Hace un par de días Armando nos comentaba una noticia muy triste, la dura historia de una embarazada que renunció al tratamiento para el cáncer y murió semanas después de dar a luz. Hoy os contamos la otra cara de la moneda, una mujer que hoy puede disfrutar de su bebé cada día gracias a los avances de la ciencia.
Una embarazada con cardiopatía grave logra ser madre gracias a una operación pionera realizada por un equipo del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona. Sufrió una grave complicación en el embarazo y tuvieron que intervenirla para salvar su vida y la de su bebé. Os cuento la historia completa a continuación.
Catalina, de 28 años, nació con una cardiopatía grave, un estrechamiento de la válvula aórtica que con el embarazo suele agravarse. A pesar de ello, decidió quedar embarazada con el control y todos los cuidados que hicieran falta.
A las 20 semanas de gestación los médicos detectaron que la válvula aórtica que le habían colocado seis años atrás estaba fallando antes de lo esperado (normalmente duran 10 años). Antes esto, los médicos debían encontrar una solución segura tanto para ella como para el bebé.
Se ha barajado la opción del aborto, pero los padres la rechazaron. La otra opción no era muy esperanzadora, colocar una válvula mecánica que al ser una operación agresiva a corazón abierto suponía un alto riesgo para ella y para el bebé, que en el 30% de los casos no sobrevive.
Entonces llegó otra solución: la de reemplazar la válvula a través de la técnica "valve in valve" (válvula dentro de válvula, en inglés), una técnica de cateterismo que el hospital ya había realizado en otros pacientes, pero por primera vez en el mundo realizaba en una embarazada.
La operación fue un éxito, el embarazo llegó a término y hace dos meses nacía Otto. Aunque por un momento pensó que sería imposible convertirse en madre, hoy Catalina sonríe feliz con su bebé en brazos. Eso sí, ha dicho que no volvería a correr el mismo riesgo, si tiene otro hijo será adoptado.
Foto | Thinkstock Vía | ABC En Bebés y más | La dura historia de una embarazada que renunció al tratamiento para el cáncer y murió semanas después de dar a luz