Me gusta empezar el día con buenas noticias y enterarme de historias de generosidad como esta y me gusta poder compartirlas a ver si entre todos se hacen muy contagiosas.
En esta ocasión se trata de la iniciativa de la empresa de Bernice que se han propuesto evitar que los niños y niñas de su ciudad abandonen la escuela y por tanto su educación y sus posibilidades de un futuro mejor, mediante la fabricación de bicicletas de bambú.
Bernice Dapaah era universitaria cuando decidió montar un pequeño negocio que se basara en la utilización de recursos locales y que apoyara también la economía local. Se puso manos a la obra y creó una empresa social pequeña pero ambiciosa, su intención era y es, nada menos que reconvertir la economía del país, de su país Ghana. Con su pequeña empresa pretende beneficiar a sus empleados, a su comunidad y por extensión al medio ambiente, a su entorno natural. De esta buena intención han pasado ya seis años y su empresa es una realidad en la que trabajan 35 jóvenes a los que se les enseñó a manejar el bambú porque se dedican precisamente a crear bicicletas con este material: bambú.
Bicicletas solidarias
Ghana Bamboo Bikes Initiativa es el nombre de esta empresa que además de vender bicicletas sostenibles, algo que ya de por sí es una noticia muy positiva, lo que la hace aún más especial es que también dona estas bicicletas a niños que no tienen otro modo de llegar a sus escuelas para que no se vean obligados por culpa de la distancia que tienen que recorrer cada día a abandonar sus estudios y que así puedan tener unas posibilidades mayores de mejorar su futuro.
Bernice se ha propuesto emplear y ayudar a los jóvenes más vulnerables en el mercado laboral, aquellos que tienen menos formación y a las mujeres de su comunidad.
Obviamente, al principio todo fue muy complicado sobre todo conseguir un modelo de empresa que fuera viable pero con perseverancia y mucho trabajo Bernice ha conseguido vender su producto y ahora está pensando en ampliar su mercado.
Por cada pieza de bambú que se utiliza para la fabricación de las bicicletas, se plantan otras diez. Todos los materiales que se utilizan son fáciles tanto de reparar como de remplazar, son asequibles económicamente por los usuarios y son 100% reciclables.
Ya sabéis eso que dicen de gente pequeña, como Bernice, haciendo cosas pequeñas, como su pequeña empresa de treinta y cinco personas, pueden llegar a cambiar el mundo. Y si siguiéramos su ejemplo seguro que conseguíamos un mundo mucho mejor que el que tenemos ahora.
Vía | ecocosas.com
Foto | blogeradio.com
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