Los disfraces son, desde un punto de vista, igual de antiprácticos que los peluches. Ocupan espacio y nunca sabemos muy bien dónde colocarlos, por eso os traigo una buena idea para organizar los disfraces de los peques.
A los niños les encantan porque les hacen fantasear que se convierten en diferentes personajes y este juego es esencial para su desarrollo, pero a la hora de guardarlos es complicado. En el armario ocupan demasiado espacio, en un baúl se estropean, así que por qué no colgarlos en una pared.
Los disfraces de las niñas suelen ser vestidos coloridos, mientras que los niños se decantan más por trajes de superhéroes o piratas. Sea cual sea el disfraz favorito de tu peque, le darán un toque decorativo a la pared de su habitación. Si además está pintada en franjas de colores horizontales como en la foto, el resultado será de lo más vistoso.
Sólo necesitáis conseguir unos bonitos colgadores e instalarlos a la altura del peque, para que tenga un fácil acceso a los disfraces y pueda volver a colgarlos después de usar. Los accesorios como zapatos, coronas, espadas, sombreros y demás, podéis guardarlos en un baúl o una caja de almacenaje destinada a ello colocada debajo de los trajes. ¿Qué os ha parecido la idea?
Foto | Bohemian Hunter