Un asunto tan espinoso como la paternidad es el debate del momento en Alemania, donde el Consejo de Ministros previsiblemente aprobará el próximo miércoles un proyecto de ley que obligará a las madres a revelar la identidad del padre biológico de sus hijos en caso de duda.
Hay hombres que ejercen gustosamente de padres a sabiendas de que los hijos no portan su genética, pero lo que pretende la medida es cubrir un vacío legal que proteja al hombre cuando este haya ejercido de progenitor y haya pagado la manutención del niño sin saber que él no era el padre.
¿Por qué obligar a desvelar la identidad?
Los padres que tengan dudas, podrán solicitar una prueba de paternidad y si esta es negativa (es decir, no es el padre biológico del niño), podrán reclamar lo que han abonado en concepto de manutención del niño al progenitor biológico.
Para recuperar ese dinero invertido en la manutención del niño habrá que reclamarlo al padre biológico. Para ello, hay que conocer primero su identidad, y por tanto creen que la mujer debería estar obligada a desvelar su nombre.
La ley señala concretamente que la mujer tendrá ante el falso padre la obligación de revelar con quién ha tenido relaciones sexuales en el tiempo en que pudo producirse la concepción.
Quien haya pagado la manutención podría exigir que se le repongan los gastos pero sólo desde que tuvo dudas sobre su paternidad hasta el momento en el que se conoce el resultado de la prueba negativa.
Y el derecho a intimidad de la madre?
Desde mi punto de vista es un atropello a la intimidad de la mujer en toda regla. Un asunto muy íntimo que no tiene por qué hacer público si no lo desea. ¿Y si realmente no está segura de quién es el padre? ¿Si revelarlo fuese contraproducente para ella o para el niño? ¿Podría negarse a revelarlo, qué sucede si lo hace?
En España no existe tal intrusión a la intimidad. Cualquier mujer soltera puede inscribir a un bebé sin obligación de facilitar el nombre del padre. En caso de dudas del padre, se procede por vía judicial y se exige una prueba de ADN, pero en ningún caso se obliga a la madre a revelar la identidad del padre del niño.
Pruebas de paternidad
Años atrás no era posible, pero hoy en día sólo basta una prueba de ADN para comprobar la compatibilidad genética entre dos personas para certificar la filiación. Si un hombre tiene dudas de su paternidad, puede acudir a un laboratorio o incluso hacer la prueba desde casa a través de kits de venta online.
En la última década las pruebas de paternidad se han multiplicado por 40, según los distintos institutos que realizan estudios genéticos. La mayoría de padres (o supuestos padres) y madres lo solicitan durante el embarazo, aunque también hay quienes lo hacen inmediatamente tras el parto y en menor medida a lo largo del primer año de vida del bebé.
En los casos en los que solicita una prueba de paternidad, entre un 25-40% de los casos el resultado es negativo.
Vía | ABC
En Bebés y más | ¿Será hijo tuyo? Las pruebas de paternidad se multiplican