Los juegos y juguetes sensoriales ofrecen a bebés y niños una oportunidad de aprendizaje divertida y diferente, ayudándolos a conocer detalles del mundo que les rodea. Este tipo de actividades les permite mejorar sus capacidades y destrezas motoras, además de fomentar su desarrollo cognitivo.
A continuación te proponemos 15 juegos sensoriales para hacer con bebés y niños, siempre con supervisión. Explicamos los beneficios que aporta cada actividad, cómo jugar y a partir de qué edad se recomienda.
Juegos sensoriales para bebés de 3 a 9 meses
Masajes sensoriales
Dar un masaje al bebé no solo es una excelente forma de fortalecer vuestro vínculo emocional, sino también de aportarle calma y tranquilidad y favorecer su percepción táctil.
Cómo jugar. Realiza suaves masajes en el cuerpo del bebé utilizando crema hidratante o aceite para bebés. Presta atención a las diferentes partes del cuerpo, como los pies, las manos y la espalda. En este post te dábamos algunos consejos para practicar un masaje al bebé, paso a paso.
Edad recomendada. A partir de los tres meses.
Exploración de texturas con los pies y manos
Explorar diferentes texturas y materiales con las plantas de los pies y las manos es un excelente ejercicio para estimular el sentido del tacto del bebé, promover la coordinación motora y ayudarle a desarrollar la percepción sensorial.
Cómo jugar. Prepara varios murales de cartulina y pega en cada uno de ellos objetos o materiales que tengas en casa. Por ejemplo, retazos de tela de diferentes texturas (loneta, terciopelo, algodón...), tiras de velcro de doble cara, pompones de algodón, papel de lija... También puedes disponer bandejas sensoriales con arena, arroz, lentejas, agua... A continuación, coloca los murales y bandejas en el suelo y permite que tu bebé gatee sobre ellos o explore libremente sus distintas texturas con las manos o los pies.
Edad recomendada. A partir de los seis meses.
Juegos con agua
Al igual que el masaje, el baño es otra de las actividades importantes para el desarrollo físico y emocional del bebé, y uno de los momentos del día más disfrutados por padres e hijos. Además de la higiene, podemos hacer del baño una rutina de juego estimulante para los sentidos del bebé y su desarrollo motor.
Cómo jugar. Llena la bañera del bebé con agua tibia y coloca varios juguetes flotantes de diversos tipos, tamaños, colores y texturas. Deja que el bebé toque, chapotee y experimente con el agua. También es posible jugar fuera de la hora del baño, llenando un pequeño barreño con agua y colocando al bebé al lado para que juegue,
Edad recomendada. A partir de los seis o siete meses, cuando el bebé ya sea capaz de mantenerse sentado sin ayuda.
Juegos sonoros y musicales
La música tiene increíbles beneficios para el desarrollo de los niños, entre ellos la estimulación del oído, el fomento de la coordinación y el sentido del ritmo, y la expresión corporal.
Cómo jugar. Para poner ritmo y música en la vida de los niños, podemos ayudarnos de instrumentos musicales simples adecuados a la edad del niño o juguetes sonoros que nuestro peque pueda explorar, animándole a crear con ellos diferentes ritmos y melodías.
Edad recomendada. A partir de los seis meses.
Cesto de tesoros
Ya hemos hablado en este post sobre los beneficios que tiene para el desarrollo del bebé hacer un cesto de tesoros y permitir que lo explore libremente. Entre otros aspectos positivos destaca la mejora en la percepción táctil, la atención y la curiosidad, y el desarrollo del juego imaginativo.
Cómo jugar. Prepara un cesto o una caja y mete dentro objetos que tengas por casa de diferentes texturas, tamaños y formas. Elige siempre objetos seguros para el bebé, que no contengan piezas pequeñas y sean fácilmente manipulables. Por ejemplo, puedes guardar una esponja, un cepillo de cerdas suaves, un ovillo de lana, piñas, una piedra pómez, una lima, una cuchara de madera, cortapasas de metal...
El juego es tan sencillo como permitir al bebé que explore libremente cada uno de los objetos. A medida que el niño vaya creciendo, podemos guardar los objetos en una caja cerrada con una pequeña abertura para meter la mano; simplemente con el tacto, el niño tendrá que averiguar de qué objeto se trata.
Edad recomendada. A partir de los seis meses.
Juegos sensoriales para bebés de 9 a 18 meses
Pintura con los dedos
Pintar con los dedos es una de las actividades artísticas y sensoriales más divertidas para los niños. Tiene grandes beneficios para el desarrollo psicomotor del bebé y también para su visión, pues estimula el sentido de la vista y el tacto, así como la coordinación óculo-manual.
Cómo jugar. Coloca en el suelo botes de pintura no tóxica e hipoalergénica, especialmente formulada para niños, y extiende un rollo de papel blanco. Permite que tu bebé experimente con los colores utilizando sus dedos. Si te preocupa que se manche la ropa, colócale un delantal plástico para protegerle de las manchas.
Edad recomendada. Aunque esta actividad es perfecta para ponerla en práctica con niños de todas las edades, cuando se trata de bebés es recomendable esperar hasta los nueve o 12 meses para que puedan aprovechar al máximo sus beneficios.
Sombras chinescas
Jugar con las sombras es muy divertido y estimulante para el bebé, fomenta su imaginación y exploración, estimula la visión y ayuda a desarrollar la percepción espacial.
Cómo jugar. Hacer juegos de sombras es muy sencillo; basta una linterna o una fuente de luz para proyectar sombras en la pared. Anima al niño a observar las sombras, tocarlas e interactuar con ellas de una forma divertida.
Edad recomendada. A partir de los 12 meses.
Hacer burbujas de jabón
Las pompas de jabón fascinan a los peques, y nunca una actividad tan sencilla tuvo tantos beneficios para el desarrollo. Entre otros beneficios, hacer pompas de jabón delante de los niños estimula su visión y el seguimiento visual, favorece el desarrollo psicomotor y su coordinación óculo-manual. A medida que el niño crece y es capaz de hacer burbujas de jabón por sí mismo, los beneficios se extienden también al plano de la respiración.
Cómo jugar. Utiliza un pompero y haz pompas de jabón delante del bebé. Estimula su curiosidad animándole a tocar las burbujas, perseguirlas y reventarlas.
Edad recomendada. A partir de los 12 meses.
Túneles y cabañas con telas
Jugar con telas de diferentes texturas es una actividad sencilla que podemos poner en práctica en cualquier momento sin salir de casa. Entre los beneficios que aporta este divertido juego destaca la estimulación del sentido del tacto y la vista, la coordinación motora y la creatividad.
Cómo jugar. Hazte con varios pañuelos de tela de distintos colores, manteles, cojines, sábanas... Cuantos más tipos de tela diferentes reúnas, más posibilidades habrá de combinar texturas y colores. Crea túneles o cabañas cubriendo sillas y mesas con los distintos tipos de tela, y juega con focos de luz directos para crear contrastes de color. Permite que tu peque se arrastre por debajo de las telas, se refugie, se esconda y explore los espacios que hemos creado.
Edad recomendada: A partir de los 18 meses.
Juegos sensoriales para bebés y niños de 2 a 4 años
Juego de olores
Entre los múltiples juegos y actividades que podemos hacer con los niños a partir de los 24 meses, los juegos de olores son uno de los más divertidos y estimulantes. Con este tipo de juegos podemos favorecer el sentido del olfato y la identificación de aromas, además de trabajar el vocabulario.
Cómo jugar. Coloca en una mesa a la altura del niño diversos recipientes que contengan alimentos de distintos olores (por ejemplo, vainilla, limón, café, especias...) y pide al niño que los vaya olfateando uno por uno, explicándole después cómo se llama cada ingrediente y sus posibles usos en la cocina.
A medida que el niño vaya creciendo podemos incorporar un nuevo matiz al juego y taparle los ojos para que adivine por el olor de qué alimento se trata.
Edad recomendada. A partir de los dos años.
Creatividad con alimentos
Deja a un lado la idea de que con la comida no se juega y permite que tu peque manipule alimentos de diferentes texturas, colores y sabores. Hacer construcciones con alimentos estimula el sentido del tacto y la vista, favorece coordinación y la creatividad, y ayuda a desarrollar hábitos alimenticios saludables.
Cómo jugar. Coloca en una bandeja una variedad de alimentos saludables y seguros de distintos colores y texturas, listos para comer (por ejemplo, trozos de fruta, huevos cocidos, vegetales y hortalizas ya cocinados...). Con las manitas bien limpias, anima a tu hijo a hacer una composición en su plato con aquellos alimentos que desee. Por ejemplo, puede construir formas geométricas, una cara sonriente, un paisaje, un arcoiris...
Edad recomendada. A partir de los dos años.
Caja de arena cinética
La arena cinética, también conocida como arena mágica, es un tipo de material de juego manipulativo que tiene propiedades únicas en términos de textura y aspecto, pues está diseñada para ser más moldeable y cohesiva, lo que la hace perfecta para actividades de modelado y construcción.
Además de los beneficios generales que tiene para los niños jugar con arena, los beneficios específicos de la arena cinética son sobre todo sensoriales y relajantes.
Cómo jugar: Proporciona arena cinética en una caja grande. Deja que el niño experimente con la textura moldeable y cree formas con las manos.
Edad recomendada. A partir de los tres años.
Exploración de naturaleza
Deberíamos procurar que nuestros hijos jueguen y hagan actividades en la naturaleza con regularidad, pues entre los muchos beneficios que aporta a su desarrollo destaca la estimulación múltiple de sus sentidos, el fomento del desarrollo motor en todas sus áreas, el aprendizaje experimental y la curiosidad.
Cómo jugar. Cualquier actividad que realicemos con los niños en la naturaleza es perfecta para estimular la exploración y el aprendizaje. Por ejemplo, podemos pasear por entornos naturales y pararnos de vez en cuando a observar de cerca las flores o los insectos, a escuchar el canto de los pájaros o sentir cómo crujen los palos o las hojas bajo nuestros pies.
También podemos animar al niño a recoger elementos de la naturaleza respetando el entorno, como por ejemplo hojas, palos, flores, piedras, piñas, frutos silvestres...
Edad recomendada. A partir de los tres años.
Juegos sensoriales para niños a partir de 4-6 años
Aunque todos los juegos mencionados hasta ahora también son aptos para niños más mayores, vamos a recomendaros dos actividades específicas para hacer con peques a partir de los cinco o seis años.
Degustación a ciegas
Se trata de una actividad muy divertida para hacer en familia, que estimula todos los sentidos al mismo tiempo, fomenta la curiosidad científica, mejora la percepción y promueve el pensamiento crítico.
Cómo jugar. Coloca varios platos con diferentes alimentos en cada uno de ellos. Tapa los ojos al niño y anímale a ir probando cada alimento o ingrediente y adivinar de qué se trata.
Creación de mandalas sensoriales
Ya hemos comentado anteriormente los increíbles beneficios que tiene para los niños pintar mandalas. Entre otros aspectos positivos, esta manualidad estimula la vista, fomenta la creatividad y la concentración y promueve la apreciación estética.
Cómo jugar. Puedes imprimir mandalas para que los niños las coloreen utilizando lápices, ceras o rotuladores. También puedes proporcionarle otros materiales como papel de seda, semillas, arena de colores, pequeñas conchas, plastilina... para que lo peguen y decoren la mandala a su gusto, experimentando con diferentes texturas y colores.
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