Vimos hace unos días que el Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría recomienda promover y apoyar la lactancia materna en la práctica pediátrica.
Si bien ese apoyo podía empezar con las visitas prenatales, durante el embarazo, esta situación no está nada extendida, pero lo que sí podemos afirmar es que, una vez ha nacido el bebé, sí empieza el contacto efectivo con el pediatra.
Por ello las recomendaciones de la AEP durante el parto y el postparto inmediato, aún en la sala de partos y en las primeras visitas en el hospital, adquieren más importancia.
Y si efectivamente fueran seguidos por parte de los pediatras, y exigidos por parte de las madres, el establecimiento de una lactancia exitosa tendría más posibilidades. Además, son prácticas recomendables para que el bebé nazca en un entorno acogedor.
Éstas son las recomendaciones para los pediatras durante el parto y postparto inmediato:
Todos los recién nacidos sanos necesitan ser colocados encima de la madre en contacto piel con piel, inmediatamente tras el parto, allí se les puede secar y realizar la ligadura del cordón umbilical y mientras se extrae la placenta valorar la necesidad o no de reanimación evitando técnicas innecesarias que interfieran en el establecimiento del vínculo.
La valoración del Apgar y las prácticas de identificación del recién nacido, se pueden realizar con el recién nacido encima de la madre. La profilaxis ocular y la vitamina K pueden esperar a que se haya producido la primera toma de pecho. Es aconsejable evitar aspirar la orofaringe, practicar lavado gástrico o introducir sondas para descartar malformaciones de coanas o esofágicas, de modo sistemático, a recién nacidos con Apgar adecuado para evitar lesiones de la mucosa que podrían interferir con el establecimiento de un patrón adecuado de succión.
En el momento actual, alrededor de la cuarta parte de los niños de nuestro país nacen por cesárea, la mayoría sin anestesia general y no suelen presentar problemas al nacer, obteniendo puntuaciones de Apgar superiores a 7. Es recomendable examinarlos, secarlos, ponerles la pinza de cordón cortando el exceso del mismo y llevarlos a ser reconocidos por la madre poniéndolos encima de su pecho, siempre que la situación clínica de madre y niño lo permitan.
Es aconsejable mantener al recién nacido en contacto piel a piel encima de su madre hasta que realice la primera toma de pecho durante el período de posparto inmediato, siempre que el estado del niño y de la madre lo permitan, y se animará al padre a permanecer junto a ellos. El neonato sano es capaz de agarrar el pezón y realizar la primera toma al pecho inmediatamente después del parto, siempre que se evite el exceso de medicación a la madre durante el parto y que se permita el contacto estrecho entre madre e hijo inmediatamente tras el mismo. Conviene recordar que la mejor fuente de calor para el recién nacido es el cuerpo de su madre por lo que el baño se debe retrasar hasta que el recién nacido haya realizado la primera toma al pecho y haya estabilizado su temperatura.
Se ha comprobado que si se coloca al recién nacido a término nada más nacer en contacto piel con piel con su madre, se estrechan los lazos afectivos entre madre e hijo, se preserva la energía y se acelera la adaptación metabólica del recién nacido. Si no es separado de su madre durante los primeros 60-70 minutos, el recién nacido repta hasta el pecho y hace una succión correcta, hecho que se ha relacionado con una mayor duración de la lactancia materna. No hay evidencia científica de que restringir la interacción madre-hijo posnatal precoz tenga efecto beneficioso alguno.
Como vemos, son puntos importantes en los que los pediatras tienen mucho que decir, ya en la sala de partos.
Y dado que el papel de la práctica pediátrica puede ser importante también en el fomento de la lactancia, ojalá más profesionales se sumen a estas recomendaciones convirtiéndolas en hechos, en muchos más hospitales.
Vía | Aeped Foto | Flickr – Philms En Bebés y más | ¿Qué críticas pueden llegar a hacer los pediatras hacia la lactancia prolongada?, ¿Podemos fiarnos de los pediatras a la hora de hablar de lactancia?, Pediatras en peligro de extinción: “¡Salvar la Pediatría!”, Los pediatras españoles atienden a más niños de lo recomendable