Un nuevo estudio realizado en base a más de 30 mil niños que acaba de ser publicado en The Journal of Pediatrics señala que tomar antibióticos en el embarazo conlleva un mayor riesgo de asma en el niño.
Ya se había hallado que tomar antibióticos durante el primer año de vida aumenta el riesgo de padecer asma en la infancia, aunque haya sido un sólo tratamiento. Pero es la primera vez que se va más allá y se encuentra una asociación entre los antibióticos y el asma desde la propia gestación del bebé.
La teoría está basada en que los antibióticos alteran la flora bacteriana del organismo de los bebés durante la gestación, modificando su sistema inmune, lo que desencadenaría la aparición del asma.
Los investigadores encontraron que aproximadamente una cuarta parte de los niños estuvieron expuestos a los antibióticos mientras sus madres estaban embarazadas. De estos, un poco más del 3 por ciento (238 niños) fueron hospitalizados por asma a la edad de cinco años. En comparación, un 2,5 por ciento (581) de alrededor de 23.000 niños cuyas madres no tomaron antibióticos fueron hospitalizados por asma.
Al descartar otros factores de riesgo, concluyeron que los niños que habían estado expuestos a los antibióticos en el útero materno eran un 17 por ciento más propensos a ser hospitalizados por asma. Al ser la madre una fuente principal de la primera colonización bacteriana del niño, los antibióticos que ella tome pueden atravesar la placenta y perturbar su flora bacteriana normal.
Esto no implica que las embarazadas dejen de tomar antibióticos cuando sea necesario, puesto que hay infecciones que son muy peligrosas para el feto, pero sólo en aquellos casos que sea estrictamente necesario y siempre indicado por el médico. Ya sabemos que los antibióticos son en ocasiones mal utilizados para tratar enfermedades que no requieren de su tratamiento.
Vía | The Journal of Pediatrics Foto | Emery Co Photo en Flickr En Bebés y más | ¡Sin antibióticos, por favor!, un vídeo sobre el mal uso de los antibióticos