Esos padres que prefieren dar biberón para participar en el cuidado de sus hijos‏

Esos padres que prefieren dar biberón para participar en el cuidado de sus hijos‏
23 comentarios

Hemos dejado atrás décadas de un estilo de cuidado de los niños en que las madres tenían que hacerse cargo de manera casi exclusiva de los niños, mientras los padres se dedicaban a traer el dinero a casa y luego a descansar.

Ahora los padres nos implicamos mucho más, y hasta corre la leyenda que dice que hay un padre que ya no ayuda en casa, sino que es tan parte activa como la madre. El problema es que algunos padres se están implicando en el cuidado de los hijos de manera equivocada. Son esos padres que prefieren dar biberón para sentir que están participando en el cuidado de sus hijos.

Cuando el padre entra a decidir

No lo he oído muchas veces, pero sí alguna vez. Veo a un recién nacido que está tomando leche artificial y sus padres me explican que han decidido hacerlo así porque así el padre podía también darle biberón, ya que le hacía ilusión y así se sentía partícipe de los cuidados.

Entiendo que para los padres, para nosotros, también es importante cuidar de nuestros hijos y sentirnos útiles. Sin embargo, mira que hay que cosas que podemos hacer con ellos, y va y elegimos la que debería estar al final de la lista.

La decisión de amamantar a un bebé, o de tomar el pecho, debería ser de la madre y de su bebé. Y mira, si queréis metemos al padre, pero sólo si va a decir que mejor pecho. Si no, su voto no vale. Y si nos ponemos a votar, quizás deberíamos escuchar también el voto del bebé, que sabemos sí o sí que es "quiero teta", porque el mayor beneficiado o el mayor perjudicado de la decisión resulta ser él, aquel al que no le están dejando elegir.

El protagonismo del padre

En alguna ocasión he leído a mujeres explicando (es lo que tiene leer foros, Facebook y cosas así) que sus maridos se quejan porque con tanto pecho, tanto calor materno y tanto vínculo el bebé sólo les va a querer a ellas.

Puedo entender esta preocupación, pero no la comparto en absoluto, y eso que soy padre. Digamos que, hablando mal y pronto, "si querías que te necesitara a ti al nacer, haberlo gestado y haberlo parido".

Pero como tampoco es plan de hablarle así a ningún padre, lo más lógico es explicar las cosas tal y como son: los bebés nacen conociendo a mamá, sabiendo cómo sabe, cómo huele, cómo suena cuando habla y, al verla al nacer, cómo es. Ella es su cuidadora principal y, cuando empieza a amamantarle y a tenerle en brazos, se fortalece el vínculo entre ambos, algo que debe suceder para que el bebé tenga siempre a alguien que le cuide, alguien de primera referencia.

Como el bebé no sabe si su madre está casada, soltera, "arrejuntada" o divorciada, no se preocupa demasiado de quién puso el esperma, y a nosotros no nos reconocen como cuidadores, al menos de buenas a primeras.

Pero como no son tontos y son seres sociales, si están comidos y a gusto, no tienen ningún problema con estar en nuestros brazos, escuchando nuestros ruidos, nuestras palabras, recibiendo nuestras caricias y nuestros besos y empezándonos a conocer y a amar.

Vamos, que siempre habrá momentos en que necesiten más a mamá que a papá (cuando lloran), pero siempre habrá momentos en que con nosotros estarán estupendamente. Al principio es así, no hace falta dividirnos al bebé por tiempo, media hora tú y media hora yo. Es más una cuestión de qué necesita en cada momento y, por nuestra parte, de saber aprovechar los momentos en que podemos crear el vínculo con ellos, y momentos de esos hay muchos, muchísimos, sin necesidad de coger un biberón.

Pero así la madre descansa

Sí, lo sé, si lo dice hasta la AEP en el Manual de Puericultura que publicó hace unos años:

El biberón es una ayuda que puede beneficiar a la madre y ayudarla a descansar, especialmente durante los primeros días después del parto.

Pero no. No debería ser así. Si un niño tiene que acabar tomando biberón por la razón que sea, lo ideal es que siga siendo la madre quien le dé el biberón, siempre que sea posible. El vínculo existe y se tiene que fortalecer. El niño necesita ese contacto, ese olor conocido, ese sentirse a gusto a la hora de comer, y por eso se recomienda que sea la madre quien lo haga, incluso abriéndose la camisa, subiéndose la camiseta o haciendo lo necesario para que el bebé tenga ese contacto piel con piel con mamá, aún tomando biberón.

Cuando acabe, pues venga, es nuestro momento. Cogemos al bebé y lo paseamos para que eche el eructo, lo mecemos para que se duerma y le cantamos una nana, o si quieres una canción de los Rolling, o de los Beatles, o si te gusta más el rock español de Fito, Platero o Marea (intenta evitar a toda costa las de Justin Bieber, producen pesadillas). Y nos quedamos con él, paseándole, hasta que nos sentamos en el sofá con él en nuestros brazos, aprovechando ese momento para mirarle, escucharle, sentirle. Observando sus ojitos cerrados moverse, escuchando su respiración, centrándonos en su pelito suave pero desordenado, apenas capaz de seguir un orden ni después de ser peinado, en esas uñas que parecen incrustadas dentro de los dedos, que nos hacen dudar si algún día de verdad saldrán hacia afuera y, en definitiva, en todas esas cosas que podemos ver en un bebé y que nos hacen quererle cada día más.

Eso es participar de sus cuidados, eso y cuando olemos caca cambiarle el pañal, eso y cuando toca, darle un baño, eso y cuando nos apetece, jugar con él, eso y grabarnos juntos haciendo el payaso, para que mamá se ría un rato, eso y darnos cuenta de lo difícil que puede resultar vestirle, con tantas capas de ropa tan estrecha, eso y, además, hacer las cosas de casa, porque aunque no lo parezca, cuando limpias la cocina y recoges los platos estás ejerciendo como padre y pareja también.

¿O creías que lo único que podías hacer por tu hijo es darle un biberón durante un ratito?

Foto | Thinkstock En Bebés y más | "No me ayudes con el niño, ayúdame con la casa", La cercanía del padre, beneficiosa para el desarrollo del niño, Cuando el padre no puede estar en el parto: la historia del nacimiento de un hijo estando en Afganistán

Temas
Comentarios cerrados
    • interesante

      Bajo el titular “esos padres que prefieren dar biberón”, leemos mi mujer y yo muy interesados su artículo.

      En muchos aspectos estamos completamente de acuerdo. En otros, discrepamos profundamente, incluso nos sentimos ofendidos. Ella especialmente. Quizá la mejor forma de explicarnos sea enumerando las discrepancias:

      1- Es frecuente confundir biberón con lactancia artificial. Queda clara esta confusión al interpretar de manera tendenciosa el consejo de la Asociación Española de Pediatría. En todas sus recomendaciones no dejan atisbo de duda de que la mejor alimentación que podemos darle a nuestros bebés es la leche materna.

      2- Asumir que cuando un padre propone darle el biberón es por egoísmo o celos es un poco perverso y es aún más tendencioso. Y que nuestra única opinión válida deba ser “pecho si o si” o cerrar la boca.

      Sus conclusiones, de haberlas leído y aplicado hace unos meses con nuestro hijo, nos hubiera llevado a esta situación:

      Son las 4 de la mañana. Mi mujer no ha dormido más que una hora seguida. Usted sabrá que muchos bebés piden toma cada 2 o 3 horas, que dar una toma en los primeros meses suele durar una media hora por pecho, a sumar los gases y el arrullo para volver a dormirse. El bebé despierta llorando de hambre. Mi mujer está reventada y el bebé pide comida. Y si yo siguiera sus consejos para ser buen padre, le diría, “mira cariño, Armando, de bebesymas.com aconseja que sólo puedes ser tú quien le alimente, que se rompe el vínculo, y que te quites la ropa para que note tu piel. Cuando acabes me despiertas si quieres para sacarle los gases o cantarle Angie de los Rolling “

      La mayor ayuda que podemos dar a muchas de nuestras mujeres no son los minutos de los gases ni jugar con él, ni cambiar el pañal, ni hacer las labores de la casa. Poco dice de un marido el “ahora que tenemos bebé en casa, ahora voy a fregar los platos”. (" y además, ayudar con la casa, porque aunque no lo parezca, cuando limpias la cocina y recoges los platos estás ayudando a cuidar al bebé y estás ayudando a mamá a descansar después del parto”). Un hombre que sigue diciendo lo de "ayudar en casa", se define sólo.

      En muchísimos casos, la mayor ayuda que podemos hacer es permitirle que ella pueda dormir por la noche, que pueda recuperarse, que pueda estar descansada de forma digna. Me ofende que esta opinión sea considerada como oscuro paternalismo, complejo de inferioridad o miedo al poder de la mujer. No confundamos protección, empatía y cariño con falocracias varias, ni defendamos actitudes machistas de maridos demasiado acomodados.

      Armando, dudo que sea por desconocimiento. El biberón no es sinónimo de lactancia artificial. Existen sacaleches y biberones adaptados para la leche materna. Soy el primero que como médico estigmatizo la leche de fórmula cuando existe otra opción. Pero no la forma de dársela, no el medio de ser alimentado, no a costa de todo.

      Mi mujer, por propia decisión y alentada por mí, no por mi egoísmo, sino por mi amor a ella, por querer verla descansada, usaba un sacaleches todos los días. En el frigorífico siempre había una o dos tomas para la noche, Y en el congelador siempre había reserva de su leche. Nuestro hijo como bien dices, no sabía al principio si era papá o el vecino quien le alimentaba en esas madrugadas. Nunca repudió el pecho de mi mujer por haberle dado yo la leche de su mamá por biberón a las tantas de la noche. Le cuento la mecánica de nuestra familia y usted me dirá si mi conducta es reprobable. Desde la toma de las 12 de la noche, mi único objetivo era que mi esposa descansara. Quedaba mucho día duro por delante. No era excusa que ella estuviera de baja maternal y yo trabajara al día siguiente. Mi mujer no es más débil que el resto, ni mi bebé más problemático por pedir tomas más frecuentes o no poder dormir la noche entera. El bebé despertaba a las tantas y cada tres horas. Casi sin tiempo para que llorara, calentaba la leche de su mamá, y entre mimos y caricias (no creo que mi piel ni mi olor sean repulsivos) le daba su toma. Ella dormía a nuestro lado. Le sacaba los gases, le besaba hasta desgastarle los mofletes, y al quedarse dormidín, volvía a los brazos de su mamá. Así, todas las tomas que necesitara por la noche. Amanecía, y el pequeñajo desayunaba del pecho de su madre sin ningún problema ni trauma. Tampoco se menciona en su artículo las transiciones de pecho a biberón en muchos caso tan dificultosas. Al menos, en nuestro caso, ésta fue realizada de la forma más natural y progresiva posible.

      Muchos padres primerizos leerán su artículo, y creerán que las “autoridades” sobre el tema, aconsejan darse la vuelta en la cama a las cuatro de la mañana y decirle a su pareja : “lo siento cariño. Te fastidias. Bebesymas.com recomienda que seas tú la que le debes alimentarlo". Flaco favor que le hacemos a nuestras cansadas esposas.

      Obviar la opción del sacaleches es hacerle muy poco favor a la mujer.

      "Qué gran padre que soy que le cambio los pañales, lavo la ropa, hago la compra o pongo el lavavajillas. Pero eso de levantarme a las tantas para alimentar al bebé, que lo hagan ellas, que para eso gestaron y parieron". Muy grave me parece. No he dejado que mi mujer conteste a su artículo. No es tan políticamente correcta como yo, y posiblemente, su comentario no hubiese sido publicado.

      Desde mi humilde opinión de “padre ignorante y caprichoso”, recomiendo a los padres primerizos comprar un sacaleches y un biberón adaptado, estar con ella en la extracción,y regalarle a su pareja las horas de sueño tan necesarias. Y nunca preferir la fórmula artificial a la leche de su madre. Eso es indudable.

      PD: Ahora nuestro bebé cumplirá un año. El vinculo con su madre es tan emotivo y dulce como cualquier otro. Del vínculo que tiene conmigo no debiera ser yo quien hablara. Pero si, es de anuncio o de foto parecida a la de la portada de su artículo. Debo ser un insensato.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de cazurreando Respondiendo a cazurreando
      interesante

      En esta historia hay alguna cosilla que no me acaba de cuadrar. Me alegro mucho de que los tres estéis felices con la lactancia. Eso es lo importante. Y como es lógico las opiniones de los demás os deben traer al fresco. Pero creo que tu historia sí que puede confundir a más de unos padres primerizos, pues la considero más excepcional que corriente, y seguir esos pasos puede llevar al fracaso de más de una lactancia.
      1.- Para la mayoría de las madres lactantes que conozco, el sacaleches es un instrumento de uso desagradable. Una ventosa a lo bestia que aspira y estruja tu seno, nada que ver con la suave succión de tu bebé (cuando la grietas pasan, jeje). Encima algunas mujeres casi no conseguimos sacarnos nada con ese infernal cacharro. Yo sólo conseguía sacar unos mililitros si mis niños estaban delante, sin velos, olerlos... de allí no salía ni gota. Sin embargo el simple hecho de oir llorar a mis bebés me producía una subida de leche instantánea. En mi cuerpo manda la oxitocina.
      En fin, que para mi es más trabajoso juntar con el sacaleches dos biberones que acostar al niño conmigo sin camiseta y dejarle barra libre, que no te despiertas tanto, vamos, que ni te enteras. Aparte de que mis hijos hubieran montado tal pollo mientras amorosamente calientas el bibi que hubieran desvelado a toda la vecindad, no solo a su madre. Ya te digo que no me cuadra.
      2.- Lo de la confusión teta-bibi-chupete, está más que demostrado que ocurre en un alto porcentaje de casos. Menos mal que no fue el vuestro, si no otro gallo os habría cantado con la lactancia. Lo de los bibis adaptados, pffff, compré uno para darle algo de agua a mi nena, y la pobre no conseguía sacar ni gota (no deben de parecerse tanto al pecho), pero tranquilo, que con 4 mesitos ya bebía en vaso: no te preocupes con lo de la transición teta-bibi-vaso, no es problema (¿cómo lo harían cuando no había bibis?).
      3.- Como poseedora de dos pechos que han lactado ya 4 años, no entiendo lo siguiente (y esto es lo que menos me cuadra): tu mujer da el pecho durante el día cada pocas horas, además aún se saca un par de biberones para la noche, ¡debe de tener una producción bestial! Pero curiosamente, unos senos tan productivos, a partir de las doce de la noche descansan, y no empiezan a hincharse y a gotear, despertando a la madre.
      4.- ¿Sabes cuánto tiempo lleva cambiar pañales, lavar la ropa (no se tiende, plancha ni guarda sola), hacer la compra y lavar la vajilla? Mucho más que dar un par de biberones y dormir al zagal.
      5.- ¿Cuánto ha durado la lactancia? El niño no ha cumplido el año y hablas de ella en pasado. Entonces ya me cuadra algo más. Una opción estupendísima y respetable, pero para conseguir una lactancia exclusiva 6 meses y ser el principal alimento hasta el año (como recomienda la OMS), las que das no me parecen las mejores pautas a seguir.
      6.- Dile a tu mujer que se pase por aquí. Yo no soy siempre políticamente correcta y me lo publican todo. Mientras no se insulte ni falte el respeto...

    • Avatar de cazurreando Respondiendo a cazurreando
      interesante

      No hombre, reprobable nada. Cada cual en su casa tiene que buscar la solución que más le convenga para su funcionamiento familiar. Vosotros encontrasteis esa solución y, si os fue bien, yo no soy nadie para criticarla.

      Sin embargo no considero que sea una solución ideal para todas las parejas, es decir, yo no la recomendaría de primeras porque dar un biberón a un bebé no siempre sale bien, es decir, aunque ahora los hacen con tetinas especiales, algunos bebés sufren la llamada confusión teta-biberón, y al empezar a tomar biberón rechazan el pecho o bien se empiezan a coger del pecho diferente, como queriendo emular el agarre que realizan con la tetina, y provocan grietas, ingurgitaciones y mastitis, y es algo así como el principio del fin de la lactancia.
      También puede suceder que se le ofrezca el biberón y simplemente lo rechace, es decir, que haya padres intentando seguir dicha recomendación que no sepan cómo hacerlo o qué camino seguir por ver que su hijo rechaza el biberón al no ser de carne y hueso (o sólo de carne).
      Por eso lo ideal es dar la leche en su envase original, es decir, desde el pecho de la madre. Vosotros optasteis por extraer leche materna y darla diferida, también hay mujeres que no se apañan sacando leche, que no consiguen hacerse con el sacaleches y que acaban tirándose horas para sacar muy poca leche... no sé hasta qué punto es deseable que esté por el día tratando de conseguir una leche que luego dar por la noche. En consecuencia, muchas parejas acaban dando artificial y lo mismo, dar biberones de leche artificial equivale a poner trabas a la lactancia materna, porque se ve afectada la producción.

      Repito, a vosotros os fue bien así y no tengo nada que objetar porque cada uno en su casa hace lo que mejor le parece. En mi casa van tres bebés, tres lactancias, y yo no he cogido más que un biberón con el segundo, un día que lloraba y lloraba y teníamos leche congelada. Lo cogí, lo calenté y cuando me disponía a dárselo mi mujer me arrancó el bebé de los brazos. No pudo soportar la idea de que otro le alimentara.

      Todas las noches ella se les ha amamantado todas las veces que se han despertado, y puedes imaginar que con tres niños y ocho años de lactancia son muchas noches y muchas tomas, pero eso no nos hace mejores, ni a ella una superheroe ni nada por el estilo, simplemente, hace lo que han hecho las madres durante toda la historia, darles el pecho cuando lloraban. Que sí, que ahora la vida ha cambiado y hay muchos avances, pero como digo, hacer uso de ellos no puede ser una recomendación general porque puede afectar a la lactancia. Además, como dice iskandervv, teniendo al bebé al lado puedes amamantarle sin despertarte apenas. Mi mujer hay noches que no sabe cuántas tomas han hecho, porque se duerme con el pecho fuera y los bebés / niños se cogen solos muchas veces.

      Un saludo y gracias por ofrecernos tu visión sobre el tema.

    • Avatar de cazurreando Respondiendo a cazurreando
      interesante

      Lo más lejano a mi intención era instruir sobre la lactancia. Queda bien claro que el artículo lo leí por otros medios y que tuve que darme de alta en el foro exclusivamente para poder dar respuesta a una imagen del “buen padre” que podría derivarse de lo leído. Por supuesto que hay cosas que no cuadran.

      Sólo quería dejar constancia de una opción que creo que faltaba, la de dar leche de su mamá por otros medios. ¿Cómo voy a atreverme a ejemplarizar nada? Me molestó que se deje la labor de padre a las tareas doméstica, que aún triplicadas por la llegada de un bebé, en mi humilde opinión, nunca debieran dejarse en exclusiva en los hombros de la mujer.

      Entiendo que el sacaleches para muchas mujeres pueda significar una tortura. Pero decantarse directamente por la leche de fórmula sin haberlo intentado, no me parece a priori un mal consejo.

      Comprendo también la confusión teta-biberón que se menciona y no discuto que esté sobradamente demostrado. Demostrado, supongo, en cada caso en particular.

      16 semanas fue la baja maternal de mi mujer. Ojalá hubiese tenido los 6 meses recomendados por la OMS. Este es otro tema, pero la lactancia exclusiva de leche materna se tuvo que interrumpir por causas mayores, no por su deseo.

      Donde si debo aclarar algo, es con lo de la producción de leche de mi mujer. No creo que sea generalizable su caso. Y hay una trampa en mi descargo que debí mencionar. Nuestro hijo nació prematuro. Durante medio mes estuvo ingresado en neonatología, con un distress respiratorio, precisó ser intubado, surfactante y ventilación mecánica y luego CPAP nasal para poder respirar. Durante esos muy duros días, fue alimentado con fórmula por biberón por las amantísimas enfermeras que lo sacaron adelante. Mi mujer se sacaba leche durante esos días al pie de la incubadora y progresivamente fue dándole al pecho. Esa leche fue congelada, y era de esa reserva de la que tiraba yo en esas madrugadas. No todas las tomas nocturnas fueron en exclusiva por biberón. Digamos que la de las 3 de la mañana. La de las 6 de la mañana, eran ya de su pecho. Ella controlaba qué darle, descongelaba una, y otra que se sacaba durante el día. Las cuentas creo que ahora pueden quedar más claras.

      Sé cuánto tiempo lleva lavar, planchar, hacer la compra, lavar los platos, limpiar la casa. Lo se perfectamente. Entiendo la duda, pero comprende que igual ofenda la sospecha. Igual no se entendió que esas cosas siempre se hicieron al 50%, y que en los 4 primeros meses de la llegada del bebé, fuero justamente desequilibradas. Lo tome como mi única obligación. Pero no sólo esa. Algo puede hacer un padre, o al menos intentarlo, en esas madrugadas.

      El bebé claro que lloraba al despertarse. Y ella se despertaba, o despejaba, más propia esa expresión. Pero confiaba en mí, sabía que en dos minutos el pequeñajo estaba comiendo plácidamente.

      Mi mujer no entra en estos foros, y quizá su enfado inicial era por la insinuación de que un padre sólo puede ayudar limpiando, bañando, comprando,cambiando pañales…Se puede intentar el sacaleches. Es una opción. Y el que no se mencionara, lo siento, me parece tendencioso. El que ni siquiera fuera mencionado no le gustó nada o que se tergiversaran las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría.

      Francamente me arrepiento de haber compartido nuestra experiencia. Nada puedo decir ante madres que dan el pecho durante dos años y pico (3 hijos, 8 años de lactancia) mientras que el nuestro casi ya come sólido y no ha cumplido 1 año. Nuestro caso en efecto, es excepcional, como el de una baja maternal de 6 meses o un año.
      No creo que vuelva a entrar en este foro. Las dudas que tenemos, nos la suele resolver nuestra pediatra. Comprendo que nuestro caso no sea ejemplar. Por eso no hemos creado ningún foro, ni participamos de ninguno ni somos editores de nada.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de cazurreando Respondiendo a cazurreando
      interesante

      Bueno, tampoco es como para arrepentirse... Creo que iniciaste un debate muy interesante que puede ayudar a otros lectores a ver que existen otras maneras de hacer las cosas que pueden funcionar.
      En referencia al texto, dices que ella enfadó porque un padre sólo puede ayudar cambiando pañales, comprando bañando,... pero es que esos tres puntos es todo demás, jugando con el bebé, durmiéndole, paseando con el por la calle en el cochecito o porteándole en una mochila o fular, haciéndole mimos, caricias, etc., y haciendo cosas de casa también, claro. Lo único, lo único que queda es alimentarle... vamos, que si un padre ser lo propone y tiene casi super poderes, puede dar la vuelta a la tortilla y hacer que lo único que tenga que hacer la madre es darle el pecho. Mira si hay cosas que podemos hacer.
      Un saludo y si quieres eres bienvenido si te decides a participar en otras entradas.

    • Cerrar respuestas
    • Si es que ahí está el quid del asunto. Un padre puede hacer mil y una cosas, así que me parece abusivo el caprichito de tener que alimentarlo mientras lacte, que luego también podrá participar en la alimentación.

    • Avatar de cazurreando Respondiendo a cazurreando
      interesante

      Como te entiendo

    • Avatar de cazurreando Respondiendo a cazurreando

      Ahora lo que no entiendo es porqué os ofendió tanto el artículo. En fin. Ya me cuadra lo de la producción de leche, la situación me había parecido irreal. Al final por lo que veo el niño sólo tomaba una tomita o dos de bibi, tampoco es que que el pecho estuviera descartado, que es de lo que habla el artículo. Que el "te sacas la leche y se la damos en biberón no vayas a ser tú más que yo", pues sería para mi aún peor respecto a la madre. En fin, que creo que se habla de hacerlo por gusto o capricho, no en el caso en que hay que sacarla y darla por otro medio por otras circunstancias.
      Por supuesto que los sacaleches pueden ser muy útiles, sobre todo en casos como el de vuestro niño, o cuando la madre tiene que ir pronto a trabajar. En esos casos valoro y admiro mucho el esfuerzo que hacen estas mujeres, yo no sé si sería capaz. De hecho siempre he pensado que si hubiera tenido que volver al trabajo prematuramente, habría pasado a los niños a leche artificial, sintiéndolo mucho, pero sin complejos. Que no puede estar una en misa y repicando.
      Por cierto, no he entendido lo de "Nada puedo decir ante madres que dan el pecho durante dos años y pico mientras que el nuestro casi ya come sólido y no ha cumplido 1 año. ¿Qué tiene que ver una cosa con otra? Mis hijos con casi un año tomaban teta sí, pero también comida sólida (ni ellos ni yo somos muy amigos de los purés).
      Y bueno, que la madre descanse a veces es muy necesario. Mi marido, cuando la niña era pequeñita (con el mayor no colaboró tanto) muchas noches la paseaba por la casa cuando el pecho ya no la callaba pero no se dormía. Incluso la dormía encima de su barriga y se quedaba quieto el tiempo necesario para que la niña y yo durmiéramos. Hay mil maneras de ser un padrazo.

    • Avatar de cazurreando Respondiendo a cazurreando
      interesante

      Ante todo, enhorabuena porque a vosotros os ha funcionado así, y cada familia sabe o va descubriendo lo que le va mejor para sus circunstancias particulares. Aunque reconocerás que serán muy pocos los casos en que la mujer esté dispuesta a sacarse leche durante el día para que por la noche su marido se la dé al bebé, habiendo la opción de la leche artificial, desgraciadamente… Pero no puedo dejar de discrepar en algunas cuestiones, como madre de un bebé todavía lactante con sus veintiséis meses, y que se sigue despertando cada noche varias veces.

      Mi marido empezó a trabajar cuando se le terminó el permiso de los quince días. Entonces decidimos de común acuerdo y dado que nuestro hijo ni por asomo aguantaba las tres horas de rigor (dos horas seguidas era todo un logro), ir a dormir a otra habitación. Al fin y al cabo yo tenía por delante mi baja por maternidad, lo que me permitiría descansar durante el día, es decir, dormir cuando mi hijo lo hacía por la mañana, o por la tarde… (como bien me aconsejó la pediatra, “y las cosas de la casa ya se harán…”…).

      Estuve los primeros dos meses despertándome, no, despejándome, cada vez que mi hijo pedía teta, pues le cogía de su capazo, aguantaba estoicamente el sueño sentada en la cama, y cuando terminaba intentaba que sacara los gases y le ponía a dormir. Muchas veces en menos de una hora ya volvía a oírsele, y vuelta a empezar. Miraba el reloj y pensaba, esto no puede ser… Y llegaban las cuatro de la mañana y ya decidía que se acabó el levantarse más, que cuando terminara la toma le dejaría dormidito a mi lado en la cama, porque generalmente ya se había dormido. Hasta que un buen día decidí que en mi casa y a pesar de todo haría lo que a mí me vendría bien, y el primer rato se quedaba en el capazo y aprovechaba para hacer algo, pero en cuanto le oía una vez ya se quedaba conmigo. ¡Qué descubrimiento! A partir de entonces se acabó el bostezar a todas horas, el sueño permanente y el cansancio. Porque durmiendo con mi hijo al lado ya NO me DESPEJABA, y a veces antes de que terminara la toma ya estaba otra vez dormida, y ello a pesar de tener que utilizar sujetador con discos de lactancia hasta el año porque por las noches mojaba la cama. Y esto de dormir con él es lo que me ha permitido no tener que desatenderle por las noche a pesar de haber empezado a trabajar cuando todavía no había cumplido los seis meses, continuando con la lactancia materna porque, la verdad, no he sido capaz de destetarle por mi sola voluntad.

      Una pregunta me gustaría hacer: mientras preparabas el biberón de leche materna, tu hijo lloraría, supongo. ¿Y tu mujer podía mientras tanto seguir durmiendo? Para mí es un inconveniente muy grande del biberón, quizá porque mi hijo es que no sabe esperar.

      Por cierto, yo también me saqué leche durante unos meses, para prepararle su papilla de cereales sin utilizar sólo agua ni leche artificial, pero lo hacía manualmente, por lo que no recomiendo comprar el artilugio.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de iskandervv Respondiendo a iskandervv
      interesante

      Yo me la sacaba también, le daba pecho y la sacaba, sobre todo porque al ser tan pequeño al principio no tenia tanta fuerza para chupar. Y algina, alguna noche yo he dormido toda la noche y cada 3 horas mi pareja le daba el bobe con MI leche
      Hacer cosas en casa..... Pocas pero la comida, bañar al niño, si tiene hecho

    • Avatar de iskandervv Respondiendo a iskandervv

      El mio no se despertaba. Le daba la leche cada 3 horas pero no despertaba. Eso en ocasiones que yo quería doir una noche entera. Porque yo lo ponia a la teta, le completaba con bibe de mi leche, lo hacia eructar, dormir y me sacaba mas leche. Imagina lo que yo dormía

    • Avatar de cazurreando Respondiendo a cazurreando

      Cazurreando, yo me he dado de alta en el portal sólo para apoyarte y decir que no, que el tuyo afortunadamente no es el único caso, lo que pasa es que se ve que los menos "modernos" (o lo más, no me ha quedado claro) no estamos tan activos cibernauticamente... Yo tampoco veo bien que parejas decidan dar biberon solo por poder participar el padre. La LM es lo mejor y siempre hay que priorizar, eso me queda claro. Pero mi marido ha acabado encargandose de un biberon cada noche a nuestro bebé a partir de su mes de vida, al estar yo al borde de la depresión post-parto (o bien metida hasta el fondo), muchos problemas de lactancia (consulté a grupos de lactancia, foros de lactancia y dos asesoras de lactancia que han venido a casa varias veces) y habiendo perdido tanto peso que hasta la pediatra me lo recomendó al verme, y sin poder dormir ni dos-tres horas (sumadas, que no seguidas, eh) en toda la noche... Gracias a su ayuda ahora puedo dormir unas 4-5 horas (sumadas en toda la noche) y voy aguantando mejor y por fin disfrutando de la maternidad.
      Así que por favor, dejar ya de criticar a todos los padres que no sean "superpluscuamperfectos-de manual de la OMS", y de hacernos sentir padres de segunda por no serlo (si, aunque digais que no s la intención, así no haceis sentir, y muchos profesionales también...) porque al final de lo que se trata es de darles a nuestros hijos lo mejor adaptado a cada circunstacia, cada pareja y cada niño.
      Por cierto la niña no confunde biberon con teta y gracias al biberon nocturno he podido seguir con la LM, aunque mixta, que de otra manera no hubiera aguantado. ¿Qué hubiera sido mejor, LME un mes o Lactancia Mixta varios meses?
      Nos hemos pasado de un extremo terrible, que se daba en la generación de nuestro padre cuando la LA era lo más común y se criticaba la LM, a lo contrario. Hay muchas maneras de hacer las cosas y no sólo una es la buena.
      Ah y mi marido también cocina siempre y se encarga de buena parte de cosas de la casa.
      Así que... vivan los maridos como Cazurreando y como el mío y que afortunadas nosotras de tenerlos! (que los hay y más de lo que parece, lo que igual están más ocupados cambiando pañales o dando biberones que navegando por Internet)

    • interesante

      Pues me parece un capricho hasta inmoral si me apuras. Privar al niño de lo que necesita para sentirse superguay como los papás de los anuncios de leche de bote, es una barbaridad por donde lo mires.
      Es preferible un marido modelo "macho ibérico" como el mío, que diga "eso es cosa de mujeres". Mira que yo me quejo a veces de que no ha tenido el gusto ni de hacerme la cama estando yo recién parida, pero estas situaciones son absurdas. A ver si los caprichosos que quieren esto siguen queriendo ocuparse de la alimentación del niño cuando empiecen los purés, que se acaba pringada de papilla hasta el pelo con los manotazos que le dan a la cuchara.
      A parte de la falta de respeto hacia la madre. O sea, que una lo gesta, lo pare, y luego no puedes amamantarlo (una fase normal, necesaria y satisfactoria de la vida sexual de la mujer, que no se limita solamente al plano de las relaciones, como en el caso del hombre). Todo esto huele a complejo de inferioridad masculino a la legua, miedo al poder de la mujer, y que yo creo que es la clave de todos los machismos.
      Y lo de que "es para que la madre descanse", es la frasecita más socorrida para todo el que gusta de coger a un bebé ajeno sin que le apetezca ni a la madre ni al niño.
      Sé que mi discurso a veces es trasnochado (o conformista, o resignado...), pero prefiero mil veces el machismo rancio, a una participación en la crianza mal entendida y caprichosa.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de pitikiti Respondiendo a pitikiti
      interesante

      A mí tampoco me hacía la cama, ni ha llegado a planchar nunca, ni a coger la aspiradora (aunque sí quita el polvo). Y tampoco se levantaba a cambiarle el pañal (hasta que decidí probar a no cambiarlo en cada toma y dejarle de 12 a 6 con el mismo... y no pasó nada malo, claro). Pero también lo prefiero a que intente "quitarme" a mi hijo dándole el biberón desde el principio porque como bien dices quien le ha llevado dentro nueve meses he sido yo, y además por algo nos dan la baja a las mujeres "por maternidad"... Y sí, luego con los purés tampoco se apuntó hasta que hace unos meses ha sido mi propio hijo quien le reclama para que esté ahí con él mientras cena.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de iskandervv Respondiendo a iskandervv
      interesante

      Pues si, yo también habría tenido la sensación de que "me quitan" al niño si no me dejan amamantarlo. Creo que es necesario tanto para el niño como para la madre, aunque de esto último no se hable mucho o se confunda con ser posesiva.

    • Avatar de iskandervv Respondiendo a iskandervv

      Tampoco es eso, una colleja a tu marío sí le daba yo, porque no es una cuestión de "ya que no le das biberón, no hace falta que hagas nada".

      Igual yo lo veo diferente, pero es que yo en mi casa, menos la comida, que me da una tirria que no veas (y a veces la hago), hago de tó.

    • Cerrar respuestas
    • Mi marido se encarga de las compras, las comidas y algunaS cenas, y tb limpia el polvo y friega el suelo eh? que parecía que no hace nada y es fundamental para la logística doméstica.

    • interesante

      Detrás de este enfrentamiento lactancia materna versus biberón para mí se esconde nuestro gran y verdadero enemigo, una sociedad que no tiene bien considerada ni la maternidad (ni apoyada legal, institucional, laboral, etc) ni la paternidad (ese falso hombre “progre” y los que ven menos hombres a los que dan biberones). Los defensores acérrimos de la lactancia materna nos hacéis sentir a veces a los que “tuvimos” que optar por el biberón (sea leche materna o fórmula) como si hubiéremos despreciado algo.
      Desgraciadamente y afortunadamente me tuve que ir a trabajar cuando mi niño tenía dos meses y medio, porque mi pareja desgraciadamente no tenía trabajo, afortunado él que se quedaba con el niño. A los ojos de los seguidores de la lactancia materna, yo la madre, me he perdido lo más importante, no he establecido ese vínculo mágico que solo una madre puede establecer con su hijo mediante la teta, como si fuera un tipo de “conexión usb” particular por la que solo pueden conectar ese vínculo. A los ojos de parte de la sociedad (tanto hombres como mujeres) le choca que mi pareja se ocupara del niño y yo trabajara, y vieran la situación con cierto tufillo machista.
      Por eso quiero decirles a las que disfrutan de la lactancia materna que tienen toda mi consideración y admiración, que no soporto tampoco a los que van de “mira esa con el niño todavía enganchado a la teta” o que pongan reparos en sitios públicos para dar el pecho.
      Que admiro a las que usan el sacaleches “del demonio” porque no tienen que ser la mejor de las experiencias pero les permite trabajar y hacer participes a su pareja de la crianza. Que tienen toda mi consideración las que terminamos dando leche de fórmula para que no se sientan culpables de estar pecando contra natura.
      Finalmente espero que estos artículos que abren debates y aportan puntos de vistas tan distintos(y nos dan tanta vidilla ;) nos dirijan hacía el verdadero obstáculo a salvar: los valores sociales y estatales.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de maribel.ortega.562 Respondiendo a maribel.ortega.562
      interesante

      No puedo estar mas de acuerdo contigo.
      A mi el sacaleches me salvó la vida, porque mi niño en la incubadora no me tenia a mi a su libre disposicion todo el dia y toda la noche. Y no tenia tanta fuerza pata chupar. Hoy tuene 3 años y aun sigue tomando teta, algo que me decian era imposible. Él siempre tomó teta, y leche materna. Tanto meterse con el sacaleches, pues a mi me fue bien. Y a las que vuelven a trabajar también. Yo por suerte hasta los 6 meses no volvi

    • Buf! Removida por el artículo, pero sobretodo por los comentarios. No me han parecido ni bien ni mal, pero sí me molesta el cómo he llegado a entender algunos de ellos, afortunadamente pocos, pienso que el debate no está en si biberón, si leche de fórmula o teta. Obvio que la recomendación más saludable es de leche materna, pero no es la única opción.

      Yo aún espero ser madre primípara en pocos meses, y tengo muy presente la de morradas al suelo que nos daremos mi pareja y yo. Por intentar, por entender, por tratar de respetar nuestra opinión, formada por nuestra naturaleza de ser, por lo que hemos llegado a leer, y cómo no por nuestra experiencia hasta ahora como hijos, desde mi punto de vista respetando aquello que deseamos continuar y lo que deseamos cambiar (no entro si es mucho o poco de lo uno y lo otro).

      Desde el punto de vista de aún no-madre, pienso que flaco favor nos hacemos entre todos con juzgar qué está mejor o peor (no digo que esa sea la intención de algunos comentarios, pero disculpadme si el hervidero de hormonas o la confusión que llevo a estas alturas ha hecho que me salten las alarmas). Soy una persona muy tranquila, y trato de no juzgar, sino de entender las situaciones, y de esas hay múltiples y no son únicas sino que además cambiantes.

      Creo que este tipo de debates, que remueven, ayudan a formarse una opinión propia, pero a tener presente y bajo el respeto que mi opinión es sólo válida para mi, y en ocasiones ni eso (por eso rectifico en muchas de ellas).
      Hace poco leyendo el artículo de papaLobo sobre cosas que juzgamos, antes de ser o de plantearnos ser padres, en otros... veo que se mantiene una vez somos padres, aunque sólo sea esa tensión o ese juzgar de forma inicial y cuando conoces la historia tratas de amoldar el juicio. Somos así, o nos han educado (socialmente) para ser así.

      No veo nada de malo en que el padre de mi futuro hijo quiera darle el biberón, pero como muchas otras tantas cosas, no va a ser vivido como una imposición o una transigencia en su deseo... si yo deseo continuar con mi teta, mi leche, y mi vínculo... lo siento mucho te aguantas, y hay otras miles de formas de mantener el vínculo con tu hijo. No partimos de su deseo, ni tan siquiera del mío, sino de lo mejor para el peque. Si a mí me invalida no dormir, o me transformo en u critter por falta de descanso, creo que no seré tan autoexigente (me tengo que ver en ello y qué me pide mi cuerpo) como para sacrificar mi descanso y lo que significa para el vínculo con mi hijo levantándome todas las noches, valoraré y si mi decisión es la de no despertarme en algunas o todas las ocasiones, trataré de no sentirme mala madre y de no ofenderme si otras consiguen su propósito.
      Me doy cuenta que tanto si me siento ofendida, mala madre o superwoman, lamentablemente no depende de mí, sino de la sociedad, me doy cuenta más ahora estando embarazada y deseando mantener mi ritmo de trabajo en que mi cuerpo manda y decidiré bajar el ritmo cuando lo sienta y desee... (sino lo tengo contraindicado), digo esto porque en este hecho muchos ven a una heroína por seguir con mi tripota conduciendo y haciendo lo que me gusta y llena una parte de mi identidad y ego, cómo no; y otros ven una irresponsabilidad en la que debrería mantenerme descansada y vegetando (hablo en extremos claro) en casa, cuando a mí, eso es lo que me estresa. Pero en el momento que bien ha sido por un resfriado, por una falta de sueño de algunos días, o bien por el simple hecho de desear tener más vínculo con el pequeñín que habita en mí, he decidido levantar el teléfono y descansar... lo he hecho, a pesar de lo aprehendido durante toda mi vida "el trabajo es sacrificio"! Pues si, rompo mis propios esquemas en pro de lo que deseo y siento. Y eso puede significar no cobrar esos dias, puede llegar a significar perder algún que otro "paciente" (nuevos principalmente), pero priorizo que mi vida es mía, aunque tomar esa decisión repito no me sea nada fácil, y en ocasiones me haya producido ansiedad por tomarla. Sé y aprendo cada dia lo que mi cuerpo necesita, y quiero seguir aprendiendo qué necesitamos mi peque y yo, y obvio, mi pareja no sólo respeta, sino que comparte esas decisiones ya que para una relación feliz, un vínculo feliz, la libertad de decisión pasa por el respeto aunque a veces no implique comprensión.

      Ayudar o no ayudar... a nosotros nos cuesta compartir según que tareas, somos algo "cuadraditos" así que en aquellas que podemos hacerlas a nuestra manera... no nos metemos el uno con el otro sobre el cómo, cuándo y por qué de según que cosas. Yo no me meto en cómo cocina o en cómo deja la cocina tras haberlo hecho, es su campo de batalla, por ejemplo, y él no se opone a cómo hago o dejo de hacer la cama o qué sábanas me gusta usar según qué dias...
      Cuando la decisión es conjunta, sobre cómo educar o cosas básicas, en nuestro caso relacionadas con nuestros cuatro perros, ahí las conversaciones son largas, pero por el bien de todos llegamos a un consenso.

      No pienso que nuestra forma de actuar sea la ideal, pero sí en la que nos sentimos cómodos, por ahora!

      Quizás os he echado un rollazo que no os interesa, pero así lo he sentido. A mi parecer no he entendido en el estilo de redacción de Armando que conozco hasta ahora, la intención de ser dogmático, sino la intención como en muchas otras ocasiones, de explicar su experiencia y sobretodo ayudarnos a cuestionar, al menos desde casa así lo entendemos, lo seguimos y sobretodo principalmente yo, compartimos opinión en el foro. Eso sí, aclaro que eso no significa que estemos siempre de acuerdo, y tampoco que vayamos a aplicar a pies juntillas lo que nos dice (quizá en un primer momento y ante dudas probemos :P ), pero con el criterio que nos caracteriza, y el hecho que cada situación y pareja es única!

      Y sí, cazurreando, yo también os animo a seguir participando, la diversidad es necesaria, y hasta la fecha, no he oido, mejor dicho leído, ni me ha sucedido ninguna censura de mis opiniones en este foro. Teniendo muy claro que son solo eso opiniones y experiencias propias.

      A mí personalmente me ayuda muchísimo leerlas y como he dicho tener criterio sobre ellas bajo lo que es mi situación.
      Un abrazo, a todxs! Hormonada, removida, pero sobretodo ávida de poder amoldar mi propio traje maternal, sabiendo que mi vida en unos meses se dará la vuelta como un calcetín.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de omsitua Respondiendo a omsitua
      interesante

      Un abrazo igualmente!
      Al final, lo interesante de lo que yo diga o deje de decir no es lo que digo, sino la reflexión que hace cada uno. Yo cuento las cosas como un estándar... lo que creo que va bien a la mayoría y lo que me ha ido bien como padre. Incluso las explico con conocimiento de causa y/o conocimiento científico. Pero eso no quiere decir que esté sentando cátedra o tratando de hacerlo. Como dices, mis palabras suelen ser más bien consejos, o incluso críticas sobre algo que veo, porque creo que se puede hacer mejor o pensando más en los bebés, que al final parece que quedan relegados a un segundo plano.

      Pero son solo palabras y cada padre y madre acaba buscando lo que va mejor en su casa según las circunstancias. El sacaleches, por ejemplo, también lo usó mi mujer, para aliviar ingurgitaciones y para alimentar al segundo, que nació prematuro, pero con el tercero por ejemplo no lo ha usado nunca. Por eso, aunque es útil, yo no le diría a nadie "usa un sacaleches". Sí lo haría si me explicara una situación concreta y el sacaleches pudiera ser una solución, claro. Que no es plan de demonizar nada sino de utilizar los recursos cuando sean necesarios. Y si no lo son, ni mentarlos, porque de igual modo que muchos pasamos ya sin cuna y sin moisés, la lactancia puede funcionar perfectamente sin sacaleches (bueno, era solo un ejemplo).

    • Los padres que dicen eso de participar dando el biberón en mi opinión pecan de ignorancia y falta de información, y muchos son también hijos de la generación del biberón y el "pues mi madre nos dio biberón y aquí estamos".
      Y mira que pueden ayudar, como bien cuentas, con tantas y tantas cosas, empezando o acabando con hacer la cena, las compras especialmente si es invierno y cuesta mucho salir con el bebé, cambiando las sábanas (pues tras el parto no estás para hacer muchas camas), o directamente cogiéndole en brazos cuando llegas a casa y la madre necesita una ducha y dedicar un momento para sí, o cambiándole el pañal a media noche (que con la episiotomía es tan difícil levantarse y acostarse...), o todo lo que ya has dicho... Me guardo este post para pasárselo a mis amig@s cuando vayan a ser padres.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de iskandervv Respondiendo a iskandervv

      Guarda, guarda, luego te diran que qué tontería ;-)

    Inicio
    ×

    Utilizamos cookies de terceros para generar estadísticas de audiencia y mostrar publicidad personalizada analizando tu navegación. Si sigues navegando estarás aceptando su uso. Más información