Probablemente si la vestimenta de estas mujeres hubiera sido cualquier otra las fotos no destacarían entre otras otras imágenes que muestran la belleza de dar pecho al bebé. Pero ellas aparecen con uniforme, uniforme militar para ser más concretos, y eso ha levantado ampollas entre ciertos sectores de la sociedad estadounidense.
Terran Echegoyen-McCabe y Christina Luna decidieron posar para apoyar una campaña de promoción de la lactancia materna, y sus imágenes han sido difundidas en las redes sociales por grupos que asimismo apoyan la lactancia. Como era de esperar (por desgracia) las reacciones negativas no se hicieron esperar.
Las imágenes fueron tomadas en la base de Fairchild, en Washington y fue colgada en Facebook por parte de Mom2Mom Breastfeeding Support Group (también en el propio sitio de BrynjanPhotography), aunque es en el primer grupo donde más revuelo están causando.
Algunas instancias han expresado su disconformidad con estas fotos, alegando que se trata de una deshonra al uniforme institucional, comparándolas (qué poco originales) con unas imágenes en que las mujeres hubieran salido haciendo sus necesidades con el uniforme puesto.
Por supuesto, también hay quienes defienden a las madres y su derecho a amamantar en público, algo que tampoco está prohibido por las leyes militares.
Al contrario, el reglamento de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos defiende expresamente (apartado 4.16) que la lactancia materna exclusiva es el mejor alimento para el bebé los seis primeros meses de vida y señalan que se le debe facilitar a la mujer un lugar adecuado para extraerse la leche si así lo desea. Además propone el aplazamiento de determinadas misiones o entrenamientos de las mujeres hasta los 12 meses después del parto para que el bebé tenga todos los beneficios de la leche materna.
El debate está servido, como cuando hace unas semanas la revista Time nos preguntaba “¿Eres lo suficientemente madre?” en referencia a la lactancia materna prolongada, que se mostraba en portada con un niño de cuatro años mamando.
Y no serán las últimas polémicas, porque hace falta mucho tiempo (y educación) para que mentes tan estrechas no se escandalicen con temas como estos. Y me temo que no es solo cuestión de que las madres que amamantan lleven el uniforme militar, seguro que algo similar ocurriría con otras muchas vestimentas, con o sin uniforme, con o sin profesión.
Imagen | BrynjanPhotography
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