde vas tú conmigo...". La madre, tratando de calmarla le dice: "tranquila... si total tú eres muy joven. De hecho creo que es hasta pronto para que tengas novios. Tienes toda la vida por delante. Ya ves, a rey muerto, rey puesto". La niña, con las lágrimas aún en sus mejillas, la mira con sorpresa: "gracias mamá por entenderme", mientras le hace un gesto de "si lo sé no te lo cuento". Se gira y se marcha corriendo a su habitación, sola... sola, en todos los sentidos.
Por cierto, ya os podéis sentar para seguir leyendo. Sé que estabais todos de pie, aplaudiendo la frase "mujer legrada, mujer embarazada", que personalmente no había oído en mi vida, pero que pasará a la historia (a mi historia) por ser de muy mal gusto.
El vídeo sigue y la presentadora sigue en su posición... a punto está de seguir con su retahíla de cosas que no se deben decir a una mujer que ha sufrido un aborto cuando el vídeo se corta (gracias).
En fin, como dije en su día y sigo diciendo, queda mucho camino por recorrer todavía en el terreno de las emociones y los sentimientos, donde parece que estamos aún en pañales.
Una mujer joven tiene el mismo derecho a sufrir una pérdida que una mujer que tendrá menos probabilidades de quedarse embarazada por tener más edad, porque el dolor no proviene del "me quedan muchos años" o "me quedan pocos años" para ser madre. El dolor viene del bebé que tenía en su vientre y nunca nacerá.
Llevar poco tiempo embarazada no es un argumento que pueda utilizarse para decirle a alguien que no tiene por qué sufrir, porque el dolor no proviene de lo grande o pequeño que era el bebé (aunque lógicamente, a más tiempo más dolor), sino de saber que el bebé que se estaba gestando y las ilusiones y esperanzas creadas, nunca seguirán adelante, no con ese bebé.
Y para acabar, que le pase a muchas mujeres, pues tampoco es algo que sirva para aliviar el sufrimiento. Por esta regla de tres es absurdo que la gente llore las pérdidas de sus familiares (padres, hermanos, hijos, maridos,...). Esto pasa a diario, ¿no?
En fin, Ana Rosa, que yo soy Anabel Pantoja y para la próxima no te llamo, que entenderme, lo que se dice entenderme, pues ya veo que no mucho.
Vía | Telecinco En Bebés y más | "El entorno niega el dolor del aborto". Entrevista a la psicóloga Mónica Álvarez (I), "Después de un aborto lo que sucede es un duelo". Entrevista a la psicóloga Mónica Álvarez (II), Abortos naturales: ¿se pueden prevenir?