Por fin, una historia de amamantamiento en público con un final feliz

Por fin, una historia de amamantamiento en público con un final feliz
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La lactancia materna es un derecho de los bebés y de las madres, y a pesar de que mucho se ha hecho por tratar de normalizarla, lo común es leer historias de madres que han sido atacadas o avergonzadas por hacerlo en público.

Pero ahora, ha ocurrido algo que muchos esperábamos durante bastante tiempo. Una camarera le muestra su apoyo a una madre que se encontraba amamantando a su bebé en el restaurante donde ella trabaja, recordándonos de la importancia de apoyarnos unas a otras.

Isabelle Ames es madre de una bebé de 10 meses llamada Charlotte que se encontraba desayunando con su hija en un restaurante de Arizona. Ese día el desayuno fue particularmente difícil para ella porque su hija estaba muy activa y no le daba mucha oportunidad de comer. Como la bebé mostraba señales de tener hambre comenzó a amamantarla, algo que no siempre le resulta fácil en público.

Cuando Charlotte dejó de mamar, la camarera que le atendía se acercó a ella, dejándole un plato y diciéndole: "Toma, esta tortita es un regalo para ti. Aquí está una pequeña nota explicando el por qué".

I am still teary eyed writing this hours later. While at breakfast this morning I was doing my usual thing- trying to wrangle a very active ten month old while trying get at least one sip of my coffee. When Charlotte got hungry, I started breastfeeding her. It went okay, but lately it's been extra difficult. She has a total of 6 teeth now, and we have both been sick for a week. When she finished, my server came over and said, "this pancake is from me, to you. Here is a little note to explain why." She then began to tell me how "us mommas gotta look out for each other". Instant tears. I gave this incredibly sweet stranger a hug and cried again. For those of you who don't understand why this is meaningful, I will put it into perspective. Breastfeeding is one of the hardest things I have done, next to labor. No one prepares you for it, but everyone expects you to be excellent at it. You feel like a complete failure when it doesn't happen right away. For the first two weeks after Charlotte was born, I could only pump and cry because I was so broken-hearted that I couldn't get her to latch. Then for the next 4 weeks, I could only breastfeed with a nipple shield. It was better than pumping but still not the same. It was not until about 6 weeks after she was born that she latched for first time and I was able to successfully breastfeed. I cried tears of relief and ecstatic joy. Even at 10 months old, it is still hard some days, without even talking about breastfeeding. I haven't slept in days because she is sick. I am beyond exhausted. Yesterday I got so frustrated I screamed fifty curse words into a pillow. That's #momlife some days. But for a complete stranger to see me, and say "thank you". I felt like she was there on my journey the whole time, and she knew how many times I wanted to give up but I didn't. So often, before I feed Charlotte in public I get a twinge of fear. "Okay, this is the time. Someone is going to harass me. They are going to yell at me. Someone is going to tell me I can't do this here." But not today. Today I got love, respect and a free pancake. Thank you to my fellow momma, Erica ❤ #normalizebreastfeeding #lovewins

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La nota de la camarera, llamada Erica, decía: "¡Gracias por amamantar aquí! Mucho amor y respeto". Esto conmovió tanto a Isabelle, que decidió compartirlo en su cuenta de Instagram acompañada del siguiente mensaje:

Aún tengo los ojos llorosos escribiendo esto horas después. Mientras desayunaba esta mañana, estaba haciendo lo usual - tratando de luchar con una bebé de 10 meses muy activa para tomar al menos un sorbo de mi café. Cuando a Charlotte le dio hambre, comencé a amamantarla. Estaba yendo bien, pero últimamente ha sido más difícil. Ahora tiene en total 6 dientes y ambas hemos estado enfermas durante una semana. Cuando ella terminó, mi camarera se acercó y me dijo: "Toma, esta tortita es un regalo para ti. Aquí está una pequeña nota explicando el por qué." Y entonces comenzó a decirle como "nosotras las mamás debemos ver unas por otras". Lloré al instante. Le di a esta increíble y dulce extraña un abrazo y volví a llorar. Para aquellos que no entiendan por qué esto es significativo, se los pondré en perspectiva. Dar el pecho ha sido una de las cosas más difíciles que he tenido que hacer, después del parto. Nadie te prepara para ello, pero todos esperan que seas excelente haciéndolo. Te sientes como un fracaso total cuando eso no ocurre inmediatamente. Durante las primeras dos semanas después de que nació Charlotte, solo podía extraerme la leche y llorar porque me sentía devastada porque no había logrado que ella tuviera un buen agarre. Luego, durante las 4 semanas siguiente, solo pude amamantarla con una pezonera. Era mejor que extraerme la leche, pero aún así no era lo mismo. No fue sino hasta las 6 semanas después de que ella nació cuando por fin logró tener un buen agarre por primera vez y pude amamantarla de manera exitosa. Lloré lágrimas de alivio e inmensa alegría. Todavía a los 10 meses de edad, es difícil para mí algunos días, incluso sin hablar de amamantar. No he dormido en días porque ella está enferma. Estoy más que exhausta. Ayer me frustré tanto que grité 50 malas palabras en una almohada. Así es la vida de madre algunos días. Pero el hecho de que una completa extraña me mirara, y me dijera "gracias"... Sentí como si ella estuviera acompañándome en mi viaje todo este tiempo, y que ella sabía cuántas veces me dieron ganas de renunciar pero no lo hice. Muy frecuentemente, antes de darle de comer a Charlotte en público, siento un poco de miedo. "Ok, este es el día. Alguien va a acosarme. Ellos van a gritarme. Alguien va a venir a decirme que no puedo hacer esto aquí." Pero no hoy. Hoy recibí amor, respeto y una tortita gratis. Gracias a mi compañera madre, Erica.

Isabelle explica que quiso compartir esta historia por lo positivo de su experiencia. Y hace bien, ya que en la mayoría de las ocasiones, cuando leemos historias de madres amamantando en público, muchas de ellas son molestadas o incluso se les pide que se retiren de los lugares.

Pero además de que gestos como este ayuden a normalizar la lactancia, también nos recuerda la importancia de apoyarnos como madres, unas a otras. Que esto sea un ejemplo del actuar que debemos tener cuando veamos a otra madre que pueda necesitar de nuestra ayuda.

Es bueno ver que poco a poco vamos abriendo camino y mejorando la percepción de la lactancia en público, desde las celebridades que se pronuncian a favor de amamantar en público, hasta las iniciativas en algunos comercios, donde colocan letreros invitando a las madres que dan pecho a disfrutar una taza de café o té mientras amamantan a sus bebés.

Vía | Huffington Post
En Bebés y más | Una madre publica una foto amamantando a su bebé en un restaurante para callar a quienes la critican, "Si necesita amamantar a su bebé entre sin pedir permiso, que le invitamos a algo", la estupenda iniciativa de algunos comercios, La polémica está servida: utilizan la foto de una mujer amamantando en un restaurante de lujo como reclamo publicitario

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