"Los tres cerditos y el lobo" es una fábula perteneciente al folclore universal que, en distintas versiones, se ha podido escuchar desde hace siglos en distintos rincones del mundo, y que hoy también escuchan y leen los niños. Pero también hay autores que han decidido dar un vuelco a la historia clásica y han versionado "Los tres cerditos".
Como sabemos, el cuento narra la situación que viven tres hermanos que tienen que ser responsables y buscar su propia suerte en el mundo real. Cada cerdito tiene una personalidad diferente que se refleja en la forma en que cada uno de ellos decide construir su nueva casa (osea, su futuro).
La decisión de construir la casa es importante, ya que esta les protegerá de los peligros, como el del lobo feroz. Los más perezosos y flojos construirán apresuradamente casas débiles que son fácilmente derribadas por el malvado lobo, mientras que el hermano responsable ejerce de ejemplo y salvador al elaborar con esfuerzo una casa sólida.
La moraleja está clara, pero se le puede dar una vuelta a la historia, y así han surgido versiones en las que el lobo no es tan feroz como lo pintaban, los cerditos son los feroces, se salen del cuento o en las que son cochinitas. Veamos "Los tres cerditos" reinventados:
"La verdadera historia de los tres cerditos"
Escrito por Jon Scieszka e ilustrado por Lane Smith, descubrí esta historia las pasadas navidades en una sesión de cuentacuentos, y me encantó. En esta narración, bellamente ilustrada, se señala que el "cuento oficial" que nos ha llegado no tiene nada que ver con la realidad de lo que sucedió en aquel momento.
Es el lobo el que narra la verdadera historia que le sucedió cuando él, sencillamente, quería pedirle una taza de azúcar a sus vecinos. Y nos hace plantearnos muchas cuestiones: ¿no tenemos todos algo de feroces? ¿tenemos que creer todo lo que nos digan?
"Las tres cerditas"
Otra de las versiones está protagonizada por hembras: "Las tres cerditas" de Frédéric Stehr. No he conseguido leer este cuento, pero sí encontramos algunas referencias que nos indican que el cuento reproduce algunos tópicos sexistas que no me agradan. Y eso que al principio pensé: "¡qué bien, ellas son las protagonistas!".
Pero en este caso tenemos a tres cerditas que se han hecho mayores y dejan a su mamá para buscar un marido (como si no hubiera otras cosas que hacer). Entonces el lobo se disfraza para parecer el cerdito ideal...
Como vemos, intenta avisar, del mismo modo que otros cuentos clásicos como "Caperucita Roja", de los peligros que corren las niñas al crecer y despertar el deseo del sexo opuesto.
"Los tres cerditos"
Aunque con el mismo título que el clásico, "Los tres cerditos" de David Wiesner transgrede todas las convenciones del género cuentístico desde un punto de vista lúdico, jugando con las imágenes que se convierten en protagonistas.
¿Qué pasaría si el lobito que ha construido la casa de paja, con el soplido del lobo, empieza a volar y se sale del cuento? Pues es lo que vemos en las páginas de este libro que adopta distintos planos narrativos al tener a los cerditos "fuera de la historia".
En una ilustración plana tradicional se va narrando el cuento clásico, y en una ilustración tridimensional vemos a los cerditos que van saliendo de ese cuento clásico y viven distintas aventuras en otros mundos, en otros cuentos, dejando al lobo solo.
Sin duda esta es la versión más transgresora de "Los tres cerditos", ya que mezcla distintos planos narrativos. Las ilustraciones son deliciosas.
"Los tres lobitos y el cochino feroz"
Escrito por Eugene Trivizas e ilustrado por Helen Oxenbury, este cuento da la vuelta al clásico, lo papeles de los protagonistas se intercambian y en él vemos cómo un cerdito destructor le hace la vida imposible a tres lobitos buenos.
Como en la versión primitiva, el cuento empieza en un momento crucial: los lobitos han crecido y han de abandonar el hogar familiar. Su madre les enseña que hay momentos en la vida en que es importante salir a recorrer el mundo, viajar y construirse una casa. Pero hay que tener cuidado con el cochino feroz...
Los lobitos, de espíritu aventurero, en sus vivencias siempre se topan con el temerario cochino feroz, su enemigo natural. Lo mejor es que al final consiguen vencer al cochino de una manera muy ingeniosa y nada dañina, ablandándole el corazón, por lo que acaban siendo amigos.
Es una buena idea porque hace reflexionar sobre los encasillamientos, los tópicos y los prejuicios.
A mí me resulta apasionante conocer estas reelaboraciones tan aptas para niños como para adultos, y vemos que aunque algunos evitan algunos maniqueismos y en cierto modo son más realistas y más acordes con los tiempos que corren, otros no hacen sino reproducir tópicos.
Vosotros, ¿con qué versión de "Los tres cerditos" os quedáis? Espero que os haya gustado este recorrido por los clásicos vistos desde otro punto de vista, y ¡feliz lectura!
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