Todos sabemos que leer cuentos a los niños tiene grandes beneficios para su desarrollo, además de incentivar su imaginación e inculcarles el amor por la lectura. Pero lo cierto es que no es necesario tener en casa una amplia biblioteca de libros infantiles para pasar un bonito rato en familia y beneficiarse de los muchos aspectos positivos de esta actividad.
Y es que no hay nada que guste más a los peques que escuchar de boca de sus padres historias improvisadas o tradicionales. Historias con todo tipo de personajes y situaciones que hagan volar su imaginación y al mismo tiempo les animen a la hora de inventar sus propias aventuras.
Los expertos de Stelii, marca líder en cuentacuentos electrónicos, nos explican cuáles son los cinco grandes beneficios de contar historias a tus hijos.
Estimulación, imaginación y aprendizaje. Escuchando historias, los niños desarrollan áreas de aprendizaje tan importantes como el pensamiento inferencial y deductivo, además de echar a volar su imaginación al representar en su cabeza una composición mental de lo que están escuchando.
Se ejercita la capacidad de concentración. Los niños se centran en la historia que les contamos, olvidando los estímulos que le rodean y fomentando con ello la atención plena y la concentración. Los expertos destacan la importancia de promover este tipo de actividades para ayudar a los niños a focalizar su atención; un aspecto que le beneficiará especialmente a la hora de aprender.
El fomento del lenguaje. Cuando les contamos historias, los niños escuchan y aprenden palabras y conceptos nuevos que enriquecen su vocabulario y su lenguaje. Todo ello repercute positivamente en su expresión oral.
El desarrollo de un pensamiento propio. Con las historias, los niños aprenden a generar ideas y asociar conceptos, como por ejemplo el bien y el mal u otros aspectos cotidianos y culturales de la sociedad. Tras entender estos conceptos y el mundo que les rodea, van construyendo su propio
pensamiento y reflexión sobre por qué suceden las cosas.
Mejora el vínculo entre padres e hijos. Contar historias a los hijos mejora el vínculo afectivo, ayuda a crear recuerdos de la infancia, genera un momento de complicidad y favorece la conexión y el tiempo en familia.
Consejos para contar historias a tus hijos
Hay muchas formas de contar historias a los niños. Los cuentos y audiocuentos son, quizá, las más utilizadas por los padres, aunque como decíamos al inicio, también podemos improvisar nuestras propias historias y contárselas a nuestros hijos en cualquier momento, pues no necesitamos de ningún recurso adicional más que nuestra propia voz e imaginación.
Para contar historias a tus hijos, sigue estos consejos:
Ponte las "gafas de niño", es decir, inventa y cuenta la historia como lo harían los niños. No pongas límites a tu imaginación y deja que tu creatividad explore nuevos mundos, personajes y aventuras.
Incorpora tintes de magia y fantasía. El pensamiento mágico de los niños hace que adoren las historias con tintes de fantasía. Unicornios, magos, brujas, hechiceros, hadas... ¡Inventa un popurrí de personajes fantásticos y tu historia le encantará!
Saca tu faceta de actor/actriz. Contar una historia a un niño es mucho más que simplemente narrarla con tu voz. Utiliza todo tu cuerpo, gestos y movimiento para acompañar la narración y dotar de un mayor realismo a la historia.
Voces, sonidos y canciones. Asimismo, también es fundamental que incorpores otros elementos como tipos de voces, sonidos o incluso canciones, ¡aunque sean inventadas!
Cualquier momento y lugar es bueno para contar una historia. A los niños les gusta tanto que sus papás les cuenten historias, que no es necesario esperar a un determinado momento del día para hacerlo. De camino al cole, mientras viajáis en coche, de excursión a la montaña... seguro que cada lugar te inspira una nueva historia.
Pide a tu hijo que continúe la historia. Una idea genial para fomentar aún más la complicidad entre tu hijo y tú y pasar un rato muy divertido, es inventar la historia entre los dos. Puedes iniciar tú el relato y pedirle a tu peque que lo termine, o bien inventar un fragmento cada uno. ¡Las risas y las sorpresas estarán aseguradas!
Foto de portada | Freepik