El embarazo supone importantes cambios para nuestro organismo, y la piel y el cabello no están exentos de ellos. Los cambios hormonales, el aumento de peso... influyen en el cabello y la piel durante el embarazo, por eso hemos de poner un especial empeño en cuidarlos durante esta etapa.
Hay algunas premisas básicas que debemos adoptar: una buena hidratación de la piel de todo el cuerpo, un protector solar facial alto, una dieta equilibrada y un embarazo tranquilo, sin estrés, ya que este podría tener influencia en algunos trastornos cutáneos y capilares.
Cuidados de la piel de la embarazada
La piel experimenta muchos cambios durante el embarazo. Pero no podemos generalizar, y aunque para algunas mujeres los cambios se traducen en una mayor luminosidad, para otras pueden convertirse en una pesadilla. Algunos problemas son específicos de esta etapa y desaparecerán tras la llegada del bebé. Otros, perdurarán para toda la vida. Por ello hay que intentar prevenirlos.
Hablamos de efectos como el cloasma, manchas oscuras en el rostro que surgen debido al aumento de los niveles de estrógeno y progesterona y que suele desaparecer después de haber dado a luz. Un tratamiento facial de prevención como es la protección con crema solar (factor +50) puede prevenir la aparición de estas manchas, acentuadas con el contacto solar que activa la producción de melanina. El protector solar no debe contener PABA (ácido paraaminobenzoico), una sustancia que conviene evitar en los productos fotoprotectores para embarazadas y lactantes.
El aumento de progesterona en el organismo también puede ocasionar aumento o aparición del acné. Durante el embarazo puede que las glándulas sebáceas produzcan unas secreciones excesivas que, combinadas con células muertas de la piel, bloqueen el folículo piloso y se produzca una infección en el poro que excretará pus, provocando que el acné se multiplique. Lavar a menudo el rostro y las zonas de la piel que más pueden verse afectadas, prescindir del maquillaje y en caso de que no sea posible desmaquillarse bien antes de ir a dormir, no tocar las espinillas... son algunos consejos para prevenir la aparición de acné.
Otro de los problemas que más preocupa y afecta a las mujeres embarazadas son las estrías. La piel puede estirarse hasta diez veces durante el embarazo, por ello es importante intentar prevenir la aparición de estrías, aunque dependiendo de las características cutáneas de cada mujer esto puede resultar imposible en algunos casos. La clave está en mantener la piel bien hidratada, tanto externamente (cremas, aceites...) como desde dentro, bebiendo suficientes líquidos. Ser constante en la rutina de masajear la barriga cada día y hacerlo desde que empieza a notarse el aumento de volumen es fundamental.
Cuidados del pelo de la embarazada
Si la piel de la embarazada sufre cambios de distinta naturaleza en distintas mujeres, lo mismo podemos decir del pelo durante el embarazo. Yo tuve la suerte de tener el pelo más largo y brillante que nunca durante mis embarazo, algo que atribuyo a la buena alimentación y los suplementos de vitaminas que tomaba en esos periodos.
Durante el embarazo la progesterona disminuye la caída del cabello y se vuelve más bonito, aunque si hay una predisposición genética para la calvicie es probable que el cabello sufra después del parto. Si observamos que el pelo se cae en exceso durante el embarazo, hay que consultar al ginecólogo o dermatólogo.
Veamos algunos puntos claves sobre el pelo en esta etapa. Recordamos que una correcta hidratación y alimentación hará que el pelo no sufra y que esté fuerte y sano.
Las hormonas placentarias provocan un aumento de la secreción sebácea del cuero cabelludo, por tanto los cambios afectarán a la mujer según sea su tipo de pelo: seco, normal o graso. Es en el caso de los pelos grasos cuando hay que poner más cuidado: el aumento de grasa se puede mitigar lavando el pelo más frecuentemente, con champús muy suaves con Ph neutro y acondicionadores específicos.
El uso de tintes durante el embarazo es polémico. Hay pocos estudios que estudien si teñirse el pelo durante el embarazo es peligroso. Los tintes son productos químicos compuestos por sustancias decolorantes, disolventes y colorantes que en ocasiones contienen plomo. Estas sustancias son tóxicas, pero el cuerpo absorbe muy poca cantidad. No obstante, para prevenir, se suele recomendar que las embarazadas utilicen tintes naturales que no contengan amoníaco y que eviten teñirse durante el primer trimestre.
Hablamos del pelo de la cabeza, pero el vello del resto del cuerpo también puede sufrir cambios. Si el vello corporal aumenta, hay que tener en cuenta los métodos de depilación más convenientes durante el embarazo: maquinillas de afeitar, aparatos eléctricos de depilación en casa y cera fría.
En definitiva, si estás esperando un bebé ten en cuenta los cuidados de la piel y el pelo durante el embarazo. Sin duda merece la pena mimarnos (y que nos mimen) para sentirnos bien y tener un embarazo más saludable y feliz.
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