Mitos sobre la lactancia materna: "Si tienes el pezón invertido no podrás amamantar a menos que lo prepares antes o uses pezonera"

Mitos sobre la lactancia materna: "Si tienes el pezón invertido no podrás amamantar a menos que lo prepares antes o uses pezonera"
6 comentarios

Mientras pasa el tiempo, mientras los nuevos profesionales sanitarios están cada vez mejor formados, los antiguos se van reciclando y las madres van poniendo reclamaciones o "agradecimientos" para que los que no saben, sepan que no saben, se siguen escuchando mitos relacionados con la lactancia, no sólo en las consultas de los profesionales de la salud, sino también en casa, en la calle y allí donde haya una mujer embarazada o que ha parido recientemente con problemas y dudas.

Uno de esos mitos es el que sufren muchas mujeres cuyo pezón, al ser estimulado, en vez de salir hacia afuera, entra hacia dentro. Vamos, lo que se conoce habitualmente como pezón invertido. El mito del que hablo es el que dice que "Si tienes el pezón invertido no podrás amamantar a menos que lo prepares antes o uses pezonera".

Preparando el pezón para cuando el bebé nazca

Ahora ya no se hace, o habitualmente no se hace, que no puedo poner la mano en el fuego por nadie, pero antiguamente se podía llegar a hacer una exploración del pecho de la mujer para ver si iba a ser capaz de amamantar. Algo así como ver que los pezones eran normales para dictaminar si el bebé podría tomar leche materna o no, y en el caso de ver que eran planos o invertidos, sugerir prepararlos para cuando naciera el bebé. Con el empleo de unos ejercicios, se le decía a la mujer que de ese modo conseguiría tener los pezones listos para el día en que su bebé quisiera lactar.

El problema es que se hicieron estudios para valorar la eficacia de esos ejercicios y se concluyó que no servían de mucho y que, más que beneficios, podían incluso suponer un perjuicio, porque al decirle a una mujer que sus pechos estaban "mal" y que los tenía que "reparar" la confianza en sus posibilidades de dar pecho disminuían mucho y después, al nacer el bebé, la probabilidad de fracaso con la lactancia era mucho mayor.

Además, hasta el octavo mes de embarazo, al crecer el pecho y cambiar de forma, muchos pezones que parecían que iban a dificultar la lactancia se muestran perfectamente evertidos. De todas maneras, da igual: el bebé no mama del pezón.

¿El bebé no mama del pezón?

No, y mucha gente sigue creyendo que es así. Pero si así fuera, el mundo estaría lleno de madres lactantes llorando en cada toma curándose unas grietas que nunca desaparecen. Los bebés maman del pecho. Abren la boca, lo atrapan, hacen ventosa y meten dentro de su boca el pezón y, dependiendo del tamaño, la areola entera o parte de ella, y parte del pecho. Vamos, que mama de todo ello, no sólo del pezón. Con esto quiero decir que el tipo de pezón que tenga una madre no determina el éxito que tendrá cuando vaya a dar de mamar a su bebé.

"Pues a mí me dieron pezoneras"

Suele pasar. El bebé se coge en las primeras tomas. Hay dolor, molestias y parece que el bebé no se agarra demasiado bien porque tienes el pezón invertido. Ya, sé que acabo de decir que el pezón no determina el éxito o el fracaso, pero sí es cierto que un pezón invertido puede dificultar la lactancia al principio. El pezón no es realmente necesario para que un niño mame, pero sí que es de gran ayuda (si no fuera de ayuda probablemente no estaría ahí). Al niño le sirve de guía, es la puntita del pecho que al estimularse se pone un poco más dura y evertida y le sirve al bebé para saber que es justo ahí de donde se tiene que coger. Entonces sucede, cuando una mujer tiene el pezón invertido, que el bebé pierde esa guía y entonces esa madre necesita más ayuda y paciencia.

Amamantar con pezones invertidos

Surgen dos opciones, darle unas pezoneras a la mujer, para que así tenga esa guía de la que hablamos, o bien ayudarle a que consiga un agarre óptimo con un pezón invertido que al bebé no le sirve de mucha ayuda ¿Cuál es la opción correcta? Pues la segunda, pese a que la mayoría de mujeres reciben la primera.

"¿Tienes el pezón invertido? Pues toma, unas pezoneras. ¡Hala, ya tienes pezón!". Y listo, ya no te quejes por que el niño no se coja al pecho que ahora no tienes excusa: ahora ya tienes un pezón que le sirve al niño de guía. El problema es que si el niño tiene un mal agarre, si tiene una posición errónea al mamar, ya puedes poner pezoneras y lo que quieras, que eso no irá bien. Lo primero es evaluar el agarre, ver cómo succiona el bebé, ayudarle a cogerse, tratar de que mame sin la guía, tener mucha paciencia con él y con la mamá (y que la mamá la tenga con el bebé) y tratar de conseguir tomas sin guía natural ni artificial.

Si no se logra, se puede intentar con pezonera. Cuántas lactancias se han salvado gracias a ellas, y cuántas lactancias se habrán estropeado cuando una madre se acostumbra a ellas, el bebé mama perfectamente, gana peso y alguien le dice "pero es mejor que se las quites", momento en que todo empieza a fallar de nuevo. Ahora bien, las pezoneras son, deben ser, el último recurso, porque igual que pueden ayudar, pueden acabar de estropear una lactancia, si antes no se ha corregido la postura del bebé.

A veces son las mujeres y bebés con lactancias más largas

Carlos González explica en su libro "Un regalo para toda la vida" que muchas veces las mujeres con pezones invertidos, esas por cuyos pechos nadie daría un duro y parecen destinadas a no poder amamantar a menos que se preparen los pezones antes de dar a luz o usen pezoneras, conchas y no sé qué más artilugios, son las que tienen lactancias más largas y exitosas.

Parece un contrasentido, pero si acabamos de decir que son madres que pueden necesitar ayuda y mucha paciencia, precisamente con ayuda y mucha paciencia pueden lograr un agarre tan sólido, tan perfecto del bebé al pecho, que pueden llegar a ser de las que tienen lactancias más eficientes. Pero ojo, esto sucede si una madre que tiene problemas, que ve que la cosa no va bien, acude a un grupo de apoyo a la lactancia o a algún profesional que tenga el tiempo y los conocimientos que se requieren para ayudarle. Si la solución pasa por decirle que compre unas pezoneras sin observar la toma y escribirle en un papel los sobres de no sé qué producto comercial para tener leche suficiente, en pocos días o semanas estará tomando biberón de leche artificial, que es el primer consejo que seguro había recibido de algún familiar: "nena, no te compliques la vida, si te molesta le das biberones y listo... si total, las leches de ahora son buenísimas". Que ojo, no digo que no lo sean, pero, ¿nadie piensa en que esa mujer quizás quería amamantar durante mucho tiempo? Que no es cuestión de complicarse o no, sino de que cada mujer pueda hacer lo que quiere hacer.

Fotos | Thinkstock
En Bebés y más | Cómo amamantar con pezones planos o invertidos, Dar el pecho con pezones planos es posible, Todo lo que debes saber para tener una lactancia materna feliz

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    • interesante

      Hola! Me gustaría contar mi experiencia porque creo que puede ayudar a otras futuras madres. Yo tengo los pezones invertidos que no salen aunque tenga frío, sobre todo el izquierdo que lo que hace es retrotraerse incluso más. Soy madre de un niño de 2 meses y 3 semanas y mi principal preocupación era el poder amamantar a mi bebé. Me dijeron de todo, que no usara pezonera, que no le diera biberones en el hospital, que no utilizara chupete... Pues bien, en el hospital no me quedó más remedio que darle biberones porque no había forma de que se agarrara, compré las pezoneras por presión de una enfermera (porque yo era completamente contraria a ellas) y tampoco se enganchaba. Al final, en casa tranquilamente lo conseguí con las pezoneras y estuvo mamando con ellas durante 1 mes que fue cuando empecé a quitarlas en mitad de las tomas. Mi bebé se enfadaba y cuando veía que empezaba a enfadarse mucho me las volvía a poner. En algunas tomas intenté que empezara a mamar sin ellas desde el principio y así hasta que a los 2 días conseguí quitar las pezoneras por completo.
      No he ido a ningún grupo de lactancia, pero también considero que es aconsejable.
      Mi consejo, ser perseverantes y confiar en una misma y en su bebé porque se consigue. Al principio la lactancia es muy dura, sí, pero todas sabemos que los beneficios son muchísimos y luego acaba siendo gratificante.

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    • Avatar de azubsn Respondiendo a azubsn

      Muchas gracias por contar tu experiencia :)

    • Bueno... No sé que decirte Armando.
      Yo tengo el pezón pequeño, no plano ni invertido, sencillamente pequeño. No me aumentó de tamaño practicamente nada durante el embarazo y casi nada tras el parto. En las primeras horas del nacimiento de mi hijo (cesárea con separación) me lo pusieron al pecho con escaso éxito, y no solo en ese momento, sino los primeros 10 días. Mi pezón no era suficiente para provocarle un agarre bueno, es decir, notaba el contacto pero se volvía loco porque no había 'nada más' que le siguiese produciendo estimulacion para mamár, (además de que yo no tenía calostro, esa es otra). Solo consiguieron dos agarres de poco más de 5 minutos en dos días alternos de los 7 que estuve en el hospital, y siempre con la ayuda de una jeringa con suero glucosado. Abría la boca y se volvía loco moviendo la cabeza de un lado para otro pero no llegaba a agarrarse y de hacerlo se soltaba enseguida. Nos recomendaron las pezoneras y las cogimos, pero resultó que eran demasiado grandes para su boca y él tenía poca fuerza de succión (37 semanas). A los 15 días la matrona consiguió un agarre con la pezonera y desde entonces nuestra lactancia duró más o menos unos 4 meses así. Apenas unas 3 o 4 veces mamó sin pezonera en todo ese tiempo y si lo intentaba se cabreaba porque no era suficiente estimulación para agarrarse, a día de hoy aun no entiendo el porqué. Sin embargo con la pezonera no había duda, abría tanto la boca que casi le entraba entero (medela) el plástico que va pegado al pecho.
      Total, que por algún motivo mi pezón pequeño no era capaz de provocarle un buen agarre, cosa que sí conseguimos con la pezonera. Nos recomendaron ir sacándola pero no había manera, se enfadaba mucho, no mamaba tranquilo, se agarraba 3 minutos y soltaba, al final era una tortura para ambos.

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    • Avatar de sereducadora Respondiendo a sereducadora

      Por eso digo que las pezoneras no pueden considerarse un sacrilegio, pero antes debe intentarse lograr un agarre óptimo. Como último recurso se utilizan. En tu caso, fue la solución. En otros casos, no ayudan y con ellas sólo se consigue "liar más la troca". ¿El porqué? A saber... quizás un día tengas otro hijo y se coja perfectamente, o no. No hubo manera, no se cogía, pues a intentar otra cosa.

    • Yo todavía no tengo hijos, pero quiero tenerlos y esa ha sido una pregunta que me he hecho siempre, si podría dar de mamar...ahora viendo esto, ¡me alegra un montón saberlo! otra cuestión, si se tiene dermatitis que a veces sale en el pecho, ¿se podría amamantar al niño? Gracias!

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    • Avatar de isitilla Respondiendo a isitilla

      Hola isitilla, a priori la mayoría, prácticamente todas las mujeres pueden dar el pecho, pero el día que estés embarazada sí te recomendaría que fueras a algún grupo de apoyo a la lactancia materna para que empieces a empaparte de conocimientos, de dudas de otras madres, de problemas y de soluciones.
      ¿En caso de dermatitis? No sé muy bien a qué refieres, pero a priori no tiene por qué haber problema (a no ser que te salgan eccemas muy bestias y justo el bebé mame sobre ellos, no por el bebé, sino por el dolor que te puede producir a ti)... pero todo dependería del momento, del tipo de dermatitis, del lugar donde aparece, etc.

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